El Paraiso

1.2K 71 7
                                    

- esta llena de pinturas y su biblioteca vaya que es una maravilla. - dice tomando mi mano y entrelazando nuestros dedos.

- lo sé... Mi padre es muy aficionado a la lectura, cuando no está dando clases esta en esa biblioteca. - respondo acercandola a mi, caminamos por el mercado detrás de mi madre que va tomada del brazo de mi padre, una mujer nos observa desde la puerta de la iglesia, la conozco...

- mira esto. - dice Beck dejando caer sus compras impresionada por cómo una mujer sentada en el piso realiza joyería en minutos con un par de herramientas, una especie de alambre y piedritas de colores, levanta unos aretes preciosos, son arañas colgantes.

- ¿Quanto costando? - pregunto sacando mi billetera, la mujer no deja de observarnos desde la iglesia mi madre voltea a verme percantandose de eso.

- 3 dollari. - asiento y pago, Beck se levanta me besa la mejilla emocionada, se quita los aros que traía y se pone las arañas.

- ¿como me veo? - pregunta.

- preciosa.- le robo un beso. - mi amor disculpame un segundo quiero saludar a alguien.

- Beck mira esto. - le llama mi madre.

- ahora los alcanzo.- añado.

- vale Cariño. - dice sonriendome, se da vuelta y se va con mis padres, camino tranquilo y la mujer se pone alerta.

- Buongiorno signora Sandra. - saludo, me mira indignada. - Non ho intenzione di disturbarti, sto solo visitando i miei genitori con la mia fidanzata, ho capito il suo fastidio e lo capisco perfettamente, non ho mai avuto l'opportunità di scusarmi per quello che ho fatto ... non voglio problemi, io chiedo solo che per favore cerchi di perdonarmi, a quel tempo ero un idiota, uno sciocco...- intentó explicarle que no quiero problemas y que estoy arrepentido de lo que hice pero su mirada no se relaja, esta llena de odio. - Raquel non merita una cosa del genere, ho pagato con l'indifferenza dei miei genitori per tanti anni, non pretendo che mi capisca, ma ho lottato per essere una persona migliore.- levanta la mano callandome.

- Taci, progenie del male... Non puoi cambiare, fuori dalla mia vista.- dice tomando su bolso del piso, pasó por mi lado chocando mi brazo y se va, no puedo obligarla a perdonarme, pero lo intente, llevo las cicatrices de mis propios errores tan marcados, como podría olvidar a Raquel, les doy alcance en una tienda de antigüedades, mi padre espera en la entrada, se perfectamente lo que piensa.

- no lo sabe, pero se lo diré hoy mismo.- digo angustiado.

- bien... A sido un día largo vamos a comer algo y luego a casa, vale, hay muchas cosas allá que quiero enseñarte, solo nos queda un día aquí. - le recuerdo abrazándola por la espalda.

- vale, agua fiestas. - dice sonriendo.

***

El fuego de la chimenea arde fuerte calentando nuestra habitación.

Estaba sentada en la alfombra cerca de la chimenea leyendo un libro, me observa de reojo deja el libro a un lado y gatea hasta quedar a mis pies, se levanta un poco y abro mis piernas para darle espacio, alcanza mis labios y me besa despacio, con delicadeza la fina piel de su boca me estremece, su lengua se abre paso besándome con más y más intensidad, se aparta de mí  con una sonrisa traviesa toma mi mano intentando llevarme con ella hasta donde estaba.

- Mi amor... Hay algo que quiero contarte de este lugar, de mi... -  digo preocupado.

- ¿puede ser después? . - pide besándome y me arrastra con ella, termina tendida en la alfombra y yo sobre ella, el fuego hace arder su mirada, sus labios rojos, sus mejillas coloradas me vuelven loco, asiento y procedo a besarla, le abro los botones de la fina blusita que lleva puesta sin brasier... bajo mi boca hasta sus senos, gime ante el contacto, me ayuda a quitarme la camisa que ya tenía desabotonada, sus labios carnosos, calientes, suaves me alcanzan... Apoyada sobre sus brazos se impulsa hacia adelante para besar mi cuello, levanta la vista... las llamas del fuego arden en sus ojos, cada fibra, cada célula de mi cuerpo, absulutamente todo mi ser le pertenece.

No puedo coger con ella, hacemos el amor y nos convertimos en uno mismo, gime mientras voy entrando en ella despacio, intento sentir todo su cuerpo, nuestra piel brilla con el calor del fuego, me aferro a sus caderas embistiendo, gime y clava sus uñas en la alfombra, todo de ella es perfecto para mí incluso lo que ella podría conciderar imperfecciones, me empuja y se sube sobre mi, su cabello largo, me mece al ritmo de su cuerpo, arquea su espalda apoyando sus manos en mis piernas, presiona con más y más fuerza, tomó sus caderas ayudándole a mecerce con más firmeza, no lo resisto más y me dejó ir, se estremece juntamente conmigo, tiro de su brazo y la atraigo hacia mí, cae sobre mi cuerpo, la estrecho entre mis brazos.

- crees que alguna vez deje de ser tan increíble. - dice aferrándose a mi.

- ¿el sexo? - asiente moviendo la cabeza, sonrió... La siento todavía tan inocente. - nunca mi amor, te haré el amor con toda la pasión que me provocas hasta que seamos abuelitos.- empieza a respirar agitada. - Beck, ¿estás llorando? . - le ayudo a sentarse. - ¿que pasa amor? - se pone de pie y corre al sanitario, corro detrás de ella pero tira la puerta y pone el seguro, se escucha hasta afuera como toce, esta vomitando.

- Beck... dejame entrar. - pido desesperandome.

- estoy bien, un minuto porfavor. - dice, se escucha el agua de la llave, un par de minutos después sale con los ojos llorosos.

- Mi amor, princesa.- la abrazo.

- estoy bien Alex, debió caerme mal algo que comí. - dice suspirando.

- estas segura, puedo llamar al doctor de mis padres. - ofrezco, se que puedo sonarle exagerado, pero nada me preocupa mas que este bien, no hay palabras para hacerle saber cuanto me importa, me agachó y la levanto en brazos.

- Alex... Cariño, estoy bien. - sonríe, la recuesto en la cama. - toma mi mano y la jala atrayendo me hacia ella, toma m rostro y me acaricia con calma. - Te amo. - me susurra.

- te amo, mil veces más...

- ha... ¿Es una competencia? - dice riendo.

- sólo es la verdad...

Sr. ManciniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora