Capitulo 3

1.2K 65 17
                                    

Estaba jodido. 

Lo supe en el momento en que la vi bajar de ese maldito auto. 

Desde entonces se trataba de ella.

Y ahora estaba aquí, completamente inconsciente por un beso que solo había durado unos segundos.

Solo nos estábamos mirando el uno al otro.

- Nunca me sentí así. - Lo admito, todavía disparado por todo eso.

- Lo siento, solo quería saber cómo era. - dice, mirándome fijamente. - Sé que está mal. Tienes novia.

- Escucha, Marizza. Yo ....

- Detente. - me interrumpe rápidamente. - No importa. Ese beso fue todo. No pasará nada más. - dice ella con confianza. Levantarse poco después. - Sólo fue un beso.

- Necesitas escucharme. - Intento discutir, en vano.

- Adiós Bustamante.

*************

- ¿Eh rubia? - Tomás se me acerca en el descanso.

- Hola. - Digo simplemente.

- Todo es demasiado. ¿Eres el novato de nuevo? - dice dándole un mordisco a su manzana.

Me estaba buscando el punto.

- Aparentemente sí. - se reía el idiota.

*************

- ¿Qué estás haciendo, Sol?

- Besar a mi novio. ¿Qué es demasiado? - Estábamos solos en el laboratorio. Y ella me estaba provocando, lo sabía.

- ¿Por qué intentas exitarme si sabes que no podemos hacer nada? - La miré, confundido.

- Por supuesto que podemos. - ella me sonríe. - Basta de esperar, amor. Tengamos nuestra primera vez.

- ¿Pero que te pasó? ¿Por qué cambiaste de opinión? - nada de eso tenía sentido.

- Porque yo te amo. - dijo como si fuera la única explicación, pero ciertamente no lo era.

- Haces esto por miedo.

- No se de que estas hablando.

- Sí, Sol. Lo sabes muy bien. Lo estás haciendo por Marizza.

- No seas idiota

- No me trates como un idiota. - Estaba cansado de que todos intentaran engañarme y manipularme. - Adiós Sol.

Dejé el laboratorio, dejando atrás a mi novia y sus protestas.

La última señal había sonado y en un rato ya tendría entrenamiento, pero algo salió de mi mente cuando vi el pelo rojo de Marizza saltar, dirigiéndose hacia un hombre que estaba al lado de su Ferrari. ¿Qué diablos era eso?


Manuel había faltado hoy y ahora estaba aquí, esperándola como si ya estuvieran cerca. 

No lo podía creer. 

PEQUEÑAS HISTORIAS PABLIZZA/BENJAMILAWhere stories live. Discover now