PEQUEÑAS HISTORIAS PABLIZZA/BENJAMILA

Capitulo 10

-¡No te dejaré hablar así, muchacho! - Sergio se enojó. - Si no quieres deshacerte de tu dolor de cabeza, ¡puedes quedarte en este próximo manicomio!

Pablo miró a su padre, observando cómo tranquilamente seguía desayunando, como si nada hubiera pasado.

Ni siquiera podía creer lo que pensaba de que Sergio tenía algo que ver con el intento de asesinato.

El sentido común y la fe en su padre lucharon en su cabeza, confundiendo pensamientos y sentimientos.

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Todo le parecía obvio a Manuel.

Ahora estaba seguro de que Bustamante estaba involucrado en la mitad de los casos que ocurrían aquí.

Y si él mismo no apretó el gatillo y no transportó drogas, claramente lo hizo por sus órdenes.

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Pero nunca me respondiste, papá. Pablo habló de nuevo. Sergio lo miró sorprendido. - ¿Lo has hecho?

- Pablito, ¿Estás loco? ¿Por qué iba a matar a mi compañero? - su voz sonaba tranquila.

- No lo sé. Quizás se cruzó en tu camino. Siempre haces eso, si solo alguien ...

- Te aconsejo que cierres la boca, muchacho. Te amo mucho, pero no puedes hacer esto. No siempre puedo cerrar los ojos a tus trucos.

Pablo ya quería objetar a su padre, pero no permitió que la conversación continuara, volviendo su atención a la aparición de la familia Spiritto.

Marizza y sus padres entraron al comedor, la chica se veía cansada, la cola en la parte superior de su cabeza estaba recortada descuidadamente, su camisa no estaba metida en sus pantalones.

Ignorando a sus padres, que se sentaron a la mesa del alcalde, la chica siguió adelante y se hundió en una silla frente a Manuel.

- ¿Qué pasa? ¿Has dormido?

-No ...- susurró. - Estudié tus documentos toda la noche ... Manu, ¡Tengo tantos pensamientos sobre esto! En general, estoy seguro de que mis padres saben algo sobre esto ... Pero incluso me da miedo imaginar que están involucrados en todo esto, drogas, asesinatos ... Se me enfría la sangre ...

- ¿Por qué? ¿Crees que tus padres tienen una relación con todo el mundo del contrabando?

- Hoy quería hablar con mi madre sobre Lucas, sobre lo que piensa, pero ella me dijo: "no tienes que meterte en asuntos de adultos". ¿No te parece extraño y dice mucho? A pesar de que a menudo me dice esto, esta vez fue muy diferente. Ella estaba literalmente asustada.

- ¿Ella no dijo nada más?

- No. Pero estaba pensando en edcabullirme en la habitación de mis padres hoy y mirar los documentos de mi padre.

- Mari, esto es peligroso. No quiero que hagas esto.

- ¡No le tengo miedo a nada! Tenemos que desentrañar este secreto ... - le lanzó una breve mirada a su madre. - Está bien, hablaremos más tarde.

- Ok. Marizza- le dedicó una leve sonrisa y rápidamente regresó con sus padres.

Sonia apenas perceptiblemente regañó a su hija, hablando en voz baja y enojada algo en su oído.

La chica asintió con la cabeza como si lo hubiera escuchado todo antes.

Manuel estaba muy preocupado por Marizza, todo era peligroso.

Pero además, entendió claramente que no podía prescindir de su ayuda.

Marizza no escuchó las conversaciones de los adultos.