PEQUEÑAS HISTORIAS PABLIZZA/BENJAMILA

Capitulo 7

-¿Bailamos?- preguntó Manuel a Marizza, ahora acercándose sigilosamente por detrás de ella, mientras la chica dejaba su vaso vacío. - ¿Una dama no debería estar de pie sin bailar?

- Oh, ¿eres tú? - respondió ella con satisfacción y sonrió. - Con mucho gusto ...

Comenzaron a girar en un vals.

- ¿No estás de humor de nuevo?

- ¡¿Quién acaba de inventar esta maldita mierda?! ¡Qué estupidez!Seguramente, Mia, ¿quién más podría pensar en semejantes tonterías?

- ¡Vamos, malvada! ¡No está tan mal! Como si retrocediéramos varios siglos atrás y ahora ...

- ¡Hablas como un tonto enamorado!

-¡Y tu hablas como una verdadera insoportable! ¿Qué pasa?

Marizza no respondió, solo lanzó una mirada de disgusto a los bailarines Mia y Pablo.

Manuel entendió todo a la vez.

-Tienes que ser más suave, a los tipos de ese tipo les gustan las coquetas, no los traviesas...- Manuel sonrió cuando la chica lo miró enojada. - No te enfades, más bien escucha lo que te dice tu amigo.

Marizza fingió ignorar sus palabras y decidió cambiar de tema.

- ¿Cómo estás con Mia? ¿Gritó durante mucho tiempo sobre lo que hicimos?

- No hablamos con ella después. Ella me echó.

- Oh, lamento mucho que nuestra pelea con Pablo hiciera todo para que tuvieras una pelea con ella. Juntos no se parecen en nada a eso, diría que sos lindo pero ese no es mi estilo. Manuel le devolvió la sonrisa. - Manu, tengo una pregunta para ti ...

Pero no logró terminar su pregunta, ya que la música se detuvo abruptamente, y la voz de Franco Colucci sonó fuerte, quien saludó a los invitados de manera amistosa y pronunció un discurso poco interesante.

Todo ese tiempo Manuel trató de encontrar la mirada de Mia, pero todo fue en vano.

La chica no miró en su dirección, o intentó no hacerlo.

Cuando la música volvió a sonar, el tipo no pudo apartar su interés de los hermanos Colucci, quienes claramente estaban discutiendo sobre algo, alejándose un poco de todos.

Es una lástima que no se hayan escuchado en absoluto.

-Tengo malos pensamientos, Manuel. - dijo Marizza con firmeza, atrayendo la atención del chico hacia ella.

- ¿De qué estás hablando? - apenas se sintió avergonzado. - O eres una especie de espía o ...

- ¿Qué? ¿Por qué me dices esto de repente?

-Se ve que estás claramente interesado en los hermanos Colucci, siempre te vuelves muy serio e interesado tan pronto como ellos o algún otro padre rico están cerca. Dime que te pasa ¿O debería contarle a mi padre sobre ti?

-No, es mi secreto, Marizza. Te lo diría todo, pero puedo hacerlo un poco más tarde ...

- ¿Por qué?