Capitulo 2

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Una nueva amiga

Sonríe y acepta.

Eso era todo lo que tendría que hacer hasta la boda.

Sonriendo a todos los que le hablaban y estando de acuerdo con todo lo que decían su madre y su prometido.

Lo último que quería era comenzar otra discusión con la señora Andrea (mi madre) o crear un gran revuelo con mi futuro esposo.

Todo iba tan bien, ella estaba tranquila y feliz.

¿Se repetiría esa frase una y otra vez? ¿Terminaría creyéndola?

Ella esperaba desde el fondo de su corazón que así fuera.

- ¿Y la lista de canciones? - preguntó la organizadora de la fiesta, alternando la mirada entre ella y su prometido. Antes de que ella pudiera pensar siquiera en responder, él dio un paso adelante.

- Pensamos en Beethoven, Tchaikovsky, algo mucho más clásico, optamos por una boda al estilo real- respondió su prometido ignorando las miradas que le dirigió Camila.

- Disculpe Micaela, necesito hablar con mi prometido un minuto- le advirtió tirándolo del brazo hasta un rincón más alejado de la habitación donde se encontraban- ¿Qué diablos fue eso? No estamos de acuerdo en nada de esto- habló impaciente al verlo abrir una sonrisa de suficiencia poniendo su brazo alrededor de su cintura.

- Cálmate, mi princesa- ordeno sin dejar de sonreír, odiaba esa sonrisa, la hacía parecer una niña que no podía entender la situación. De hecho, odiaba la mayoría de las cosas que hacía y de las que hablaba durante mucho tiempo, pero trató de convencerse a sí misma de que era solo el estrés del matrimonio- Además, ¿no crees que a tu madre le encantaría una fiesta más clásica?- preguntó él desarmándola.

Esta era la carta que siempre usaba cuando quería que ella se rindiera a sus ideas, ¿verdad?

Ella siempre cedía.

Hizo todo lo posible por complacer a su madre para siempre, algo que rara vez hacía.

Suspiró, soltándose de sus brazos y dirigiéndose hacia la organizadora que la miraba con tristeza.

Incluso ella podía ver cuánto no estaba emocionada Camila por la boda.

- Va a ser esa lista de todos modos- dijo forzando una sonrisa para ella quien negó mínimamente con la cabeza.

- Podemos cambiar algunas canciones. Poner algo más romántico o animado- propuso, la organizadora, tratando de darle animos.

- Amamos la música clásica. ¿No mi amor?- le preguntó a Camila dándole una mirada de suficiencia. Micaela dio unos golpecitos con el pie con ansiedad, quería hacer algo por la novia visiblemente aburrida que tenía delante, pero no podía interferir en la relación de los recién casados ​​o arriesgarse a ser despedida.

Camila asintió sin ánimos.

- Ya es hora. Tenemos que encontrarnos con tu madre para almorzar- advirtió a Camila al verla asentir dejando atrás a la organizadora.

- Esperen- dijo la organizadora caminando rápido para alcanzarlos. - Necesito resolver algunos pequeños detalles con la novia- informó al verlos mirando confundidos- Si almorzamos juntas sería genial, porque tenemos que organizar todo hoy- dijo lanzando una mirada sugerente a Camila quien abrió una enorme sonrisa.

- Mejor me quedo con ella Carlos, explíquele a la Sra. Andrea que estoy segura de que lo entenderá- dijo poniéndose al lado de Micaela.

Aceptó, todavía desconfiado, se acercó para darle un beso a Camila, pero rápidamente desvió su rostro.

PEQUEÑAS HISTORIAS PABLIZZA/BENJAMILADonde viven las historias. Descúbrelo ahora