Capitulo 9

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-Bueno hermanita... como iban las cosas con Benjis no pensaba que llegaríamos a este día - rió Camilia mientras entraban por la puerta principal de una de las tiendas de novia más famosas de su ciudad.

Camelia, su madre, caminaba junto a Camila y no pudo parar de reír por el comentario, solo cuando quiso aportar al bochorno que su hermana le estaba haciendo pasar.

-Es que solo a ti se te ocurre no enfrentarlo de una vez sobre esos mensajes -rio-. Todo se habría aclarado en ese mismo instante -aseguró,

-Quizás, pero en ese instante solo se me ocurrió revolcarme en la miseria de haber sido engañada- afirmó ella, cruzándose de brazos-. ¡Les juro que hasta sentí el peso de aquellos enormes cuernos en mi cabeza!

No pudieron evitar reir juntas por aquel ocurrente comentario de la novia mientras se adentraron en la tienda. De inmediato una de las empleadas se
les acercó.

-Buen día- les saludo, amablemente,¿Cuál de ustedes es la afortunada?- preguntó, con una cálida sonrisa en el rostro.

- ¡Ella! -respondieron Camiia y su madre, señalando a Camila.

-Bueno, ella es la afortunada entonces -asintió-. Usted debe ser su madre- señaló a mi Camelia- Y usted su hermana- recayó en Camilia.

- En realidad... yo soy la hermana y ella es la madre -dijo Camelia, dejando perturbada a la pobre chica, quien no pudo evitar abrir sus ojos por la
sorpresa.

Camila no aguantó la risa, al ver como el rubor empezaba a apoderarse del rostro de la muchacha.

-Está jugando -aclaró, para después tomarla del hombro-. Vayamos a cazar esos vestidos- declaró, sumamente emocionada.

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-Dios mío.. -susurraron su madre y hermana al mismo tiempo.

-Eso es un avance -dijo, Camila, divertida-. Luego de seis vestidos era justo una expresión como esta -rio.

La risa muere en su garganta cuando se vio reflejada en el espejo.

No. Lo. Puedo. Creer. Pensó, anonadada, mientras contenía las lágrimas al verse tan increíble en el vestido número siete.

Era... simplemente impresionante.

- ¡No puedo creerlo!- exclamó su hermana- Creo que este es el vestido indicado, solo tienes que verla -codeó a su madre- Estás llorando.

Sí que lo estaba. Le fascinaba aquel corte, le quedaba maravilloso, cual si fuese de un cuento de hadas pero también con un encaje y escote que le daba aquel toque de sensualidad que
había deseado.

- Y ¿qué tal Camila?- preguntó Jimena, la empleada de la tienda- ¿Este es tu vestido?

- Sí, este es el vestido -dijo y seguido a esto, tanto su madre como su hermana, hicieron un alboroto emocionado para luego abrazarle.

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Era un gran día.

Después de tanto tiempo y tropiezos, había Ilegado el momento de su boda y Benjamin estaba sumamente feliz y emocionado porque al fin Camila se convertiría en su esposa.

De pie en el altar puedo recordar la primera vez que se vieron... fue un momento completamente desastroso pero igualmente inolvidable. Esa
hermosa chica entró por las puertas de su cocina y él se convirtió de inmediato en un completo torpe.

FlashBack

-¿Sabían que desde hoy nuestra jefa será la hija del señor Bordonaba? - dijo uno de los mejores cocineros que Benjamin supervisaba, mientras él terminaba de ordenar el menú de aquel día- Él ha decidido darse un retiro de último minuto, su salud está empeorando.

PEQUEÑAS HISTORIAS PABLIZZA/BENJAMILAWhere stories live. Discover now