El Matrimonio Segunda Oportunidad

sorpresa inesperada

Julietta.

Hace tres días desperté de la terapia del sueño. Me realizaron todos los exámenes rutinarios y según el medico todo estaba bien.

Durante estos tres días, christiano nunca se separo de mí.

Pasamos los días hablando. Aunque mas bien era el interrogándome, me preguntaba al azar sobre los momentos que mi memoria bloqueo. En el fondo se que el aun no creía que había recordado.

La única forma de parar el bombardeo de preguntas fue una tarde que estábamos solos en la habitación.

¿Recuerdas el día de la terraza cuando realizamos la tregua?—pregunto—¿Qué fue lo que te hizo ir a verme?.

¡Christiano! ¡Ya! Deja de preguntarme cosas—dije molesta—lo recuerdo todo. ¿Qué tengo que hacer para hacerte entender que lo se todo? ¿A caso tengo que decir lo que nadie se atreve a mencionar y que es obvio?

¿De que hablas?—dijo esquivando mi mirada. Suspire. Y volví a tomar aire para tomar el valor suficiente para pronunciar las siguientes palabras.

Christiano. E recordado todo, tanto así, que recuerdo muy bien que estaba en estado—la última palabra me salió en un sollozo. Christiano me miro y en su mirada vi tristeza—si lo se nadie a hecho mención a eso y es evidente que perdí al bebe, porque nadie me dice nada—dije llorando.

Christiano me consoló como nunca ese día, ambos lloramos la perdida de nuestro primer hijo. Me afecto mucho. Pero christiano ese día, hizo algo muy lindo por los dos me llevo a la capilla del hospital y juntos rezamos por el alma de nuestro primer hijo. El rezar por el me hizo sentir bien. Y la idea que tuvo christiano de ponerle nombre para que no quedara en el olvido, me encanto. Como tenia muy poco tiempo de embarazo y no se podía saber el sexo aun decidimos ponerle un nombre unisex, y ese nombre fue “An” que en chino significa Paz. Y eso era lo que deseaba para esa pequeña vida que no llego a surgir paz.

Ambos desde ese día nos sentimos bien, reconozco que aun me sentía nostálgica. Pero si Dios quiso que las cosas sucedieran e esta forma es por que así deben de ser. De seguro nos tiene algo mucho mejor para el futuro.

Hoy me daban de alta. Y yo estaba que brincaba en un solo pie de la felicidad. Al fin abandonaría esta camilla, christiano me había traído ropa. Ya todos habían venido a visitarme a excepción de Evangelina y Marcos. Solo faltaban ellos y el papel donde decía que me podía ir.

Julietta voy a ir a ver si me dan el alta—me comunico christiano desde la puerta de la habitación—¿vienes conmigo o me esperas aquí?

Te espero aquí. Quiero hacerle una llamada a mi padre, no e hablado con el desde que me vine—dije.

El a estado muy pendiente de ti, yo le e comunicado todo—

Lo se. Pero la niña interior y consentida que llevo adentro quiere escuchara la voz de su padre—dije con una sonrisa en los labios.

Como quieras niñita—dijo riéndose por mis idioteces y yendo a buscar el fulano papel. Marque el número de mi papa desde mi celular. El cual había recuperado gracias a que el día de la boda marcos lo tenia con el. Mi padre atendió al segundo timbre.

Mi princesa, como estas—

Muy bien papa. Extrañando tu voz—

Solo mi voz—dijo ofendido.

Sabes que quise decir que te extraño—

Lo se mi princesa, ya estas fuera de la clínica—

No. Aun faltan que me den de alta—