llegada a ROMA

29.8K 1.7K 30
                                    

Julietta.

Cuando aterrizamos en Roma. Ya era de noche. Pase la mayor parte del vuelo dormida.

Realizamos todo lo de rutina en el aeropuerto y nos dirigimos al estacionamiento. El chofer de la familia ya se encontraba esperando por nosotros.

Marcos y Evangelina fueron los primeros en entrar al auto. Cuando me disponía hacerlo Christiano me tomo del brazo y me lo impidió.

Nosotros no. Nos vamos con ellos—dijo.

¿Y eso? –pregunte.

Porque nos vamos en mi auto—respondió. No le di importancia y me fui con el en su auto, el cual estaba en el mismo lugar en donde lo habíamos dejado cuando nos fuimos de viaje.

Subí al auto y me abroche el cinturón. Christiano se encargo del equipaje.

Al poco rato de haber salido del aeropuerto me percate de que no estábamos yendo por el camino frecuente para llegar a la casa.

¿Por qué has tomado esta vía?—pregunte.

Es más rápida—respondió.

¿Para llegar  a la casa?—

No. —dijo.

¿Entonces a donde?—

A nuestra casa—dijo si quitar la vista de la vía.

¿A nuestra casa?—pregunte de nuevo.

Si. ¿Has olvidado nuestro apartamento?—me pregunto. Y claro si lo había olvidado.

No—mentí—pensé que nos quedaríamos en la casa—dije.

¿Y tener que dejar de compartir cama contigo, después de haber pasado tantos días durmiendo a tu lado? Ni en sueños—dijo.

¿Pero no se molestaran?—pregunte, porque estoy segura que eso sucederá.

Seguramente. Pero me da igual. Julietta no pienso dormir allá. Deje a alguien encargado de arreglar el apartamento para nosotros, es nuestro y quiero empezar a convivir contigo de una ves—dijo—así que vamos al apartamento nos damos un baño. Descansamos y nos vamos mas tarde a la casa, cenamos con la familia y nos regresamos.

Lo tienes todo muy bien calculado—dije.

Siempre tengo todo calculado—volteé a mirarlo, su respuesta fue de mas de sobre actuada—esta bien tienes razón no soy así, solo quería parecer interesante.

Eres interesante como eres. Pero no vuelvas hacer ese tipo de chistes—dije.

¿Por qué?—pregunto.

Porque no te lucen amor. No eres Marcos—le dije.

¿Por qué me comparas con el?—

Porque se que es de el que sacasteis ese comentario. Es típico de el—le dije—no trates de imitarlo a el nunca se le ve bien, hace que parezca un idiota y si tu lo imitas serán dos idiotas—le dije. Me miro y puso un puchero.

Vale. Te hare caso—el carro se detuvo en un estacionamiento subterráneo y yo ni cuentas me di por estar hablando—hemos llegado.

Salimos del auto y tomamos nuestras cosas para subir al apartamento. Un vacio se apodero de mi cuando estábamos en el ascensor.

Julietta ¿Qué sucede?—me pregunto christiano.

No quiero entrar allí—dije casi llorando—vamos a la casa grande por favor—le suplique.

Pero… ¿Qué tienes? Dime—me pidió asustado. Es obvio que por su deseo de estar los dos juntos se olvido de la habitación de An.

Es por An—dije—su habitación… no quiero verla. No quiero ver como la dejamos para el—dije casi llorando. El me abrazo y me lleno de besos la cara.

El Matrimonio Segunda Oportunidad Where stories live. Discover now