264: Grandes acontecimientos

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Justo cuando los Tigres Valientes afuera clamaban por despedazar al eunuco, Huzi trotó hacia la tienda y se acercó a Pang Xiao.

—Su alteza, me temo que este asunto será difícil de resolver ahora que es un desastre. ¿De verdad planea matar a Zhao Yueshui?

El príncipe alzó los ojos.

—Por supuesto. Él pisoteó a la gente en Xihua y provocó la ira del público. Solo tranquilizaría a las tropas si lo matara. Además, realmente tengo pruebas de que vendió información militar. No lo estoy incriminando.

—Pero ese eunuco es el espía del emperador. ¡Si lo mata, será una confrontación abierta con su majestad! La gente podría murmurar sobre usted a sus espaldas, haciendo que el emperador desconfíe aún más de usted.

Pang Xiao emitió un resoplido desdeñoso.

—¿Crees que a ese hombre castrado se le ocurrió esta idea por su cuenta? Normalmente impone su autoridad en Xihua con la espalda recta y la cabeza en alto, pero guarda todo eso cuando me ve. Incluso si me desprecia por dentro, presenta un rostro agradable en la superficie. Entonces dime, ¿de dónde sacó el coraje para acusarme públicamente hoy?

La expresión de Huzi cambió mientras jadeaba.

—Su alteza, ¿quiere decir que esto fue idea del emperador?

Pang Xiao negó con la cabeza.

—Su majestad es sabio. Todavía le sirvo, así que él no recogería una piedra para golpear su propio pie [1]. Debe ser Li Guan, está conspirando con Zhao Yueshui y le dió indicaciones.

—¡Pero eso también es complicado de manejar! —Huzi estaba tan blanco como una sábana.

No era el primer día que el emperador había tenido cuidado con Pang Xiao. Cuanto más feroz luchaba el príncipe en sus batallas, mayores eran sus logros. Eso aumentaba aún más a la obsesión del emperador. Li Guan servía al lado del emperador. Sentarse tan firmemente en su posición eminente [2] significaba que era inteligente y astuto.

¿Cómo podría un hombre interpretar mal las intenciones del emperador?

Aunque hacía mucho tiempo que sabían que el emperador era ese tipo de persona, Huzi todavía estalló en un sudor húmedo cuando pensó en todas las implicaciones.

La solapa de la tienda se levantó en ese momento cuando Zheng Pei, vestido con una túnica recta azul marino, entró con urgencia.

—Su alteza.

—Señor Zheng está aquí. Siéntate. —Pang Xiao levantó la barbilla hacia el anciano.

Huzi acercó un asiento y levantó un puño ahuecado en saludo a Zheng Pei. Su actitud cortés, aunque distante, estaba muy lejos de la cordialidad de antes.

La tristeza agonizante brotó en el corazón del anciano. Primero hizo una reverencia a Pang Xiao, pero estaba demasiado preocupado para esperar hasta que hubiera tomado su asiento antes de comenzar.

—Por favor, piénselo dos veces, su alteza. Zhao Yueshui es el hijo adoptivo de Li Guan. ¡Si mata a Zhao Yueshui, ofenderá a Li Guan! El emperador escucha a Li Guan. Él es un hombre que hace que el azúcar no sea dulce y el vinagre sea muy agrio. ¡No puede ser imprudente en esto!

»Matar a Zhao Yueshui seguramente provocará la ira imperial. El emperador tiene todas las riendas del poder y lo que debe evitar hacer es actuar primero y pedir perdón después. Envió a Zhao Yueshi a su lado, por lo que debe pensar en el maestro incluso cuando golpea al perro. Por favor, considere mis palabras detenidamente porque me preocupa su posición en la corte en el futuro. —Zheng Pei se levantó para hacer otra reverencia.

El regreso de la golondrina [Parte 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora