El regreso de la golondrina [Parte 2]

360: Contratrama (II)

—En efecto, he oído mencionar sus audaces y valerosas hazañas muchas veces en la corte. Era un hombre extraordinario. Es una lástima absoluta que nos lo hayan quitado tan pronto —Qin Huaiyuan suspiró, bastante arrepentido por la pérdida.

Habiendo escuchado todos los rumores y chismes de la muerte del hombre con el corazón roto después de tomar una esposa así, Qin Yining también sintió que era un triste desperdicio que una persona maravillosa hubiera terminado así.

—Hija mía, ¿sabes por qué la marquesa está en tu contra?

—Ella es buena amiga de la princesa Anyang. La princesa me odia, así que la señora también lo hace.

Su padre asintió.

—¿Qué más?

La cuarta señorita pensó por un momento.

—Por su personalidad, probablemente también sea por la frustración y el resentimiento de no poder acercarse a Pang Zhixi.

—Esa es una de las razones también. ¿Qué más?

Algunas ideas más pasaron por su mente, pero no estaba completamente segura de ellas.

Qin Huaiyuan se hizo cargo de la conversación.

—En el pasado, su majestad derrotó a Ji del Norte con el apoyo de la aristocracia. Pero cuando llegó la paz después de la guerra, la existencia de la aristocracia amenazó el poder imperial. Estas familias tienen raíces y cimientos profundos, por lo que el emperador no se atrevió a hacer ningún movimiento descuidado. Pero tampoco los grandes clanes se atrevieron a salirse de los límites. Las dos fuerzas han estado involucradas en un tira y afloja todos estos años. Todo parece estar bien en la superficie, pero se han producido enfrentamientos interminables en las sombras. Aunque, por ahora, la hostilidad entre ambos bandos no ha llegado al punto límite.

Qin Yining asintió, pareciendo comprender algunas cosas.

Su padre sonrió al ver su mirada de comprensión.

—Su majestad ha podido competir con la aristocracia durante tanto tiempo debido al poder militar que tienen sus nobles de confianza. Eso le ha permitido defenderse en la lucha. Sin embargo, el emperador es un tipo desconfiado, incluso con sus propios funcionarios. Podemos ver eso por cómo le quitó el mando militar a Pang Zhixi.

»El emperador también es muy consciente de que no todos sus partidarios son completamente afines a él. Con todas las veces que se han cruzado las espadas, la balanza entre su majestad y la aristocracia ha estado oscilando. Hay un urgente vacío en la corte por otra nueva fuerza para equilibrar el poder de la aristocracia, los funcionarios del Gran Zhou y los ex funcionarios de Ji del Norte. Al mismo tiempo, el emperador no quiere que esta nueva fuerza se vuelva tan indómita como se han vuelto sus partidarios que tienen el poder militar.

La iluminación se apoderó de Qin Yining cuando escuchó las palabras de su padre.

—¡Entiendo, padre! ¡Un oficial del Gran Yan como tú es precisamente la nueva fuerza que necesita el emperador! Antes solo sabía de la red entre los antiguos funcionarios de Ji del Norte y los propios nobles del emperador. No me había dado cuenta de que la aristocracia existía detrás de escena.

—Todavía no estás casada, por lo que la cantidad de personas con las que te has puesto en contacto aún es limitada. No conoces el panorama completo —Qin Huaiyuan sonrió—, pero siempre te apresuras a tener algunas ideas una vez que te cuento todos los detalles.

El rostro de Qin Yining se sonrojó ligeramente con la gran consideración.

—Dado cómo la aristocracia ha resistido cientos de años, sus cimientos parecen ser tan fuertes que incluso pueden comprarse con una dinastía entera como Ji del Norte. Sus descendientes son abundantes y están dispersos en varias industrias. Seguramente tienen una red muy amplia en la corte.