304: Tomar por la fuerza (II)

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—¿Este príncipe no puede? —Pang Xiao se rió entre dientes con desdén—. Ustedes son solo los miembros de las familias de los funcionarios rendidos y los soldados derrotados. Incluso el jefe una familia tendría que inclinarse ante este príncipe, ¡y mucho menos tú! ¿Crees que este lugar sigue siendo territorio del Gran Yan? ¡Sólo la muerte aguarda a quienes le digan que no a este príncipe!

Xie Yue tembló de la cabeza a los pies.

—¡¿Cómo se atreve a intimidarnos de esa manera?! —Tomó una postura protectora y temblorosa frente a Qin Yining.

Huzi llevó a los Tigres de Élite hacia adelante y apartó a Xie Yue a un lado, para atarlo como un pollo. Luego metió a Qin Yining y Lian Xiaozhou en el carruaje en el que acababan de entrar.

La cuarta señorita Qin recordó actuar como si estuviera luchando. Por supuesto, la resistencia de las chicas fue bastante inútil dado lo fuertes y feroces que eran los Tigres de Élite.

Todos los que estaban fuera de las posadas para invitados solo podían ver como el Príncipe Zhongshun de Primer Rango se alejaba con la cuarta señorita Qin.

Los funcionarios del Gran Zhou no entendían la relación entre Pang Xiao y Qin Yining. Estaban demasiado lejos del Gran Yan, y sus posiciones eran demasiado bajas para leer informes secretos.

Pero los ciudadanos del Gran Yan lo entendían.

Ese príncipe una vez había perseguido a la señorita de una manera extremadamente destacada, defendiéndola en público, regalando una residencia y haciendo todo lo posible para hacerla feliz. Pero ahora que su país había caído, su actitud había cambiado por completo a la de un bandido.

El miedo y el horror explotaron en sus corazones, amenazando con ahogarlos por completo. Si alguien con un respaldo tan fuerte como la señorita Qin estaba siendo tratado de esa manera en su nuevo hogar, ¿qué les esperaba al resto?

……

Qin Yining tenía su brazo alrededor de una aterrorizada Lian Xiaozhou y le acariciaba la cabeza para consolarla.

—No tengas miedo, el hermano mayor de antes no es un mal tipo. La hermana mayor hizo todo esto a propósito.

Aunque la niña no podía hablar muy bien, su mente podía ser afiliada. Ella miró a su hermana mayor con desconcierto.

—Hermana mayor, ¿lo sabe, tío?

¿Tío?

No le había prestado atención antes, pero ahora que lo pensaba, la edad de Pang Xiao era veinticuatro, ¿no es así?

Lian Xiaozhou tenía nueve años, pero había crecido en las montañas y era muy diferente de una típica niña de nueve años. Su edad mental probablemente era todavía de seis o siete años, por eso llamó al príncipe "tío".

Me pregunto qué pensará Pang Xiao de esto.

La risa se escapó de Qin Yining cuando consideró las posibles reacciones de su amado.

Posiblemente infectado por el buen humor, Lian Xiaozhou también se relajó. Aunque no sabía por qué se reía su hermana mayor, eso no le impedía reírse.

El Tigre de Élite que estaba escoltando el carruaje encontró la situación increíblemente extraña. ¿La señorita Qin no estaba muerta de miedo? ¿Cómo podía seguir riendo cuando la habían secuestrado así?

No había ido al Gran Yan con Pang Xiao, así que, naturalmente, no tenía idea de lo que había sucedido allí. Todo lo que especuló fue que al príncipe le gustaba la belleza, o que se había llevado a la hija de su enemigo para vengarse de su padre.

El regreso de la golondrina [Parte 2]Where stories live. Discover now