Harry Potter y el Juego del Destino

Capitulo 04: ¡Cuidado! ¡No molestes al árbol! (Parte 02)

En el capitulo anterior...

- ¡¿Se atreven...?! - exclamó una voz llena de furia, interrumpiendo la conmovedora escena -. ¡¿SE ATREVEN A INVADIR MI JARDIN Y DESTRUIR MI CUERPO?! ¡NO LES PERDONARE ESTE ULTRAJE!

En ese momento, Harry cayó en cuenta de quién era el causante de esa voz. Se trataba del árbol al cual acaba de dispararle un [Firebolt].

- « ¿Sobrevivió? » - pensó con algo de enojo. Trató de moverse y mirar hacia atrás, pero una repentina corriente de viento que surgió aparentemente de la nada lo mandó a volar a él y a Harmusp. Enfrascado en protegerla, sostuvo a la serpiente en contra de su pecho.

PUM

- Ku - exclamó con dolor, chocando en contra del suelo. Y no terminó ahí.

- Nada de lo que hagan hará que los perdona - resonó una poderosa voz llena de una ira helada -. Perezcan en lado inverso del mundo. ¡CHANGE! (Cambio)

Y luego de escuchar esas palabras, el mundo de Harry fue invadido por una luz brillante

...

Cuando su vista de volvió a la normalidad (o tan normal como podía ser la vista de alguien con miopía), Harry fue súbitamente invadido por la fuerte y aterradora sensación de estar cayendo.

Miró a todos lados con rapidez, en busca de algo que le dijera que sus sentidos lo estaban engañando.

No lo encontró. Por el contrario, sus miedos tan solo se acrecentaron al notar el brillo azuleo del cielo, puesto que eso le indicaba que estaba cayendo muchísimo más alto de lo que había pensado.

- « ¡Mierda!» - gritó él en su mente, en lo que era un lenguaje nada apto para un niño de diez años.

- « ¡El... udo!» - gritó también Harmusp, presa del pánico. Ella todavía se encontraba acurrucada sobre su pecho, y aunque no se había recuperado por completo del daño que había recibido, parecía ser que el miedo que sentía en esos instantes era suficiente como para gritar ignorando todo el dolor que sentía.

- « ¡El... udo!» - volvió a gritar ella con insistencia.

Harry tuvo ganas de gritarle: « ¡¿Qué dices?!», pero en el momento en que abrió su boca para hablarle, una mosca pareció pensar que su garganta era un sitio muy agradable para ocultarse, por lo que se vio obligado a cambiar su intención original por escupir rápida y repetidamente.

- « ¡EL... UDO! » - gritó Harmusp de nueva cuenta, en frenesí total. Ella no parecía ser consciente del hecho de que Harry estaba batallando para no ahogarse gracias a un insecto.

- « ¡Deja de gritar tonterías! ¡Mejor dime que hacer para que quedemos más aplanado que una tortilla!» - fue lo que quiso Harry gritarle en esos instantes, pero temeroso de que otra mosca apareciera de repente, tan solo se limitó a pensarlo.

Todavía en su pecho -- y quizás de alguna manera pudiendo darse una idea de sus pensamientos --, Harmusp le dio una mirada llena de total exasperación.

- « ¡El escudo, grandísimo idiota! ¡USA EL ESCUDO!» - gritó ella.

Para Harry, sus palabras parecían un regalo de Dios en esos momentos.

- « ¡Cierto! ¡El escudo!» - recordó de repente. Al instante, trató de concentrarse tan rápidamente como le fuera posible (cosa que, por cierto, no era para nada tarea fácil, dado que se encontraba estabas cayendo en caída libre a lo que suponía una muerte segura), tratando de reunir su mana para forma el [Escudo de Mana].