Capítulo 06: ¿Grindear o Morir? Esa es la cuestión

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Desde el primer momento en que son consciente de sí mismos, los seres humanos están obligados a tomar decisiones.

Ese es un hecho simplemente lógico. El mundo siempre está en constante movimiento. A cada segundo una persona nace y otra muere. Por más que las personas deseen lo contrario, el tiempo no se detiene: la implacable fuerza conocida como «Destino» siempre ejerce su poder supremo sobre el mundo.

Cada acción genera una reacción; incluso el aleteo de una mariposa genera un tornado al otro lado del mundo.

De esa manera, todo el tiempo las personas están obligadas a tomar decisiones.  La vida está llena de cambios; los cambios generan adversidad; la adversidad obliga a las personas a tomar decisiones; y, a su vez, las decisiones generan cambios; estas situaciones son parte de los muchos ciclos infinitos de la vida y una de las muchas facetas del destino.

Hablando de manera más específica, la «adversidad» es generada por lo inesperado: o dicho de mejor forma, la adversidad es «algo» que cambia las cosas desde su estado base, causando que las situaciones placenteras se esfumen. Es decir, la adversidad es algo contra lo que las personas no desean encontrarse, ya que todos los seres humanos siempre desean que las cosas sigan siendo iguales.

Y es debido a esto que, a pesar del hecho de que las opciones de lo que es la «adversidad» son tan extensas como la cantidad de estrellas que hay en el cielo, que ante una situación adversa solo hay dos posibles caminos a tomar:

Saltar de frente contra ella, o retroceder para la entenderla y luego luchar contra ella.

(Por supuesto, también está disponible la opción de rendirse; pero esa es una opción que por lo general no pareciera existir en el vocabulario de los seres humanos)

Naturalmente, estas tan solo son las bases de las decisiones tomables; existen muchos más detalles y factores en cuenta para la generación de estas decisiones; sin embargo, si hablamos de un factor en específico que nunca cambia acerca de una acción de tipo «retirada», podemos nombrar el hecho de que siempre hay un lugar al que retirarse: un cuartel en donde uno puede resguardarse para tomar decisiones con sabiduría táctica.

Y de todos los lugares posibles, el lugar al que Harry eligió retirarse para replantearse la decisión que tomaría ante los últimos acontecimientos, y la cual incluso podía alterar toda su vida en sí, fue…

… La biblioteca.

– « ¿Puedes volver a explicarme por qué estamos aquí perdiendo el tiempo en lugar de estar en la [Mazmorra Zombi] incrementando nuestras fuerzas?»– le preguntó Harmusp a Harry, la serpiente encontrándose todavía en su forma de tatuaje.

Siendo sacado de su trance filosófico a la fuerza, Harry dio un suspiro de fastidio.

– «Ya te lo dije. Quiero analizar muy bien lo que vamos a hacer»– le contestó mientras agarraba uno de los muchos libros de la pila que tenía a un lado.

En respuesta, Harmusp dio un resoplido.

– « ¿”Analizar”? – repitió, para luego volver a resoplar–. ¡¿Qué hay que analizar?! ¡¡Un loco con disfraz de mujer gorda nos quiere matar!! ¡¡¡Lo lógico es que entrenemos y subamos nuestras fuerzas para sobrevivir a la batalla que está por venir!!!»–exclamó, su tono volviéndose cada vez más exaltado a medida que ella exponía su argumento.

« ¡Baja la voz! – le gritó Harry, sobándose las sienes. Los gritos de su compañera serpiente le estaban empezando a provocar una migraña intensa –. Es cierto. Todo lo que dices tienes razón. Pero también es cierto que tenemos que armar un plan para poder sobrevivir al ataque del tal Vassago. No podemos simplemente saltar de cabeza sin siquiera tener una idea de lo que vamos a hacer»

Harry Potter y el Juego del DestinoWhere stories live. Discover now