Entre líneas II

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Fuerza.

¿Qué es la fuerza?

Era una pregunta algo esotérica. Dependiendo del individuo al que se le hiciera esta pregunta, la respuesta podía variar enormemente. Algunos responderían que la fuerza era no tener paragón en las peleas. Otros dirían que la «fuerza» como tal era el conocimiento: el saber todos y cada una de las cosas. Habría incluso quien dijera que la fuerza era la capacidad de nunca rendirse, y poder siempre levantarse al caer.

Sin embargo, para Harmusp – quien era anteriormente conocida como Serpiente 01-B – la fuerza tenía un significaba especial. Para ella la fuerza era el poder proteger a sus seres queridos y el no representar una carga de ningún tipo para nadie.

En ese sentido, ella, quien odiaba el hecho de sentirse inútil e impotente, anhelaba con todo su ser la fuerza.

Por supuesto, ella entendía que, como su madre le había dicho, era apenas una cria. Su fuerza estaba seriamente limitada por su joven edad, la cual era un factor contra el que simplemente no podía luchar.

Debido a eso, anteriormente ella nunca se había preocupado en lo más mínimo por su falta de poder. Después de todo, ¿por qué lo haría teniendo a su madre –– un ser cuyo poder podía hacer estremecer los cielos y la tierra –– protegiéndola constantemente?

Esos pensamientos cambiaron abruptamente el día en que, presa de su propia estupidez, cometiera el error que obligaría a su madre a auto-sacrificarse para protegerla. Desde ese momento, ella se enfrascó en una búsqueda absoluta por el poder.

Desafortunadamente, las cosas no le fueron para nada fáciles.

Después de todo, no era como si sus opciones fueran tan extensas y fáciles como simplemente agarrar a cualquier criatura y decirle: « ¡Te reto a una batalla!», esperando obtener un incremento milagroso e inexplicable de poder de algún lado.

Por el contrario, ella sabía que solo tenía una opción disponible para ser fuerte: encontrar a su pareja destinada. Por ello, ella se enfrascó en una búsqueda de su pareja por cielo, mar y tierra (bueno, en realidad solo por tierra, ya que no podía volar ni respirar bajo el agua; pero en fin...)

Y entonces su búsqueda legendaria…

… terminó en el momento en que una red gigante la atrapó. 

...

Aparentemente, como ella escuchó muchos después de su captor, había habido muy recientemente una alta purga en especies mágicas muy antiguas, por lo que la Sociedad Mundial de Protección de las Criaturas Mágicas (o SMPCM, para abreviar) había iniciado una plan de protección de todas las criaturas.

Uno de las muchas personas con las que habían contactado era con un tal Newt Scamander, quien la había capturado al notar su naturaleza particular.

– Hmm. Eres un espécimen bastante fascinante de Reptilus Magicus ¿Exactamente de dónde provienes? – le había preguntado el hombre, mirándola a través del cristal de la prisión (jaula) en la que la había puesto. Ella supuso que él estaba hablando consigo mismo (como muchas veces anteriores. Enserio, ¡a ese tipo parecía encantarle el sonido de su voz!), porque ella, aunque quisiera (y no quería) no podía contestarle porque: número uno, ella estaba atrapada en una jaula insonora; numero 2, ella solo podía hablarle a un hablante; y número tres, ¡el tipo hace rato que parecía haber perdido la chaveta!

Fueron días unos días llenos, de soledad, aburrimiento, la comida peor que había probado en toda su vida (y eso que ella antes había comido raíces de árbol) y tener que escuchar muchos, pero MUCHOS monólogos de ese hombre con complejo de personaje de libro autobiográfico; pero, afortunadamente, ella logró escapar.

Harry Potter y el Juego del DestinoWhere stories live. Discover now