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Capítulo 120

La lluvia torrencial no mostró signos de calmarse. Después de la mitad de la noche, hubo más truenos y lluvia. Parecía estar tratando de sumergir a toda la tribu de osos de invierno.

Algunos senderos escarpados estaban embarrados por la lluvia, y los conos de hielo formados en los árboles gigantes también se rompieron. Cayeron de las ramas altas e hicieron un crujiente '' clic '' cuando tocaron el suelo.

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Desde la noche, se escucharon muchos lamentos de bestias salvajes en el bosque, uno tras otro, creo que fueron golpeados por el cono de hielo que cayó repentinamente.

Para cuidar a los cachorros heridos en la tribu, la gran cueva del abuelo Panda fue requisada, y Xiong Xiaohong y otro demonio del clan oso se ocuparon de ellos.

Xiong Xiu, quien ha recuperado la mayor parte de su espíritu, se sienta en el suave cojín mientras cuida a She Qin y Xiaoying a un lado, mientras se preocupa por la hermana mayor de Qiuqiu que le dará carne seca.

"Pequeña Menta, dijiste cuándo Qiu Qiu será bueno, ¿puedes estar mejor mañana? ¿Cuándo volverá el esposo de Qiu Qiu, puedes regresar esta noche! Menta, hay muchas bestias en el bosque llamando, si ahora estamos ¿Puedes recoger mucha carne cuando sales? "

Xiao Mint tomó la aguja de lana que le había pedido a su abuela que hiciera, y la vistió con pieles según el método que Ruan Qiuqiu le enseñó. Un par de ojos rojos, Wen Yan volvió la cabeza y miró al oso, "No sé ..."

Mo Min es precoz, y no es tan ingenuo como Xiong Wan, y su mente es más sensible. De hecho, se dio cuenta pronto de que el problema es más grave de lo que pensaban.

Originalmente, Mint pensó que después de dejar la tribu de los osos de invierno, la abuela Ruyi también regresó, y sus días pronto mejorarán.

Pero no mucho después de llegar a la Tribu Oso de Invierno, el peligro aumentó, y sus amigos y familiares resultaron heridos uno tras otro, lo que la hizo un poco insoportable.

Xiongwan escuchó que su tono no era bueno, consoló, "Pequeña Menta, no tienes que preocuparte, todos estarán bien".

Xiao Minmin le sonrió sin hablar.

Sabía que Xiongwan era amable, pero en este momento, cualquier consuelo parecía tan débil.

Ella Qin yacía junto a ellos, sus pálidas mejillas se veían débiles, y Mint tejió la lana por un rato, hizo una bufanda y rodeó a She Qin.

Ella sentía que Sheqin siempre había sido inferior antes, quizás porque su ropa estaba demasiado rota.

Xiao Mint tiene la intención de tejer un poco más y hacer una bufanda para Xiao Sheying.

De vez en cuando, se levantaba para ayudar a Xiong Xiaohong a cuidar a los cachorros heridos, rezando en silencio por Ruan Qiuqiu en el fondo de su corazón, que es lo único que puede hacer.

Pero la bendición de Xiao Mint no jugó ningún papel: a la tercera mañana, el clima empeoró y la situación de Ruan Qiuqiu se deterioró aún más.

Su respiración se aceleró, sus labios se desbordaron constantemente de sangre, y el par de marcas de orejas de lobo en su muñeca derecha gradualmente se volvió rojo, como una marca innata.