Enseñame Daddy|| Christopher Velez

4. Me prende.

ANTONELLA JOHNSON.

- No lo diga tan a la ligera Señor Vélez, me gusta atrapar sueños inalcanzables, si algo llega a pasar entre nosotros será por que queremos y necesitamos.- siseo cruzando mi piernas esbeltas y el asiente con una sonrisa.- Todo lo que digamos será por que lo sentimos.

Y que jodida sonrisa más bella que tiene.

- Me gusta tu actitud, haces que todo se vea tan prohibido y más llamativo.- muerde su labio inferior sin borrar la sonrisa de su cara.- como tú.

- Veníamos hablar de trabajo y eso haremos, suelo ser demasiado profesional si es en el ámbito de trabajo, el deseo y las ganas de follar conmigo lo dejamos para después.

Aunque sueno directa y trato de hacer que borre su sonrisa, fracaso y hago que su sonrisa se ensanche más.

- De todos modos serás mia Antonella, ¿Lo sabes verdad?- sirve el Whisky sobre dos vasos de vidrio y me entrega uno a mí.

- Lose, pero quiero ver hasta donde es capaz el Señor Velez hasta lograr lo que quiere.- jamás aparto mi mirada de sus ojos, mientras una sonrisa se curva de manera maliciosa sobre mis labios-. Podemos dejar de hablar de esto y hablar sobre lo que debería importar.

- Pues ahora lo único importante para mí eres tú.

Y de nuevo trae emociones desconocídas hacia mí.

Lleva el vaso de whisky a sus labios tomando un poco de él y lame sus labios de una manera tan provocativa que hace que una corriente me recorra de pies a cabeza.

Por la sensación me obligó a tomar un bocado del Whisky elegantemente.

- Estás dispuesta a cambiar el tema a toda costa Antonella, ¿Verdad?.

Asiento y dejó el vaso en la mesa.

- No le he permitido que me tutee según lo recuerdo Señor Vélez, y si.- sonrió falsamente y el ríe.- Hace calor verdad.

Sonrió y desabotono los primeros dos botones de mi camisa dejando en vista el valle de mis pechos discretamente.

- Usted será la encargada de estar disponible para mí a cualquier hora del día, cumplir todos los caprichos y estar así de sexy y elegante en cualquier lugar que este yo.- de un trago se toma todo el Whisky y se vuelve a servir más en el vaso.

Alzó mis cejas incredulamente y mi cara está mostrando mi inconformidad.

- Estamos hablando del trabajo, ¿verdad?

Lo miro fijamente cruzándome de brazos y el asiente riéndose de mi.

- Claro Señorita Antonella.- sizea y yo vuelvo a tomar un sorbo del Whiskys, quizás tratando de eliminar la tensión que se colaba entre mis hombros-. A lo que yo le refiero es que si nescesito alguna carpeta o documento a las tres de la mañana, usted me llevará el documento en ese mismo momento, si tengo ganas de algún bocadillo francés y tienes que viajar a Francia pues lo haces.

Me evalúa atentamente desvistiendome con la mirada y muerde su labio inferior.

- Y lo de sexy y elegante es para que las personas vean la mujer que tengo de acompañante.- se abalanza hacia mi y sonríe cínicamente.- Y que de una o otra manera será mía.

Joder, que hombre más terco.

Y me prende, lo admitire.