8. Interesado en ti.

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2/2.
Hay un capítulo antes de este por si no saben :).

ANTONELLA JOHNSON.

Se que las miradas que he recibido durante toda la mañana de mis compañeras de trabajo no son nada amigables y que por el hecho de existir me odian, o bueno, solo quieren que no esté en el mismo lugar de ellas.

Excepto Dinora, la morena recepcionista que siempre me atiende con una sonrisa y me pregunta que tal mi mañana.

Llevándome la conclusion de que si quieres rodearte de una energía positiva siempre debes llevarte con ella, y es imposible para mí que alguien me llegue a caer tan bien como ella en tan poco tiempo.

—¿Sigues de zorra Johnson?— quitó la lentes de mis ojos para prestarle más atención.

— ¿Que si tienes cara de zorra?, No, osea desde aquí parece que no, pero de cerca...— la mirada asesina que me envía hace que una risa se me escape de los labios y ella se levanté hecha una furia.

Da grandes zancadas hacia mi resonando de manera tediosa sus tacones en el piso y queda frente a mi escritorio distrayendome de mi trabajo.

—Eres una maldita gata.— el ridículo insulto solo hace más que humillarla a ella.

— Si...— admito lamiendo mi dedo, justo en ese momento en ascensor se abre y el Señor Vélez entra con una carpeta en su brazo mientras habla por teléfono y al notar mi acción deja de hablar para tener los ojos puestos en mi.

Sale del ascensor y Alessandra aclarandose la garganta lo saluda: —Buenos días Señor Vélez.

— Miau...— una risa se me escapa de mis labios ante la ridiculez que acabo de decir y tras fingidamente toser me retractó:— Digo, Buenos dias Señor.

Me levanto y me coloco detrás de Alessandra para maullarle a la vez que ella no hace mas que ponerse roja de la vergüenza por la mirada atenta que nos brinda Christopher.

—¿Que hacen?—pregunta para caminar hacia nosotras y me detengo para dedicarle una sonrisa arrebatadora.

Hoy me siento una perra coqueta.

— Estoy enseñándole un nuevo idioma a Alexis, ¿Verdad?— la miro a ella y está me sonríe de una manera tan falsa que hasta me provocó un escalofrío.

— Es Alessandra...—me corrige entre dientes y después mira al Señor Vélez para sonreírle con descaro.— Es verdad Señor.

—¿Que idioma?— pregunta interesado y río entre dientes para volver a mi escritorio disfrutando de el momento incómodo que está pasando mi querida Alessandra.

Tras ver qué no hace mas que balbucear descido ayudarla:— Idioma de animales, si quiere algún día puedo enseñárselo a usted

Y solo para molestar a Alessandra y alterar a Chris descido guiñarle un ojo de una manera tan sucia.

***
La hora de almuerzo llega y después de coger mi comida y comprando un jugo descido caminar hasta la única mesa vacía que queda en la mitad provocando que todas me observen con tanto despreció.

¿Acaso mate a alguien o robe algo que yo no sepa?

Descido simplemente restarle a todas sus miradas y sacarle provecho a todo esto por qué gracias a eso varios hombres me han dejado sus números de teléfonos o pidiéndome una cita que amablemente rechazo con la excusa del trabajo que no es todo cierto.

Gracias a Dios cerca mío hay un bote y boto los reciduos de basura para volver a mi mesa y tomar mi jugó muy a gusto mirando cualquier guarrada en mi teléfono.

Levanto la cabeza y me encuentro con Dinora frente a mi sonriéndome haciendo que también le sonría al instante.

—¿Hay asiento vacío?— pregunta pero hasta eso ya está sentada dándole un grande mordisco a su sandwich.

— Solo si no vas a mirarme como si quisieras que me extinga— bromeó sacándole una carcajada que me contagia.

Niega dándole otro mordisco para darle un sorbo a su jugo y después mirarme con una sonrisa divertida:— Eres una jodida leyenda.

— Vaya, se siente como recibir un grammy.— es increíble lo divertida que ella está de acompañarme y yo de estar junto a ella.

— Sabes, me alegra de que consiguieras el trabajo y que el Señor Vélez este interesado en ti...— la miro con interés sin dejar de sonreírle.— Alguien tenía que bajar a Alessandra de su nubesita.

—¿Nubesita?— pregunto confundída y tras acabarse todo el sándwich responde mi duda.

— Alessandra creía que al ser la asistente del Jefe por cinco años la hizo convertirse en su novia.

Me atragantó con mi jugó y luego de palmearme yo misma la espalda me recupero.

—¿Pero ellos tuvieron alguna relación?.

Dinora suelta una carcajada muy fuerte provocando que Alessandra que se encuentra a unos cuantos metros lejos de nosotras ahora nos mire con curiosidad.

— No, ni Dios quiera...— se limpia el rabillo del ojo— Alessandra pensaba que como el Señor Vélez jamás tenía interés en ninguna mujer o que le tuviera la confianza como se la tiene a ella que quizás el Señor Vélez tenía sentimientos por ella, incluso aquí venía a presumir que la llevaría a fiestas de negocios pero no por qué quisiera sino por qué era para firmar más contratos o buscar socios nuevos.

Asiento y ella se hace para atrás para tirar el cartón de jugo al bote de basura.

— Debo irme, pero mañana estaré aqui a la misma hora, te veo en la noche.— tras besar mi mejilla desaparece de el comedor dejándome con bestias ambrientas buscando hundirme.

Dejo mi dramatismo de lado y camino hacia la barra de comida y pedir dos sandwich y un jugo ya que no he visto al Señor Vélez bajar a comer o pedir algo a domicilio, en este caso empresa.

Aplastó el último piso y tras llegar camino hacia su oficina para después de tocar la puerta entrar.

—¡Llegó la comida!— grito y el alza la cabeza para sonreírme y caminar hacia mi que me encuentro acomodando la mesa pequeña que se encuentra en vista hacia el ventanal.

—¿A la mujer también me la puedo comer?— pone sus manos en mis caderas hablándome en el oído.

Nos vemos el lunes con más capitulos bebés!
Prometo hacerles un maratón en cuanto lleguemos al 1k de leídas.
Que duerman bien.









Enseñame Daddy|| Christopher VelezWhere stories live. Discover now