20. Boda.

6.6K 352 8
                                    


           ━━━━━━ • ✿ • ━━━━━━

ANTONELLA JOHNSON.

El vestido rojo se ciñe a mi cuerpo como una segunda piel, los lazos en mi espalda apretan el agarre para que la tela se adhiera a mi vientre y a mis tetas que se encuentran libres ya que el vestido no me permite usar ropa interior.

Mi pelo se encuentra recogido en un desordenado moño con mechones rebeldes saltando en el peinado perfecto que me hace ver aún más hermosa y elegante que la estilista profesional me acaba de hacer y cada que me miró en el espejo quedo maravillada con el resultado.

Mi culo siente el frío contacto de la tela y mordisqueó mi labio deseosa por ver la reacción de Christopher en cuanto me vea.

Los tacones me hacen ver aún más alta y con el pequeño corte que tiene al frente se notan mis esbeltas piernas con cada paso que doy.

—¿Que tal me veo?—le pregunto dándome una vuelta a la estilista y está me sonríe orgullosa por su trabajo.

— De muerte señorita.

Sonrió satisfecha con sus palabras antes de colocarme los pendientes con la mediana piedra encrucijada en el arete que no hacen más que hacerme ver como una maldita diosa.

—¿Conoces a la pareja?— le pregunto colocandome una loción corporal en mi cuello observándola através del espejo como guarda todo en un bolso.

— Si, ella es una modelo y el señor es el dueño de una empresa muy conocida en Chicago, así que la mayoría de gente importante y poderosa estarán invitados a esta boda.

— Yo no los conozco— lo admito girandome para ayudarla—. Seguramente deben tener varios años de ser pareja para aceptar dar este paso tan grande.

Ella niega con una sonrisa antes de cerrar el bolso y indicarme que me siente a su lado en uno de los sillones que se encuentran en esta habitación.

— Apenas hace un año se conocieron y hace un mes atrás anunciaron su boda.

—¿Que?— pregunto confundida y ella suelta una risita—. Acaso no es poco tiempo.

— Creo que fue por un acuerdo. Ella es un poco... Extraña, por así decirlo y él, bueno, un mujeriego.

—¿Entonces todo esto es solo por beneficio?

Ella asiente y ruedo los ojos un poco molesta por esta situación tan familiar que se me proyecta en la mente.

— Ella es el tipo de mujer que sacrifica lo que tenga a su alcance para lograr lo que quiere, y el es un poco inmaduro que piensa que todo es un juego.

—¿Como sabes todo eso?

— Por mi trabajo muchas veces me he cruzado con ellos brindándoles mis servicios.

Asiento pensando en la situación tan desagradable que estoy viendo y no puedo evitar hacer una mueca.

¿Quien podría casarse con alguien solo por beneficio? Yo no.

Y es que es algo tan ridículo unirse con alguien que apenas conoces o que te puede llegar a incomodar o simplemente no gustarte tenerlo cerca.

Siento que para llegar al matrimonio se deberían pasar muchas etapas donde ambos se sientan cómodos y felices con la presencia del otro y que sea por que ambos lo deseen y anhelen con su alma, no solo por el simple dinero y beneficio.

Es algo que yo jamás aceptaría o haría y lo digo como prueba de algo parecido que he tenido que atravesar en mi vida, no solo por juzgar.

Saliendo de mi trance de los incómodos pensamientos que tengo me levanto hacia mí maleta abriendo el pequeño estuche negro sacando un pequeño anillo de oro con un diminuto diamante en el centro que hace algún tiempo mamá me obsequió.

Enseñame Daddy|| Christopher VelezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora