Parte I - Carta 6

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29 de septiembre de 1991

Querida amiga:

Tengo un montón de cosas que contarte sobre las últimas dos semanas. Bastantes son buenas, pero otras son malas. Sigo sin entender por qué siempre pasa igual.

Antes que nada, Bill me puso un suficiente en mi redacción sobre Matar un ruiseñor porque dijo que hago frases demasiado largas. Estoy intentando practicar para no hacerlo. También dijo que debería utilizar el vocabulario que aprendo en clase, como «corpulento» e «ictericia». Usaría aquí esas palabras, pero la verdad es que no creo que sean apropiadas en estas cartas.

Para serte sincero, no sé dónde sería apropiado usarlas. No estoy diciendo que no deberíamos conocerlas. Claro que deberíamos. Pero es que nunca, en toda mi vida, he oído a nadie utilizar las palabras «corpulento» e «ictericia». Incluyendo a los profesores. Así que, ¿qué sentido tiene utilizar palabras que nadie más sabe o puede decir con comodidad?

Yo es que no lo entiendo.

Me pasa lo mismo con ciertas estrellas de cine que son malísimas actuando. Algunas de ellas deben de tener por lo menos un millón de dólares, y aun así, siguen haciendo películas. Se cargan a los malos. Gritan a sus detectives.Hacen entrevistas. Cada vez que veo en alguna revista a cierta estrella de cine no puedo evitar que me dé una pena terrible porque nadie tiene ningún respeto por ella, y a pesar de eso, siguen entrevistándola. Y en las entrevistas todas dicen lo mismo.

Empiezan con lo que están comiendo en algún restaurante. «Mientras masticaba delicadamente su ensalada china de pollo, nos habló de su amor».

Y todas las portadas dicen lo mismo: «Nos revela los misterios de la fama, el amor, y de su reciente película/serie/álbumde éxito».

Creo que está bien que los actores hagan entrevistas para hacernos pensar que son como nosotros, pero si te soy sincero, me da la sensación de que todo es una gran mentira. El problema es que no sé quién está mintiendo. Y no entiendo por qué estas revistas venden tanto. Y no entiendo por qué a las señoras que van al dentista les gustan tanto.

El sábado pasado, estaba en la sala de espera del dentista y oí esta conversación:

-¿Has visto esta película? -señala la portada-

-Sí. La vi con Harold.

-¿Qué te ha parecido?

-Ella es un encanto.

- Sí. Lo es.

-Ah, tengo una nueva receta.

-¿Baja en calorías?

-Ajá.

-¿Tienes tiempo mañana?

-No. ¿Por qué no haces que Mike se la mande a Harold por fax?

-Vale.

Entonces, estas señoras empezaron a hablar sobre la actriz que mencioné antes, y las dos lo tenían muy claro:

-Creo que es patética.

-¿Has leído la entrevista en Good Housekeeping?

-¿De hace algunos meses?

-Ajá.

-Patética.

-¿Leíste la de Cosmopolitan?

-No.

-Dios mío, es prácticamente la misma entrevista.

-No sé ni por qué le hacen caso.

Las Ventajas de ser Invisible [Charlie y Tu] -Actualizaciones Lentas-Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum