Parte I - Carta 25

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25 de diciembre de 1991

Querida amiga:

Estoy sentado en el antiguo dormitorio de mi padre en Ohio.

Mi familia todavía está en el piso de abajo. No me siento demasiado bien. No sé qué me pasa, pero estoy empezando a asustarme. Ojalá volviéramos a casa esta noche, pero siempre nos quedamos a dormir aquí. No
quiero decírselo a mi madre porque solo conseguiría preocuparla.

Se lo contaría a Sam y Patrick, pero no me llamaron ayer. Te lo contaría a ti, pero no sé el número de la casa de tus abuelos. Y tu no llamaste tampoco.

Ésta mañana nos fuimos de casa
después de abrir los regalos.

Quizá llamaron por la tarde. Espero que no lo hayan hecho, porque no estaba allí. Espero
que no te importe que te lo esté contando. Es que no sé qué otra cosa hacer. Siempre
me pongo triste cuando me pasa esto, y deseo que Michael estuviera aquí. Y deseo que mi tía Helen estuviera aquí. Echo de menos a mi tía Helen cuando
estoy así. Leer tampoco está sirviendo de ayuda. No sé. Estoy pensando demasiado rápido. Rapidísimo. Como anoche.

Estuvimos viendo en familia ¡Qué bello es vivir!, que es una película muy bonita. Y en lo único que podía pensar era
en que la película debería ir sobre el tío Billy.

George Bailey fue un hombre
importante en su pueblo. Gracias a él, un montón de gente consiguió salir de los barrios pobres. Salvó el pueblo y, cuando
su padre murió, fue el único que pudo hacerse cargo de todo.

Quería vivir una aventura, pero se quedó allí y sacrificó sus sueños por el bien de la comunidad.

Y, entonces, cuando aquello lo entristeció, fue a suicidarse. Iba a morir porque el dinero de su seguro de vida habría ayudado a su familia. Y entonces un ángel
bajó del cielo y le enseñó cómo sería la vida si él no hubiera nacido. Cómo habría sufrido todo el pueblo. Y cómo su mujer
se habría convertido en una «solterona».

Y, este año, mi hermana ni siquiera abrió la boca sobre lo pasado de moda que ha
quedado eso. Un año sí y otro no hace un comentario sobre cómo Mary se ganaba la vida trabajando y que solo por el hecho de no haberse casado no significa que su vida no haya merecido la pena. Pero este
año no dijo nada. No sé por qué. Pensé que podía tener algo que ver con su novio secreto. O quizá con lo que ocurrió en el coche de camino a la casa de la abuela.

Yo hubiera querido que la película tratara sobre el tío Billy porque bebe mucho y es gordo y perdió todo su dinero. Quería que el ángel bajara del cielo y nos enseñara que la vida del tío Billy tenía sentido.

Creí que me haría sentir mejor.

Todo empezó ayer en casa.

No me gusta mi cumpleaños.

No me gusta nada.

Fui de compras con mi madre y mi hermana, y mi madre estaba de mal humor por las plazas de aparcamiento. Y mi hermana estaba de mal humor porque no
podía comprarle un regalo a su novio secreto a escondidas de mamá y tendría que volver por su cuenta más tarde. Y yo
me sentía raro. Muy raro, porque mientras dábamos vueltas por todas las tiendas, nosabía qué regalo querría mi padre que yo le hiciera. Sabía qué comprarle o
regalarle a Sam, a Patrick y a ti; pero no sabía qué podía comprarle o regalarle o hacerle
a mi propio padre.

A mi hermano le gustan los pósteres de chicas y de latas de
cerveza.

A mi hermana le gustan los vales para un corte de pelo.

A mi madre las películas antiguas y las plantas.

A mi padre solo le gusta el golf, y no es un deporte de invierno excepto en Florida, y no vivimos allí.

Las Ventajas de ser Invisible [Charlie y Tu] -Actualizaciones Lentas-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora