Parte II - Carta 39

1.6K 73 29
                                    

23 de febrero de 1992


Querida amiga:


He estado sentado en la sala de espera de la clínica. He estado allí durante una hora más o menos. No recuerdo exactamente cuánto tiempo. Bill me ha dado un libro nuevo para leer, pero no podía concentrarme. Supongo que es lógico. Entonces, intenté leer algunas
revistas, pero de nuevo, me resultó imposible. No tanto porque mencionaran lo que la gente estaba comiendo. Era por las portadas de las revistas. Todas tenían la cara sonriente, y cada vez que salía una mujer en la portada, enseñaba el escote.

Me pregunté si aquellas mujeres lo hacían para parecer guapas o si era solo algo que iba con su trabajo. Me pregunté si tendrían elección si lo que quieren es tener éxito. No podía quitarme esa idea de la cabeza.

Casi pude imaginar la sesión de fotos y cómo la actriz o la modelo, más tarde, se iba a tomar un «almuerzo ligero» con su novio. Podía verlo preguntándole cómo le había ido el día, y cómo ella no le daría demasiada importancia a lo que había hecho, o tal vez, si era su primera portada de revista, le contaría lo emocionada que estaba por empezar a hacerse famosa. Podía imaginarme la revista en los quioscos, y un montón de ojos anónimos mirándola, y cómo algunas personas
pensarían que era muy importante. Y en cómo una chica como Mary Elizabeth se pondría furiosa porque la actriz o la modelo enseñará el escote, igual que todas las demás actrices y modelos,
mientras algún fotógrafo como Craig solo se preocuparía por la calidad de la fotografía.
Entonces, pensé que habría algunos hombres que comprarían la revista para masturbarse con ella. Y me pregunté lo que la actriz o su novio pensarían al respecto, si acaso se les ocurría. Y después pensé que ya era hora de que dejara de pensar porque no le estaba haciendo ningún bien a mi hermana.


Entonces fue cuando empecé a pensar en mi hermana.

Pensé en aquella vez en la que ella y sus amigas me pintaron las uñas, y en cómo no pasó nada porque mi hermano no estaba presente. Y aquella vez en la que me dejó que utilizara sus muñecas para hacer obras de teatro, o cuando me dejó ver lo que yo quisiera en la tele. Y cuando empezó a convertirse en una «jovencita» y no permitía que nadie la mirara porque
pensaba que estaba gorda. Y cómo en realidad no estaba gorda. Y en lo guapa que era verdaderamente. Y en cómo le cambió la cara cuando se dio cuenta de que los chicos pensaban que era guapa. Y en cómo le cambió la cara la primera vez que le gustó un chico que no era de un póster de su pared. Y en cómo le cambió la cara cuando se dio cuenta de que estaba
enamorada de ese chico. Y entonces me pregunté cómo sería su cara cuando saliera de detrás de aquellas puertas.

Mi hermana fue quien me contó de dónde venían los niños. Mi hermana fue también la que se rio cuando inmediatamente pregunté adónde iban.

Al acordarme de aquello, me eché a llorar. Pero no podía dejar que me vieran porque, si lo hacían, tal vez no me dejaran llevarla en coche a casa, y podrían llamar a nuestros padres. Y no podía permitir que eso ocurriera porque mi hermana contaba conmigo, y era la primera vez que alguien contaba conmigo para algo.

Cuando me di cuenta de que era la primera vez que lloraba desde que le prometí a mi tía Helen no llorar salvo por algo importante, tuve que salir afuera porque fue como si recién me diera cuenta de la gravedad del asunto y porque ya no podía ocultárselo más a nadie.

Debí de haber estado en el coche mucho tiempo, porque mi hermana al final me encontró allí. Estaba fumando un cigarrillo tras otro y llorando todavía. Mi hermana llamó con los nudillos a la ventanilla. La bajé. Me miró con curiosidad. Entonces, su curiosidad se transformó en enfado.

-Charlie, ¡¿estás fumando?!

Estaba enfadadísima. No te puedes hacer una idea de lo enfadada que estaba.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 08, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Las Ventajas de ser Invisible [Charlie y Tu] -Actualizaciones Lentas-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora