Las Ventajas de ser Invisible [Charlie y Tu] -Actualizaciones Lentas-

Parte I - Carta 3

11 de septiembre de 1991

Querida amiga:

No tengo mucho tiempo porque mi profesor de Literatura Avanzada nos ha mandado un libro para leer y me gusta leerme los libros dos veces. Por cierto, el libro es Matar un ruiseñor. Si no lo has leído, creo que deberías hacerlo, porque es muy interesante. El profesor nos ha encargado que leamos solo unos cuantos capítulos de momento, pero no me gusta leer los libros así. Ya voy por la mitad, y eso que acabo de empezar.

Paso la mayoria del tiempo leyendolo para terminarlo pronto, como en el almuerzo en el 《Centro de nutrición》; aunque no lo creas, ya me estoy acostumbrando a llamarlo de esa forma. A mi hermana no le agrada, sin embargo. Cada vez que me oye decir eso me corrige y me dice que lo llame simplemente Cafetería; nunca le hago caso y ahora solo se limita a rodar los ojos cuando me oye decir la frase: 《Centro de nutrición》. 

Me he dado cuenta de que coincidimos en dos clases, espero que no me notes demasiado. No creo que lo hagas, de todos modos. No he hablado con alguien a parte de los dos chicos de los que te hablé en mi anterior carta. Ya veo por qué muchos dicen que la secundaria es peor que la primaria. 

Tenía un plan: iba a imaginar que mi primer día de clases era el ultimo. Pero no resultó como esperaba. En realidad no me ayudó en absoluto. Ahora cuento los días para que termine la secundaria: "1385" dias. Se que no creerás que soy raro por contar los días que faltan para que termine la secundaria, no eres esa clase de persona. Por eso me agradas. Y me estoy saliendo del tema. 

De todas formas, la razón por la que te escribo es porque vi a mi hermano por televisión. Normalmente no me interesan demasiado los deportes, pero esta era una ocasión especial. Mi madre empezó a llorar, y mi padre la rodeó con el brazo, y mi hermana sonrió, cosa rara porque mis hermanos siempre se pelean cuando él está por aquí. Pero mi hermano mayor ha salido en la televisión y, hasta ahora, ha sido lo mejor de las dos semanas que llevo en la secundaria. Lo echo de menos muchísimo, lo que es extraño, porque nunca hablábamos demasiado cuando estaba aquí. Tampoco lo hacemos ahora, para serte sincero. Te diría en qué posición juega, pero como te conté, me gustaría mantenerme en el anonimato contigo. Espero que lo comprendas.

Con mucho cariño,

Anonimo.