Charlas en el tejado (Midas King #1 y #1.5)

Capitulo 26

Skyler.

Un grito sale de mi garganta mientras me saco los pantalones antes de comenzar a llorar, solo hacía un par de meses que me compre unos jeans y automáticamente dejaron de quedarme, esta bien que mis kilos de mas en los costados de mi cadera y mis piernas se notaran. Pero yo estaba segura de que con tanta caminata o mis viajes en bicicleta, algo tuve que haber bajado.

Estaba poniendo alguna de mi ropa en donaciones, es algo que siempre hago cuando me doy cuenta que no uso la mitad de mi guardarropa.

La puerta de mi habitación se abre, donde Dafne me mira.

—No grites, estoy grabando un video de maquillaje para mi canal de YouTube.

—Entonces sigue.

—Ahora quiero saber que te pasa.

—¿Enserio?—pregunte viéndola, Dafne se encoge de hombros.—Solo estoy quejándome que un pantalón no me queda, hace unos días que si me quedaba.

—Eso es porque no haces mas que comer.

—Vete.

Dafne bufa cruzándose de brazos mientras me mira.

—Solo soy honesta, Sky. Deberías considerar cuidar mejor tu imagen, enserio, esfuérzate mas no te matara bajar unos kilos.

No le conteste, decidí ignorarla, Dafne no espera ninguna palabra de mi parte, solo escucho la puerta de mi cuarto cerrarse indicando que se había ido. Suspire pesadamente mientras me siento en mi cama tras sacarme los pantalones, ¿Cómo ponerme de mal humor y triste en un minuto? ¡Fácil!, solo denme unos pantalones de talle pequeña.

Me saque los mismos colocándome otros que me quedaban mejores, mientras terminaba de poner toda la ropa para donar. Ramona ingresa a mi habitación con la caja de la ropa que ella iba a donar a mi cuarto.

—Listo.

—¿Qué acaso los llevare sola?

—Si.—dice encogiéndose de hombros.—No tengo ganas de caminar, y Dafne dijo que te vendría bien.

-Deja la caja y vete.-dije entrecerrado los ojos, Ramona me hizo caso sin cuestionar nada, solo deja la caja en el suelo antes de voltearse e irse. Suspire pesadamente mientras sigo con lo demás, cuando termino de armar las cajas.

Papá ingresa a mi habitación donde se tropieza con una de esas cajas.

—¿Quieres que te lleve?—pregunta, levanto la vista, papá no estaba en pijama, y eso me sorprendía. Se veía bastante pulcro en un traje azul oscuro, su cabello rizado estaba mejor acomodado que otros días y sus anteojos esta vez no estaban torcidos. En sus manos veo un sobre.

—¿Qué haces vestido asi?

Papá se mira y luego me sonríe.

—Tuve un arranque de inspiración, y termine diez capítulos de mi nueva novela.—dice él.—Lo llevare a la editorial para que me digan y hablaremos de publicación.

—Eso es...¡genial!—dije abrazándolo, los chicos tenían razón, de alguna forma la charla con mamá lo ayudo mas que estancarlo. Papá necesitaba respuestas que ella le dio, y lo e visto mas alegre estos días que los últimos seis años, y eso me ponía feliz por él.

Papá besa mi coronilla y luego nos separamos del abrazo, cuando me extiende el sobre.

—Esto es para ti, lo dejo el cartero.