Charlas en el tejado (Midas King #1 y #1.5)

Capitulo 25

Skyler

Estuve un largo rato bajo la lluvia de la ducha mientras el agua caliente golpeaba mi cuerpo, hoy estaba por casarme, estaba a horas de que fuera mi boda. Pero en mi cabeza, todo lo que se repetía en este momento, era la noche anterior. Los besos con Pery, sus manos en mi cintura, sus ojos viéndome, las palabras que nos dijimos, los susurros nocturnos y nuestros cuerpos uniéndose. 

Una parte de mi, seguía ahí, dormida a su lado, una parte de mi me estaba arrastrando a que vuelva. Pero no podía hacerlo, tenia que concentrarme en lo importante. Cierro la llave de la ducha y salgo de la misma colocándome la bata de baño, me acerco al espejo donde con mi mano la paso por todo el espejo empañado y me observo antes de resoplar.

Observo mi mano izquierda donde descansa el anillo de compromiso, y me permito fantasear un poco, ¿Cómo hubiera sido si no hubiera acabado todo en aquel aeropuerto?, ¿estaría por casarme con Percy?, ¿viviríamos juntos en una linda casa?. Negué con la cabeza, ¡debía concentrarme!, voy a casarme.

—Amo a Tom.—dije a mi reflejo.—Por eso voy a casarme, ¿no? Porque amo a Tom y nos iremos a Canadá.

Escucho una risa sarcástica en mi cerebro junto a las palabras de "créetelo tu misma ,amiga".

El fuerte ruido del timbre hace que me alarme y camino descalza hasta la puerta, al abrirla me encuentro con mi mamá tenía una falda hasta las rodillas de color rosa suave, y una remera blanca decorada con varias flores, su cabello el cual se encargaba de teñirse para que no se le notaran las canas estaba acomodado en un perfecto moño, me sonríe pero su sonrisa se va borrando de a poco donde comienza a fruncirme el ceño al ver mi estado realmente lamentable y para nada listo.

—¡Sky!, ¿y tus damas no están aquí para ayudar a vestirte? ¿Volvieron tarde de tu despedida?—pregunta ingresando a mi departamento.

—Yo...

—No importa, ven, yo me encargo mientras tu llamas a tus damas de honor, tenemos pocas horas antes de que te cases.—comenta ella agarrándome de la mano, coloca una silla frente al pequeño espejo para mirarme, ella comienza a trabajar a mi alrededor.

Mamá peinaba mi cabello con sumo cuidado, mientras veo su reflejo sonreír en el espejo, mientras que mis dedos se mueven por la pantalla del celular mandándole mensajes a mis damas de honor. 

—Recuerdo cuando tenía que peinarte para que fueras a la escuela.—dice en un tono nostálgico mientras se colocaba hebillas en la boca.—Me costó domar tu cabello rizado, siempre te molestabas cuando intentaba peinarlos.

Suspire mientras busco el esmalte rosa claro para pasarlo por mis uñas. No me interesaba abrir una vieja caja de los recuerdos y hablar de mi niñez con mamá, tuve una niñez feliz si soy honesta, mamá estaba presente, jugábamos mucho, armábamos obras de teatro en el patio trasero de mi vieja casa mientras papá escribía o estaba con nosotras. 

Hasta que decidió escaparse, y perder todo el contacto conmigo porque ella quería ser feliz, y yo no era suficiente. Irse a perseguir sus sueños donde no consiguió la grandeza que buscaba, y aun así, jamás volver.

—Esto me recuerda a mi boda.

—Claro, fue hace unos años.—dije destapando el esmalte. 

—No hablaba de esa, si no con tu padre.—dice y fruncí el ceño, pero ella no se da cuenta.—Fuimos a una linda capilla, amigos cercanos, tenia un vestido bastante cómodo y bonito con unos adornos...