Capítulo 47

1.8K 115 5
                                    


Después de que pasaran los brindis, la cena y la partida del pastel, quedaba el vals de la novia y tirar el bendito ramo del que estoy huyendo, para disfrutar plenamente de la fiesta, durante todo ese tiempo no he recibido alguna otra palabra o mirada de mi acompañante, tampoco lo busco, no lo quiero molestar.

El papá del Ana empieza a danzar con ella una dulce melodía, mientras muchos lloran y graban con sus celulares, otra cosa que nunca voy a tener, un baile con mi papá. Pasados unos minutos, se dan un abrazo y la entrega a su esposo, sigue sonando la misma música hasta que cambia a una más movida, para que los invitados los acompañen en la pista.

-¿No van a ir a bailar?- pregunta su madre, quien aun nos acompañaba en la mesa.

-Seguramente, un poco más tarde- contesto con simplicidad, así evitando que me haga mas preguntas.  De momento resultamos ser básicamente los únicos sentados, empieza a sonar una canción medio lenta de Demi Lovato, no se si es adecuada para un matrimonio, pero a fin de cuentas no soy yo la Dj.

-¿Vienes?- Ian se levanta y extiende su mano, la tomo con nervios y vamos hasta la pista. Allí parece que nada entre nosotros estuviera pasando, me agarra bien de la cintura y bailamos al ritmo de la música. 

Toda la canción me pareció hermosa, dice cosas muy lindas, pero cuando dice "Everything I need. Is standing in front of me. I know that we will be alright" (Todo lo que necesito. Está parado frente a mí. Se que estaremos bien) Sentí que caló en lo profundo de mi corazón, ¿y si me estoy equivocando? ¿debería dejar todo y quedarme con Ian?

Le doy un beso que no tarda en corresponder, seguimos tomando cocteles y bailando hasta que fue de madrugada, el saco de Ian no sabemos donde quedó y yo voy con mis tacones en la mano. El mismo hombre que me recogió en la tarde, esperaba en la entrada, alcanzamos a despedirnos de los novios y nadie más, no estábamos borrachos pero se nos movía un poco el piso.

-Estoy agotada- me recuesto en su hombro y cierro un rato los ojos, mientras con su mano acaricia mi pierna derecha. No dormí, por lo que pude escuchar un poco la conversación de Ian con su guarda espaldas/chofer, no era nada importante, le estaba dando como un informe de la semana.

-Llegamos- agarra mis tacones y me ayuda a bajar. Vamos al ascensor en silencio pero tomados de la mano, ya en el departamento empezamos a cambiarnos de ropa y alistarnos para dormir, espero que se termine de lavar los dientes para ir a la cama juntos, lo abrazo por detrás y aprovecho para tocar su pecho desnudo y bien formado, su piel es tan suave, parece un bendito bebé. 

Lo miro a través del espejo mientras empiezo a bajar mi mano y la meto en su pantalón de pijama, lo que causa un escalofrío en su cuerpo.

-¿Qué haces?- dice después de secar su boca con una toalla.

-Te estoy tocando- afirmo con seguridad, veo como su pecho empieza a subir y bajar más rápido, el azul de sus ojos se va tornando poco a poco mas oscuro, agarra fuerte mi mano, la saca de ahí y se da la vuelta, lo miro fijamente a los ojos, hasta que me alza en brazos y me pone encima del mueble del baño.

-¿Esto es lo que querías?- incluso su voz se escucha más gruesa. Asiento con mirada inocente, pone una de sus manos en mi cuello y me atrae hacia él, con su otra mano empieza a acariciar mi pierna -¿te gusta que yo te toque?- vuelvo a asentir, levanta mi blusón y se adentra entre mis dos piernas hasta que llega al punto más sensible, empieza a frotarlo sin dejar de mirarme.

Ejerce un poco de presión en mi cuello sin llegar a hacerme daño, ahora soy yo la de la respiración acelerada, un inesperado gemido sale de mi boca, lo cual hace que Ian sonría, se acerca a mi y deposita un casto beso en mis labios. Su toqueteo se hace más rápido, empiezo a perder la cordura poco a poco, quita su mano de mi garganta y agarra mi cabello, tira de el hacia atrás para poder besar mi los costados de mi cuello con facilidad, lo mordisquea delicadamente lo que hace que mi cuerpo se llene de corrientazos, cuando estoy a punto de llegar, para cruelmente.

-¿Quieres que te haga venir?- ruego para que siga, aprieta mis glúteos con su mano sobrante antes de empezar de nuevo a tocarme, ni un minuto pasa antes de que explote, mi cuerpo empieza a temblar involuntariamente, jadeo satisfecha ante su atenta mirada.

Mete sus dedos en mi boca para que saboree un poco, me bajo del mueble y me acerco para besarlo, me pone contra la puerta, toma mis piernas y me alza, me abrazo con ellas a su cintura, su lengua juega con la mía, empieza a caminar fuera del baño, me deposita en el suelo nuevamente al llegar a la cama, me quita mi blusón dejándome completamente desnuda, luego se quita su pantalón, liberando su gran miembro.

Agarra mis hombros y hace presión en ellos hacia abajo, logrando que me arrodille ante el, acaricia mi rostro mientras me mira con su cabeza un poco ladeada, envuelve mi cabello en su mano para poder acercar mi rostro a su pene, mojo mis labios y empiezo a lamerlo, a cambio recibo gruñidos de su parte, lo tomo también con mi mano, para hacer un movimiento completo, me guía con su mano haciendo que vaya más profundo, su respiración se vuelve demasiado agitada, le regala a mis oídos unos deliciosos gemidos varoniles, acelero mis movimientos hasta que se viene en mi boca, lo trago con facilidad ya que el suyo sabe muy simple. Mira hacia abajo y vuelve a acariciar mis rostro con una sonrisa seductora, me toma nuevamente del cuello haciéndome levantar.

Se recuesta en la cama y me pone encima suyo, se lame los dedos para luego rozarlos en mi vulva, le ayudo a acomodar su pene en mi entrada, lo mete lentamente hasta que entra completo, empiezo a mover mis caderas y me apoyo en su pecho, siento que sus ojos me atraviesan, toca mi cuerpo con sus manos, acaricia mis senos, aprieta mis muslos, toma mi cuello y sonríe ante mi atenta mirada.

-Me gusta cuando eres una niña buena- sus palabras hacen que sienta cosquillas en el estómago, se levanta un poco para alcanzar mi boca, con agilidad cambiamos de posición, pone mis piernas en sus hombros y me embiste con mas fuerza, gemimos al unísono, beso su cuello dejando pequeñas marcas, descansa apoyándose completamente en sus rodillas, agarra mi rostro con fuerza, me duele un poco ya que mis cachetes se presionan con mis dientes, nos besamos como unos salvajes, muerde mi labio antes de lograr voltearme, me pone en 4, acomoda su miembro y me vuelve a embestir, esta vez con mucha más fuerza.

Acaricia un rato mi espalda, mis muslos, hasta que agarra mi cabello y tira de el hacia atrás, empiezo a sentir un poco de dolor sin dejar de lado el placer, me da con tanta violencia que pienso en decirle que pare, pero ya estoy cerca de terminar, gimo fuerte, hasta que logro venirme, se asegura que lo haya obtenido para él venirse luego, lo saca antes así que su líquido cae en mis nalgas y se escurre por mis piernas. Me recuesto boca abajo para no ensuciar la cama, Ian se acomoda a mi lado mientras recuperamos básicamente nuestra alma, cuando me logro recuperar, voy directo a la regadera, no voy a dormir así. 

Espero que el agua se caliente lo suficiente para meterme completa, cierro los ojos y empiezan a pasar por mi mente imágenes de Ian, lo de esta noche fue diferente, se sintió diferente, como si estuviera furioso y se desquitara conmigo, no debo decir que no me gustó, pero hizo que me sintiera rara. Después de aproximadamente media hora salgo envuelta en una toalla, Ian está ya bañado, con un pantalón diferente puesto y una camisa en su hombro.

-¿Cuando pensabas decirme que te ibas mañana?- pregunta con frialdad.               

Volver A EmpezarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora