Capítulo Extra

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Ian's POV

Después de la partida de Maggie sentí que el mundo se me venía encima, fue mucho peor que la primera vez que me dejó, no sabía que diablos hacer.

Extrañaba verla, dormir con ella... Pensé que los primeros días serían difíciles pero me terminaría acostumbrando. Qué equivocado estaba.

Entro al apartamento, prendo la luz de la sala, me dirijo hasta ella y dejo mis cosas en el sillón, sirvo un whisky y me siento, suspiro antes de darle un trago.

-Alexa, apaga las luces- no se como lo hace, pero ese aparato es como un regalo del cielo, Ana lo instaló hace unos días.

La oscuridad me permite ver con más claridad las luces de la ciudad, a Maggie le gustaba verlas. El silencio se volvió algo constante, ni siquiera antes de volvernos a encontrar se sentía este vacío.

-hola Ian- habla mi hermana, estaba tan concentrado en mis pensamientos que no me di cuenta cuando llegó.

-hola- se sienta a mi lado sin prender las luces.

-Ian... No aguanto verte tan triste, mamá está preocupada, no hablas, no comes, no duermes, ni siquiera en el trabajo te está yendo bien- se refiere a la junta de esta mañana, no le pude prestar atención a nada de lo que decían.

-no pasa nada Anastasia, en unos días se me pasará- se que me mira mal.

-¿por qué no te vas con ella?- volteo a verla como si lo que dijera fuera la cosa más loca del universo -es enserio, hoy estuve pensando un plan, creo que puede servir, no te podrías ir ya, pero en unos meses seguro podrán estar juntos, tendremos que trabajar mucho...- lo pienso un segundo, puede ser muy difícil que yo me vaya, pero si Ana cree que puede pasar, no hay razón para no intentarlo.

Después de ese día hemos trabajado como nunca en nuestras vidas, finalizamos proyectos, concretamos contratos, terminamos de abrir las nuevas oficinas, básicamente hicimos todo lo que se había firmado con mi nombre, de ahí en adelante seguirá apareciendo el de Anastasia. Escasamente nos quedaba tiempo de dormir, pero a los dos nos daba mucha emoción, no tuve tiempo de hablar con Maggie ni de contarle lo que estaba haciendo aquí, mi plan es ir donde ella y ver que pasa, si es necesario "conquistarla" de nuevo, seré la persona más cursi y detallista del mundo.

Finalmente llegó el día, tendría que venir una semana cada dos meses para la reunión de accionistas y otros asuntos importantes, de resto trabajaré a distancia pero el control lo llevará Ana; vendí en departamento, los coches, dejé algunas cosas en casa de mamá y empaque solo lo importante, ya tenía el vuelo y la habitación de hotel.

-te voy a extrañar mucho mi niño- dice con nostalgia mamá, la abrazo fuerte, igual que a papá y mis hermanos. No es como que me vaya a ir para siempre, pero son bastante emocionales.

Después de despedirme de todos, entro al aeropuerto con mis maletas, espero que estas horas se pasen muy rápido.

El paisaje es verdaderamente hermoso pero el clima es desesperante, me va a costar un poco acostumbrarme, en el hotel hago la respectiva búsqueda, en Internet aparecen fotos de la galería y de Maggie, ha hecho muchas cosas estos últimos meses, precisamente mañana habrá un evento y es de acceso público, quizás sea una buena oportunidad para verla.

Llego a la dirección que indica su página web, es mucho más grande y hermosa de lo que se ve en fotos, el lugar está lleno de personas, al entrar ella se encuentra dando un discurso, se ve hermosa, termina a lo que la celebramos con aplausos, pero pronto veo que se acerca a un chico rubio con una gran sonrisa, decido quedarme atrás antes de decidir aparecer frente a ella. Los observo con nervios ¿y si es su nuevo novio?, el le trae unos tenis y se los cambia mientras ella se sienta y habla con otras personas, mi corazón está tan acelerado que parece que se fuera a salir de mi pecho, cuando empieza a saludar a las personas del evento, decido retirarme.

Camino hasta el hotel con el corazón roto, parecían muy cercanos... ¿Qué hago si resulta estar enamorada de él? Sin importar la hora, le escribo a Ana, necesito un consejo urgente.

Ian: estaba con otro hombre, parece que fueran novios ¿que se supone que haga?

A los minutos recibo su respuesta.

Anastasia: no importa, si hoy no pudiste, ve mañana, no puedes hacer de cuenta las cosas, quizás no es su novio, necesitan hablar...

Decido dormir, aun sigo cansado del vuelo, espero que no sea lo que estoy pensando.

A la mañana siguiente voy a una floristería, le mando las flores más grandes y hermosas que tienen, sin remitente ni mensaje. Desayuno en un lindo restaurante y doy un paseo antes de llenarme de valor e ir donde ella.

-hola, buenas tardes, mi nombre es Lydia, ¿en que te puedo ayudar?- me mira fijamente como si fuera un muñeco raro.

-hola, me gustaría hablar con Maggie ¿ella se encuentra?- están por salir destellos de sus ojos.

-si, ya mismo le aviso- sube por unas escaleras y no demora mucho en bajar -disculpe, pero se encuentra muy ocupada, puede llamarnos el horario laboral o venir otro día, de seguro lo podrá atender- sonríe.

-le podrías decir que yo espero, solo quiero hablar con ella de nuevo- frunce el ceño antes de irse nuevamente. Si voy a esperar a menos me entretengo con algunas obras, son bastante interesantes, las demás personas hablan de la composición y otras cosas que definitivamente no comprendo, un silencio incómodo invade todo el piso, así que decido dar la vuelta, encontrándome con ella detrás. Sonrío levemente al ver sus ojos llenarse de lágrimas -hola, ¿te gustaron la flores?-
Se abalanza sobre mi en un fuerte abrazo, creo que no esperaba esta reacción, pero agradezco tenerla.

Después de hacer esa pequeña escena subimos a su oficina, se le ve muy emocionada por mostrarle el lugar.

-y aquí paso prácticamente todo el día- sonríe ampliamente, la detallo lentamente, se ve muy acogedora -¿de verdad no te vas a ir?- no me cree.

-no me voy a ir de tu lado a excepción de una semana cada dos meses que tengo que ir a la empresa- me abraza de nuevo, cuanto extrañaba esta sensación de paz.

-voy a terminar de firmar unas cosas y nos vamos ¿si?- asiento, se pone detrás de su escritorio para leer con cuidado cada papel en el que escribe. Con su reacción debería pensar que el rubio no es su novio, es decir, nos besamos, no haría eso si tuviera pareja -¿qué piensas?- la volteo a ver ¿le digo?... Mejor espero un rato.

-nada especial- sonrío, sigue con sus cosas en silencio, me gusta verla así, tan diferente al primer día que la vi en mi vida, por fin se ve genuinamente feliz.

Después de terminar, me presenta con su personal, les dice que me verán por acá mucho tiempo, pero nada más comprometedor. Me lleva a su casa, tan de su estilo, se siente muy acogedora.

-¿donde te estas quedando?- me pregunta mientras revisa su nevera.

-en el Golden Hill- me voltea a ver con una ceja levantada, me río ante su expresión.

-eso es extremadamente caro, si quieres hoy mismo podemos ir por tus cosas y te instalas aquí de una vez- sus palabras me sorprenden un poco -si quieres... también podemos buscar un lugar si prefieres vivir solo- frunzo el ceño.

-para nada, me parece bien mudarme contigo- sonríe de nuevo.

Estuvimos el resto de la tarde hablando un poco, estábamos tan felices que parecíamos dos chiquillos, también nos dimos muchos besos, me hacían más falta que cualquier otra cosa.

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