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Capítulo 23

El viaje fue ameno, nunca había viajado en un avión privado, fue grandioso, pude cambiarme de asiento las veces que quise, pedí todas las bebidas que se me antojaron, caminé por todo el lugar, eso si, con la mirada de Louis sobre mi siempre

-Maggie ¿quien es tu compañera de habitacion?- pregunta Renata, mi nueva mejor amiga

-no tengo ¿tu si?- pregunto extrañada

-si, estoy con Lili en la 345- miro el numero de mi llave

-yo estoy en la 541- casi tres pisos arriba

-que raro- no presto atención alguna, debe ser que ya no habían mas habitaciones en ese piso y me pusieron en el mismo que Louis 

-chicas, voy a mi cuarto, si me necesitan estoy en el 541- agarro mi maleta y subo admirando el paisaje, el hotel da con el mar así que se puede escuchar el movimiento de las olas

-¡hey, mon amour!- el francés impide que las puertas del elevador logren cerrarse y entra en el reducido lugar

-hola Louis- me mira de arriba a bajo mientras sonríe socarrón

-eres hermosa Maggie- extrañamente mi corazón empieza a latir con fuerza

-gracias... ¿que vamos a hacer ahora?- desvío el camino que iba a tomar la conversación

-lo que tu quieras, estoy a tus ordenes- se acerca peligrosamente

-me refiero a todos- pongo mi mano en su fuerte pecho eliminando su cercanía   

-empezaremos a trabajar mañana, hoy pueden hacer lo que les plazca- definitivamente su acento es lo mas raro que haya escuchado en mucho tiempo    

-okay- gracias a Dios se abren las puertas permitiendo que pueda escapar de esa bochornosa situación

La habitación es hermosa, el balcón es un poco pequeño pero bastante agradable y la vista, ni que decir. Guardo mis cosas en el armario y me dispongo a darme un baño bien frío; escucho mi móvil sonar con desespero, voy en busca de este aun con la leve esperanza de que sea Thomas quien me busca pero como siempre, es otra persona, en este caso Renata

-hola Ren- saludo desanimada -¿que pasa?

-¿pero que te pasa? ¡estamos en Sydney! No puedes estar triste- exclama desde el otro lado de la línea

-¿que dices? Yo no estoy triste, loca

-va, digamos que te creo... Maggie vamos a ir a la alberca ¿vienes?

-si, ya bajo

Busco un traje de baño entre mis cosas, rápidamente me lo pongo, me cubro con una linda salida de baño y voy a la piscina a encontrarme con las chicas

-¡madre mía! ¡pero que cuerpazo!- el comentario de Renata hace que me sonroje con rapidez

-callate Ren, nos están mirando- varias personas nos miran con curiosidad y otras con morbo 

-pero si estas guapisima, con razón traes loquito a Farrugia- abro mis ojos sorprendida

-¿que te pasa? ¡claro que no!- no puede ser cierto, soy una chica corriente

-¿que te pasa a ti? ¡Maggie estas ciega! ¿no te has dado cuenta que te da un trato especial?- niego con mi cabeza, me rehuso a pensarlo

-no digas locuras Renata, no quiero que las demás piensen cosas que no son

-esta bien, ¿nos bronceamos?- cambia finalmente de tema

-va- nos echamos bronceador y nos ponemos bajo el sol por un rato.

-Maggie- abro mis ojos aun somnolienta -ya es suficiente, levantate de ahí o quedaras como un carbón- Louis me extiende su mano para que me pueda levantar

-gracias- no se ni cuando fue que me quede dormida

-no es nada- el francés tiene su cabello mojado y pequeñas gotas recorren su pecho; antes de que Louis pudiera hacer algo entro a la pileta para refrescar mi piel mas dorada de lo normal -siento que escapas de mi- susurra en mi oído

-es solo impresión tuya- siento su cuerpo rozar con el mio de una manera muy sexual

-¿segura?- deposita un beso sobre mi hombro, miles de sensaciones se desataron en la parte baja de mi abdomen lo cual me hace sentir culpable, porque aun amo a Thomas y justo ahora estoy con otro hombre

-si, segura- me suelto de su agarre y voy donde las chicas para "refugiarme"

-¡Filles! ¿como va todo?- su mano recorre un camino desde mi espalda hasta mis caderas

-muy bien Louis, muchas gracias por esto- agradece lili

-no es nada filles, ganaremos mucho dinero con esto...- lo miro de reojo un poco molesta -las espero en el lobby a las 8:00, vamos a festejar toda la noche, no puede faltar ninguna- siento un leve agarrón en mis glúteos
-pasaremos muy bien los dos- dice casi sobre mis labios

-chicas, yo ya me voy- aviso a las demás antes de recoger mis cosas y largarme de ahí 

-y dices que no me evitas- lo escucho de nuevo mientras espero que el elevador abra sus puertas

-no puedes simplemente estar tocandome sin mi consentimiento Louis- le doy la cara furiosa

-vamos, no te enojes belle fille- intenta agarrarme pero agilmente lo esquivo

-es en serio- sonríe de lado

-esta bien, no volveré a hacer nada que no quieras- entramos juntos al ascensor en completo silencio -¿no te provoco nada?- pregunta de repente -¿o tienes novio?

-acabo de terminar una relación y me siento incomoda- me sincero

-ya entiendo- se acerca de nuevo y mi corazón empieza a descontrolarse -yo puedo hacer que lo olvides- extrañamente me hace gracia

-no seas ridiculo- río levemente -nos vemos en la noche- empiezo a caminar fuera del pequeño lugar pero Louis me devuelve con fiereza

-hablo enserio- aclara a pocos centímetros de mi boca

-yo tambien- intento soltarme pero es imposible, es mucho mas fuerte que yo y eso me excita

-solo tienes que dejarte llevar- se acerca mas a mi rozando su lengua por mis labios y agarrando mis glúteos como si fueran un simple trozo de carne

-ya dejame- mi respiración es entrecortada y mi estomago esta en descontrol

-como tu quieras- muerde mi labio inferior con sensualidad antes de dejarme ir; camino con rapidez hasta mi habitación y me encierro con llave

¿que estoy haciendo Dios mio?