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Capítulo 51

Capitulo sorpresa: Ian's POV parte 1/2

3 días des de la boda de Esteban y Natt

-Ian ¿Cuándo piensas sentar cabeza?- pregunta la rubia semidesnuda en la cama -no digo que no disfrute estar así contigo y mucho menos que quiera ser yo con quien te cases y esas cosas, pero ya es hora ¿no? ya pasó mucho tiempo desde lo de Amber- se podría decir que somos amigos con derechos, sabe un poco de mi vida, pero no o suficiente.

-Creo que es mejor que no opines- odio que se metan en mi vida.

-Esta bien, solo digo que llevar este tipo de "vida secreta" no te va a llevar a nada bueno, ocultas muchas cosas... Todos creen que eres una persona muy distinta- se acerca a mi, le tomo el rostro con firmeza, para que vea quien manda.

-No te metas- le doy un beso antes de soltarla -me avisas cuando te vayas- salgo de casa directo a la empresa. Es cierto que sigo llevando un estilo de vida distinto al de los demás, pero después de que Maggie se fuera, me vi obligado a aparentar que había cambiado, así fuera un poco, y si analizamos bien las cosas, sí cambie pero para mal. El Ian mujeriego volvió con mas fuerza que antes, creo que fue la única forma que encontré para sobre llevar las cosas.

Es cierto que no intenté buscarla, pero no dejaba de pensar en que estaría con alguien más y tendría una vida que no me iba a pertenecer, sin embargo nunca dejé de lado la esperanza de encontrarla de nuevo. 

-Buen día jefe- saluda mi secretaría, ahora que Ana me ayuda, no tengo tanto trabajo, pero sigo siendo yo quien se encarga de los tratos sucios -ya está reservada la habitación de hotel y el vuelo sale mañana en la noche- tengo una invitación a una importante boda, no son los planes que más me gusten, pero me hace falta un respiro.

-Esta bien, gracias- me encierro en el despacho el resto del día, como de costumbre, en la noche voy a casa y al día siguiente alisto mi maleta, no quería ir a la oficina pero tenia que solucionar algunas cosas, por lo que me paso el día entero en el computador. 

Llamo a uno de mis guardaespaldas para que me lleve al aeropuerto, la vida con ellos es más fácil.

-Que tenga un buen viaje jefe- horas después, ya estaba tranquilo en la cama de la habitación. Debo admitir que me gustan los hoteles más de lo que debería.

Día de la boda 

Había una cantidad impresionante de gente, siento que las bodas deberían ser más personales, tomo asiento en una banca para escuchar al padre decir su discurso, tanto silencio me va a matar, siento que me voy a dormir en cualquier momento así que volteo a ver a mis alrededores, de causa gracia saber que no soy el único, hay más de una señora dormida. Una persona en especial llama mi atención, siento que la conozco, pero no logro ver su rostro. Al momento de decir los votos el padre pide que nos levantemos de nuestras sillas, lo hago sin dejar de ver a esa atractiva mujer, hasta que se da cuenta de mi presencia y me mira con esos ojos penetrantes. Era ella.

Un hombre está con ella, le habla casi que al oído, pero ella no deja de observarme, la toma de la cintura, lo que despierta en mi sentimientos que pensé, estaban muertos. Se muestra incomoda, mira a su acompañante antes de quitar su mano para entrelazarla con la suya,  me voltea a ver nuevamente, a lo que respondo con una sonrisa apenas reconocible.

Se acaba la ceremonia, por lo que decido ir directamente a la recepción, quiero darle tiempo a que se reponga, parece que se sorprendió bastante. La veo entrar, parece toda una modelo, con ese vestido, el cabello, su maquillaje, Maggie es hermosa, pero hoy se superó a ella misma, la observo en silencio, mira a su alrededor, supongo que me está buscando, después de un rato se levanta, así que voy detrás de ella.

Espero paciente fuera del tocador de damas, quiero ver su cara más de cerca. Sale con su frente en alto y una sonrisa, la cual se borra al instante que me ve, se queda quieta mientras nos observamos, no sabe que hacer, así que tomo la iniciativa y camino hacia ella.

-Señorita Lambert...- responde seca a mi saludo -... Estás más hermosa a como te recordaba- me acerco aún más, con ganas de tocar su delicado y suave rostro, pero da un gran paso atrás. Se despide de mi y se va casi corriendo a los brazos de su acompañante, la pierdo de vista por un momento, pero al minuto vuelve hecha una furia, seguida del tonto ese.

Están teniendo una fuerte discusión, me pongo alerta por si se atreve a levantarle la mano, aunque parece que es ella la que se esta conteniendo para no matarlo, finalmente se va, dejándola para mi solo, decido acercarme a ella, tiene los ojos llorosos y sus manos tiemblan, realmente necesita un trago, así que le ofrezco el mío.

-¿Quieres salir a respirar?- hago una ofrenda de paz, acepta con cara seria, vamos a la playa y nos sentamos encima de un tronco en completo silencio. Rompo el hielo, realmente quería saber que había pasado con ella, acepta la conversación, nos hacemos preguntas, pasando un buen rato viendo el atardecer. Ya entrada la noche, decidimos volver, la observé embriagarse con rapidez, a pesar de todo, se veía feliz, era la primera vez que tenía la dicha de ver esa expresión, ha cambiado, ya no es la misma chica con ojos de ciervo huérfano, si la quiero de vuelta, tendré que cambiar la estrategia.

Cuando la novia y Maggie no pudieron más, las personas empezaron a retirarse, espero a que se lleven a su amiga para poder ir hacia ella.

-¿Te llevo a tu hotel?- era lo que menos quería hacer, me habla como si nada pasara, se ve adorable, me comenta que su novio la engañó, no quiero preguntar de más, no quiero tener ganas de matarlo. La cargo en mis brazos para que pueda descargar, el ballet trae el auto rentado y la llevo a donde me estoy quedando.

Estaba demasiado borracha, pero logro entrar caminando a la habitación, la dejo en la cama en donde ella va a dormir mientras me cambio de ropa y me aseo un poco, estaba un poco agotado. Paso por su cama y la veo tirada en ella con todo puesto.

-Maggie, ¿te dormiste?- abre sus grandes ojos al instante, se levanta para que le ayude con el cierre de su vestido, me acerco tanto a ella que puedo oler su cabello, su perfume y el notable olor a alcohol. Bajo su cierre con una mano muy lento y con la otra empiezo a acariciar su espalda, cuanto quisiera estar cogiendo como los viejos tiempos. Se da la vuelta, dejándome observar sus hermosos ojos que se habían oscurecido, en ellos se notaba el deseo, deja de sostener su vestido para que caiga a sus pies, revelando una ropa interior de encaje muy seductora, estoy a punto de empotrarla conta la pared, pero no quiero hacer algo de lo que luego se pueda arrepentir.

-Estas ebria, probablemente no sea esto lo que quieres- intento alejarme de ella, pero agarra con fuerza mi camisa y me besa lento, intento contenerme, pero no puedo. Invado su boca con mi lengua para después alzarla y que se aferrara a mi, disfruto cada segundo, observo sus pechos como si fueren una obra de arte, se nota que ha practicado, lo que me enfada, ya que no ha sido conmigo, alcanzamos el climax juntos, es el mejor sexo que he tenido en mucho tiempo. Maggie no tarda en quedarse profundamente dormida, así que la cubro con una sabana y la dejo dormir.

Este es oficialmente el nuevo comienzo de nuestra historia.