Capítulo 30

3.3K 182 6
                                    


Este mes ha sido un caos total, apenas logré caminar sin las muletas seguí organizando la inauguración de la galería, estoy contratada para hacer un retrato de los padres de una de las personas mas famosas de la farándula Australiana, todo se cruzó y ya no tengo más tiempo para nada, en aproximadamente 3 días debo partir con Thomas a la boda de Natt.

-cariño ya no llores más, todo se va a solucionar de alguna u otra manera, no te estreses tanto porque entonces no vas a poder disfrutar de la boda de tu mejor amiga y eso la pondría muy triste- dice Thomas en tono reconfortante -por ahora dedicate a terminar esos trabajos y luego juntos nos podemos enfocar en los detalles finales de la inauguración... Recuerda que somos un equipo y nos ayudamos mutuamente cariño, te amo... Voy a ir alistando algunas cosas para el viaje- me da un fuerte abrazo y finalmente me deja sola.

Seco mis lagrimas, respiro profundo e intento seguir con mi trabajo; siento tanta frustración, que al mirar la pintura es el único sentimiento que refleja, repito las palabras de mi prometido una y otra vez para poder tranquilizarme, con un poco de música y la imagen clara de lo que quiero hacer en mi cabeza, vuelvo a empezar. 

Cuando por fin terminé todo, pude darme cuenta que era muy de noche, voy a la cocina en busca de comida, ya que estaba tan clavada en el cuadro que se me olvido que como cualquier ser humano, debo alimentarme; antes de abrir el refrigerador me encuentro con una nota pegada en él.

"Cariño, tu cena está en el microondas... Después de esforzarte tanto te mereces una buena comida, te amo"
-Tu futuro esposo    

Sonrío ampliamente y me dispongo a comer mientras le doy gracias al cielo por ponerme a este hombre tan maravilloso en mi vida, todo con el es tan perfecto que parece una película de romance, me apoya en todo lo que hago, me obliga a seguir mis sueños, me respeta y valora por lo que soy, cada día me enamoro mas y no hay nada en el mundo que pueda cambiar eso.

Al abrir la puerta de nuestro dormitorio lo primero que me encuentro es la imagen de mi futuro esposo sin camisa y con el ordenador sobre las piernas, totalmente sexy.

-hola amor, ¿pudiste acabar?- sonrío ampliamente y asiento con mi cabeza, me dirijo al baño para darme una pequeña ducha y cambiarme de ropa, estoy agotadisima. Una vez lista me dispongo a descansar al lado de Thomas mientras el hace lo que sea que esté haciendo.

-por cierto, gracias por la comida, estaba deliciosa- le doy un casto beso y me acurruco bajo su brazo.

-pareces un perrito de esos chiquitos- reímos un poco de su tonto comentario-  déjame terminar esto y luego soy todo tuyo- hago un sonido en señal de confirmación, le doy una miradita al documento que está redactando pero es muy aburrido así que me concentro en los pequeños detalles de la habitación; pasada media hora ya tengo un listado mental sobre algunas cosas que hay que cambiar.

-ese espejo no cuadra del todo con los arreglos del cuarto- pienso en voz alta.

-¿qué dices?- pregunta en tono de burla y con una perfecta sonrisa en su rostro.

-nada, no me pongas cuidado- siempre que me pasa se ríe dos días seguidos de mi.

-pues va a ser imposible, porque ya acabé- cierra el portátil y lo pone en la mesa de noche -¿estás emocionada por el viaje?- dice mientras se abraza a mi.

-pues si, si no fuera por la boda de Natt, nunca volvería a Estados Unidos- se forma un pequeño silencio incómodo.

-pero la vamos a pasar bien, ya verás- empieza a darme besos por el cuello lentamente -no tendremos tiempo para aburrirnos... ¿Te parece bien que mañana te ayude con lo de la inauguración y dejemos eso listo para cuando volvamos?

-claro que si bebé, sería perfecto- me levanto de la cama para sentarme a horcajadas sobre sus piernas -ahora es tiempo de divertirnos- inmediatamente el iris de sus ojos se vuelve más oscuro.

-oh yeah- exclama antes de atrapar mi boca con la suya.

Nuevo día, nuevos problemas. Mañana en la madrugada tenemos que viajar así que tenemos solo el día de hoy para solucionar ciertos inconvenientes, ¡pero es que la gente no ayuda!, llevo media hora en una llamada en espera, pero ver a Thomas encargarse de lo demás me tranquiliza un poco.

Mi idea es llegar del viaje y a los siguientes días inaugurar la galería, aún están arreglando algunas cosas del establecimiento así que eso les dará un poco de tiempo, me emociona más abrir mi propio negocio que la boda de mi mejor amiga, es que toda la vida soñé con algo así y si no fuera por la ayuda que Thomas me ha dado, nada de esto sería posible, le estaré agradecida esta vida y las que le siguen. 

Volver A EmpezarWhere stories live. Discover now