Capítulo 29

3.1K 194 9
                                    


Lo peor de todo esto es que no puedo caminar, si apoyo mi pierna puede que se abra la herida, pero, el lado bueno es que tengo a Thomas todo el tiempo para mi.

-¿necesitas algo Maggie?- pregunta antes de salir de la habitación, ya está cayendo la noche y no me he movido de mi cama.

-si, quiero bajar un rato y estar en la sala o en algún otro lugar, estas cuatro paredes me asfixian- sonrió ampliamente y se acerca a mi.

-vamos, yo te ayudo- con agilidad me levanta en brazos, enrollo los míos a su cuello y me lleva a una de las salas, la de la chimenea es mi favorita, aunque nunca la utilicemos -¿sabes? tenía planes diferentes para hoy, por lo visto tendrá que esperar- hace pucheros, lo que lo hace ver demasiado adorable. 

-¿que planes eran esos?- pregunto con curiosidad, el no hace planes sin antes consultarme, se volvió costumbre.

-unos planes- evade mi pregunta con una risita, prende el reproductor de sonido e instantáneamente empieza a sonar Rosyln de Bon Iver y St. Vincent , mi canción favorita del momento; se sienta a mi lado y toma una de mis manos -¿quieres la verdad?- habla en voz baja, lo que hace la situación más misteriosa, asiento con mi cabeza, traga saliva con dificultad antes de volver a hablar -hoy tenía reservación en un restaurante muy lindo, porque quería preguntarte algo muy importante- hace una pausa mientras dirige su mano a uno de sus bolsillos, siento que mi corazón va tan rápido que en algún momento dejará de latir -eres sumamente importante para mi, no me imagino pasando el resto de mi vida con otra persona que no sea tu, te amo mas que a cualquier cosa y por eso quiero darte esto- mis manos tiemblan y mis ojos se llenan de lágrimas; en su mano me muestra un cajita de terciopelo muy delicada, la abre lentamente dejando a la vista un anillo con una pequeña piedra incrustada, es tan hermoso, sencillo y brillante que me deja sorprendida, mucho más de lo que ya estaba -se que no es el mejor lugar ni situación, pero ya no podia aguantarme mas, Maggie ¿quieres ser mi esposa?- Dios mío, no me lo creo.

-si... si, si, si- me abalanzo contra él abrazándolo con todas mis fuerzas -te amo Thomas- le doy un beso pequeño para que proceda a ponerme el anillo en el dedo, miro mi mano ahora adornada con la magnífica joya y sonrío, nunca pensé que esto me pasara a mi, el hecho de encontrar a alguien que esté conmigo en la buenas y en las malas, que me ame a pesar de todo y que quiera pasar el resto de su vida conmigo, es demasiado. 

Pasamos el resto de la noche escuchando música, comiendo y riendo de nosotros mismos, al dia siguiente lo primero que hice fue llamar a mis amigos para darles la noticia, no podía contener tanta felicidad para mi sola; la última en saber la noticia fue Natt, está muy ocupada con los temas de su boda y no atiende su teléfono nunca.

-... no lo puedo creer Maggie, estoy muy feliz por ustedes- es la quinta vez que dice lo mismo -¿ya hablaron sobre la ceremonia? sobre la fecha y eso.

-claro que no, apenas anoche me dio el anillo, es muy pronto... De todos modos quiero esperar un tiempo, en este momento los dos estamos demasiado ocupados, ya sabes, él con su empresa y yo estoy finalizando los últimos detalles para la apertura de la galería- realmente no tengo prisa, tenemos toda una vida para decidir cuando y donde. 

-entiendo... cariño, por cierto, la boda se va a adelantar un poco, es por la abuela de Esteban, está muy enferma y no le dan más de tres meses de vida- me informa, menos mal aún no hemos comprado los tiquetes de avión.  

-cielos, que lastima... así que ¿para cuando van a poner la fecha?- cuestiono. 

-me caso oficialmente en un mes y medio, estoy super emocionada, tengo que correr con algunos detalles que nos hacen falta, pero prácticamente todo está listo... me voy a casar en la playa, ¿puedes creerlo? lo soñé toda mi vida- su voz refleja ilusión, mi chica dio con un buen hombre. 

-tu abuelo estaría muy orgulloso de ustedes dos, todos lo estamos...- después de volver el momento sumamente sentimental, equilibro la balanza -ya quiero verte, vamos a tener una despedida de soltera genial, ademas tambien quiero conocer la ciudad, nunca fui cuando vivía en Estados Unidos- ríe un poco.

-amiga, Los Ángeles es grandioso, te va a encantar- eso espero -cariño, tengo que dejarte, Esteban necesita de mi ayuda, espero que hablemos pronto, te quiero mucho y te felicito por todo- cuelga de inmediato, sin siquiera dejar que me despidiera.

Realmente estoy emocionada por volver a Estados Unidos, aunque lo único que tenga allí es a Natt, no puedo esperar a verla, caminando de blanco, en la playa con un lindo atardecer de fondo, no se quien está más ilusionada con la boda, si ella o yo.                   

Volver A EmpezarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora