Capítulo 2

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Lo primero que hice fue ir a comprar comida y mucho helado para pasar una noche de chicas con Natt, preparé el almuerzo, el cual tuve que comer sola y después empiezo a organizar todo

*ring ring*

-hola Natt- saludo como de costumbre -a que no adivinas que me paso hoy después de la universidad...

-Maggie- habla con voz temblorosa -lo siento mucho, no voy a poder pasar las vacaciones contigo

-Natt ¿estás bien? puedo ir por ti si es lo que deseas ¿qué ocurre cariño?- pregunto alarmada, ella no es de las chicas que lloran por todo, debe ser algo grabe -oye ¿sigues ahí? ¿te ayudo en algo?

-nena, mi abuelo murió en la mañana, mamá me acaba de llamar, salgo esta noche para Estados Unidos, van a esperar a que llegue para su funeral- no puede ser, su abuelo era todo para ella

-lo lamento mucho Natt- no sé qué decir, ni las palabras de Leonardo DiCaprio podrían hacerla sentir mejor

-podrías ayudarme a empacar la maleta, pasare todo el mes con mi familia... ya voy para el apartamento

*cuelga*

Creo que tendré que comer sola todo lo que prepare, agarro una maleta y meto en ella casi todas las cosas de mi amiga, sus objetos personales y una foto de mi para que me recuerde siempre. dramático, lo sé. Llega hecha un mar de llanto, la abrazo fuerte pero no me atrevo a decirle mayor cosa, esperamos aproximadamente una hora hasta que la llamaron de la agencia de viajes para cambiar la hora a una más temprana

-adiós, espero que te vaya bien, dale mis condolencias a tu familia- nos abrazamos por última vez, sube al taxi y veo como desaparece rápidamente ¿y ahora qué hago yo? se supone que tenía esta semana libre en mis dos trabajos para relajarme con Natt en Gold Coast, ahorramos dos meses para pasarlo de maravilla y no me voy a ir sin ella.

a la final, me quede en mi habitación viendo películas de comedia y comiendo helado, en la noche prepare pizza, por ultimo voy al baño, lleno la tina con agua caliente y me relajo hasta el punto de quedarme dormida. El sonido de mi celular me despierta, salgo de la tina y lo contesto con rapidez

-¿hola?- no es un número que tenga añadido

-¿estas lista?- cierro fuerte los ojos e intento recordar su voz, pero no lo logro

-¿quién habla?

-no lo puedo creer Meg ¿no me tienes añadido? pensé que te sabias mi número telefónico, soy Ian- dios mío, empiezo a temblar y mi corazón late muy rápido -¿no sabes que Ian soy? me decepcionas mujer...- no puede ser él, esa no es su voz, a menos de que haya cambiado tanto en un año -Ian, el de la tienda de mascotas- río aliviada

-ya sé quién eres ¿para qué llamas?- recuerdo que borre su número de mis contactos, porque me tenía cansada, quiere salir conmigo, pero a mí no me gusta ni un poquito

-para recogerte, hay una fiesta esta noche

-Ian, por última vez, no voy a salir contigo, déjame en paz, pensé que te habías rendido- por más claro que se lo deje, el no entiende que significa NO

*cuelgo*

no me gusta ser mala gente, pero él me saca de quicio, no había vuelto a tener contacto con él desde hace un mes y medio, pero volvió, salgo del baño, me coloco una pijama de seda y ahora si me acuesto a dormir, pero no sin antes recordar su rostro, es impresionante como puede una persona marcar tu vida...




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