Capítulo 48

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-Ian te juro que te iba a decir, solo que no encontré el momento adecuado- me intento acercar un poco a el. Levanta una de sus cejas y asiente en silencio, no me cree. 

-¿Querías huir de nuevo? como la vez pasada, sin decir una mierda- está demasiado enojado, en su voz y sus ojos lo puedo notar, no se que hacer, no se que decir.

-No, no lo iba a hacer- me acerco otro poco pero el retrocede un paso.

-Así que nada de lo que hice te convenció- ladea su cabeza, en su rostro se forma una expresión un poco miedosa, me recuerda los viejos tiempos, así que esta vez, yo retrocedo -lo mas triste, es que pensé que lo estaba haciendo bien, que te iba a poder tener, sin obligarte a quedarte- sus palabras aceleran mi corazón.

-No es eso Ian, escúchame- se acerca y yo me alejo más.

-¿Aún me tienes miedo? ¿te asusta que no te deje salir? ¿crees que te voy a golpear?- siento en carne viva el pavor que algún día sentí con el. Niego con mi cabeza y me quedo en silencio -si no es así ¿por qué retrocedes, por qué vas a llorar?- acomodo mi postura para que vea que ya no soy como antes, aunque me estén por fallar las rodillas y a punto de caer al piso.

-Ian...- mi voz suena temblorosa, mira el suelo y niega lentamente, me mira a los ojos con decepción.

-Tranquila, te dije que no te iba a obligar a hacer algo que no quisieras... Si no te quieres quedar, está bien, ya veo que no pude hacer nada al respecto- agarra la camisa de su hombro y sale de la habitación. 

Me siento en el borde de la cama y comienzo a llorar ¿por qué todo en mi vida tiene que ser tan difícil? Aunque me quiera quedar, no me siento capaz de hacerlo, aquí no me siento segura, no quiero salir a la calle sola, no quiero no tener a nadie, en Australia están mis amigos, está la galería, está mi "familia adoptiva", no puedo simplemente dejar atrás todo por lo que he luchado estos años, Ian tampoco puede, el tiene acá su familia entera, su empresa, tiene que viajar por todo el país por motivos de trabajo, no puedo simplemente llevármelo casi que al otro lado del mundo. 

Me pongo ropa para dormir y me acuesto a seguir llorando, la vida simplemente no es justa conmigo. Me pude quedar dormida después de un largo rato, pero el dolor de cabeza tan fuerte que tengo me logra levantar, pensé encontrarme sola, como la noche anterior, pero a mi lado estaba Ian mirándome con esos grandes y hermosos ojos azules.

-Pensé que dormirías en otra habitación- susurro.

-Lo iba a hacer, pero no puedo simplemente desperdiciar la penúltima vez que te pueda ver dormir... Siento mucho hacerte sentir mal, no son excusas, pero estaba muy enojado- sonrío de lado y acaricio su cara.

-Está bien- me acerco más a él y me acurruco a su lado, me abraza fuerte, me da un beso en la base del cabello y pone su cabeza contra la mía, rápidamente volví a dormir, con un poco menos de dolor.

Me despierta el sonido de un teléfono, sinceramente lo menos que quiero es levantarme.

-Lo siento- Ian contesta el móvil -buenos días- me dice en un susurro antes de darme un beso en la frente y salir de la habitación. Respiro profundo, reúno todas las fuerzas que tengo y me levanto al baño, después de asearme un poco salgo para acostarme de nuevo.

-Buenos días ¿tienes que ir a trabajar?- pregunto, ya que lo veo bañado y con ropa de calle. 

-... No, me voy a quedar contigo ¿Qué quieres hacer hoy?- se acuesta a mi lado.

-Nada, solo quiero estar en cama- digo con pereza.

-Está bien, ya van a traer tu desayuno- sonrío como una niña pequeña.

-¿Qué era la llamada, de nuevo el problema de ayer?- asiente -¿me vas a decir que pasa?

-No se si sea bueno, de todos modos ya lo tenemos controlado, no te preocupes- inteligente manera de evadir el tema, agarra el control remoto de la mesa de noche y prende la tv.

-Dime, soy una tumba de secretos- me mira a los ojos en silencio, está pensando si me dice o no.

-Bueno, te voy a decir ya que te vas mañana... Alguien intentó demandarnos por secuestro, dice que CEO de la compañía, o sea yo, le robó a su hija y nunca más se la volvió a dejar ver- ¿¡qué!?

-Aguarda ¿fue mi mamá?- me siento en la cama, no lo puedo creer. Confirma lo que pienso -vieja loca cínica, es increíble lo que puede llegar a hacer por unos cuantos billetes... siento mucho traerte problemas- toma mi mano con fuerza.

-No pasa nada, no es como que haya sido mentira del todo jaja- pongo cara sería, no se como se puede reír de eso -no sabemos como se enteró de que había una relación entre tu y yo, pero bueno, ya está todo controlado, no te preocupes.

-Sabía que nuestro pequeño encuentro no iba a traer nada bueno- suspiro, entes de que alguno pudiera decir algo aparece la señora que vi la vez pasada con una bandeja llena de comida.

-Buen día señora Walkobich- Ian y yo nos miramos sonrientes.

-Señora Martens, ella no es mi esposa- la ama de llaves abre sus ojos apenada.

-Dios mío que vergüenza, disculpe señorita.

-Tranquila, muchas gracias por el desayuno- hace una pequeña reverencia y se va en silencio de la habitación, me imagino como te tuvo que haber sentido -veamos una película- propongo. el resto del día nos lo pasamos comiendo, riendo, abrazados y dándonos besos, no quería que el día terminara, pero en un abrir y cerrar de ojos, ya era de madrugada y ninguno de los dos podía dormir, simplemente estábamos acostados, mirándonos fijamente, sin decir palabra alguna, consolándonos mentalmente.

-Es mejor que intentes dormir, o si no mañana vas a estar muy cansada.

-No quiero dejarte de ver, déjame apreciar tanta belleza- lo piropeo, medio sonríe y suspira, se acerca a mi y por ultima vez, nos quedamos dormidos acurrucados el uno con el otro.

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¡Hola a todos! ¿Qué tal la maratón de hoy? Les debía muchos capítulos, gracias por el apoyo que me dan diariamente y la paciencia que me tienen, espero que hayan y estén disfrutando de la lectura, definitivamente estamos a muy pocos capítulos para despedirnos de la historia de estos dos. 

¿Qué creen que pase ahora? Los leo en los comentarios <3 

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