Precognición

Corrientes y olas

Higari tiró de su traje mientras entraba a las oficinas de Detnerat. Tan acostumbrado a su disfraz de héroe en topless y sin camisa cuando estaba en casa, Higari se sintió sofocado bajo tres capas de ropa. Su cabello naranja estaba peinado y colocado en su lugar con suficiente gel para el cabello para soldar un tanque.

La primera pista de Higari que algo andaba terriblemente mal fue la expresión de confusión en el rostro de la recepcionista cuando dijo que estaba allí para una auditoría. Sus ojos se agrandaron cuando abrió el calendario, e hizo una llamada telefónica apresurada que terminó con alguien al otro lado de la línea gritándole. Con una sonrisa incómoda, la recepcionista le pidió que esperara unos minutos a su gerente de calidad.

Mientras esperaba, Higari contempló la situación. Sabía muy bien que Nezu tenía la costumbre de piratear cuentas de correo electrónico y agregar eventos en el calendario para tomar a la gente desprevenida. El hecho de que, uno, evidentemente lo hubiera hecho, y dos, no se lo hubiera dicho a Higari, significaba que Nezu estaba preocupado por cómo reaccionaría Detnerat a la auditoría y quería que actuara relajado durante la auditoría.

Como si pudiera relajarse con un traje de tres piezas, pensó Higari con un bufido. No podía esperar a terminar esta auditoría, irse a casa y hacer trizas esta prisión de tela. Demonios, tal vez ni siquiera esperara hasta salir del edificio.

El hombre que se le acercó era bajo y corpulento, con brazos fornidos y piernas fornidas. Llevaba una bata de laboratorio acolchada que tenía marcas de grasa y manchas de incontables horas de mecanizado y soldadura de componentes para sus disfraces.

"Doctor Kuseno", dijo el hombre. "Nuestro gerente de calidad y nuestro ingeniero de calidad están fuera de la planta, me temo, y hubo ... un error de comunicación con respecto a su visita. Estoy calificado para mostrarle nuestras instalaciones y registros, así como para responder cualquier pregunta que tenga, y Enviaré los resultados a nuestro equipo de calidad ".

La señal número dos de que Higari debía tener cuidado, ya que tener personal de alto nivel fuera del edificio en un día laborable durante el horario laboral de nueve a cinco era muy inusual. Lo más probable es que la persona que iba con él se asegurara de que no tropezara con algo incriminatorio.

"Es un placer conocerte, Kuseno-san," Higari le tendió la mano. "Estoy aquí para revisar el seguimiento de manejo y mantenimiento de los pedidos de UA, como seguimiento del hallazgo crítico que ocurrió durante el año escolar. ¿Tiene una sala de conferencias reservada para mí?"

"Uno está siendo arreglado en este momento. Se proporcionarán refrigerios a su solicitud".

Higari recordó a los cuatro estudiantes en los que Detnerat había trabajado en sus disfraces. Después de considerar cuál sería el objetivo más probable de sabotaje, Higari dijo: "Me gustaría recibir todos los documentos para la demanda de Yaoyorozu de inmediato".

Aunque no es el mejor juez de carácter, uno no pasó una década bajo el empleo de Nezu, enseñando a todo un aula de adolescentes emocionalmente turbulentos, sin aprender algunos trucos para leer a la gente. El médico se relajó visiblemente cuando hizo su pedido y dijo: "Por supuesto, los haremos traer de inmediato".

Definitivamente no es el objetivo. Tenía una oportunidad más. "Trae también Bakugo's, mientras estás en ello. Será un buen comienzo".

La tensión había vuelto, aunque el médico hizo todo lo posible por ocultarla detrás de una sonrisa obsequiosa. "Por supuesto, por supuesto. Podría tomar un tiempo traerlos a colación, así que le conseguiremos los documentos tan pronto como los tengamos".

Dándoles tiempo para encubrir la evidencia, se dio cuenta Higari. No importa. Ya tenía suficiente para trabajar con Nezu. Por supuesto, no podía simplemente salir de la auditoría. El teléfono celular en su bolsillo era una opción tentadora, pero no le gustó la mirada cautelosa que le dirigió el médico mientras se dirigían a la sala de conferencias.