capitulo 13

8.9K 1K 623
                                    

{Por favor, no olvides dejar tu voto y/o comentario. No cuesta nada y me ayuda a crecer como escritora en la plataforma. ¡Gracias!}

 ¡Gracias!}

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

DARA

Percibo las miradas clavadas en mí.

Tengo el presentimiento de que pueden ver la única escena que se repite en mi cabeza.

De que son capaces de adivinar que, la noche anterior, Kellen me dio la experiencia más intensa que jamás tuve. Revivo la sensación de sus manos alrededor de mis caderas, ayudándome a marcar un ritmo. Revivo sus labios en los míos, sus besos húmedos sobre mi cuello, el sonido de su voz preguntando si me gustaba de esa manera. Revivo sus dedos apartando los tirantes de mi sostén, para tener acceso a puntos que nadie más había tocado.

Durante largos ratos, me pierdo en lo que pasó. Luego, aterrizo en la realidad. Como si hubiera atravesado de un mundo a otro en tan solo un parpadeo.

Me siento emocionada, ansiosa, avergonzada y al final, está el miedo. Me aterroriza que alguien pueda notar que algo en mí está cambiando. Temo que puedan descubrir que, a pesar de estar de pie, presenciando una misa y escuchando la palabra de Dios, mis pensamientos me llevan a otro sitio.

Me llevan directo a Kellen.

Rogando volver hacia él.

Enloquecida por la idea de que la situación del auto, solo fue un intenso principio. Sabiendo que, queda mucho más por experimentar y excitada por saber que Kellen está dispuesto a mostrármelo todo.

✤♡✤♡✤♡✤

Luego de la misa, que acabó al mediodía, mis padres invitaron a la familia de Tobías a un almuerzo en casa. Llegaron sus padres, sus tíos y sus primos, dos varones y una chica que tiene poco menos de mi edad. Sospecho que los adultos intentan emparejar a uno de los primos de Tobías con Anna, mi hermana mayor. Sin embargo, ella no parece muy interesada.

—¿Así que todavía no encuentran sitio donde vivir? —pregunta su tía, dirigiendo una mirada de preocupación hacia a mí y Tobías, que está sentado a mi lado.

Es increíble que incluso, durante el almuerzo, no dejen de hablar de nosotros y el casamiento. Desde que nos comprometimos, hemos sido tema central de conversación en cada reunión.

Se vuelve asfixiante.

—Estamos buscando —responde mi novio—. Nos estamos tomando nuestro tiempo, es que queremos que sea perfecta. ¿No, Dara? —toma mi mano por encima de la mesa y en un acto reflejo, la aparto, evitando el contacto. Tobías me mira, entre enfadado y confundido—. ¿Dara?

—Ah, sí. Eso. Estamos buscando —asiento por compromiso.

—Los chicos tienen razón en tomarse un tiempo. Después de todo, van a criar a sus niños ahí. Necesitan espacio y un buen patio trasero, para que puedan pasar tiempo al aire libre —intercede su mamá.

ImpurosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora