capitulo 25

9.1K 855 559
                                    

¡Hola! Por favor, no olvides dejar tu voto y/o comentario. No cuesta nada y me ayuda a crecer como escritora en la plataforma. ¡Gracias!

 ¡Gracias!

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

DARA

No se trata de pensarlo o tomar una decisión. Se trata de sentirlo y yo lo siento.

Quiero hacer esto.

Puedo sentir la magnitud del deseo, la habitación prendiéndose fuego junto a mi cuerpo que está ardiendo, acechado por una marea roja de calor. Las manos ajenas se vuelven parte de él, de pronto necesito con desesperación sentirlas sobre mí, todo el tiempo.

De rodillas sobre la cama, Kellen se posiciona detrás de mí y me rodea con sus grandes manos. El hecho de que desde esa posición pueda hacer lo que quiera conmigo y manejarme a su antojo, me agobia de excitación. Tali, que está al frente, se quita la camiseta y dejándome ver su pecho desnudo, se inclina para tirar el dobladillo de mi vestido hacia arriba. La tarea queda en manos del rubio, que, respirándome sobre la nuca, me quita la prenda.

Mi sostén queda a la vista. Creo que soy la única que todavía lleva algo de ropa, pero Kellen parece decidido a cambiar eso. Desprende el sostén y me besa por el cuello, al mismo tiempo que la chica me lo quita por delante, dejando mis pechos expuestos.

De inmediato, mis pezones se endurecen y siento una punzada de placer, rozando el dolor, cuando ella los aprieta y lleva la boca hacia uno, proporcionando un ligero mordisco. Mi cuerpo se agita, pero Kellen me sostiene.

—Son preciosos. Deberías mostrarlos más —dice traviesa, jugando con ellos a su antojo.

También la toco. Imito lo que me hace y me detengo en su piercing, que tanta curiosidad me causa. Hasta que la chica se aproxima, me besa en los labios y comienza a descender, dándome un ligero empujón cuando llega a parta baja del vientre.

Kellen parece que comprende en seguida lo que ella intenta hacer y me inclina hacia atrás, dejándome recostada sobre su pecho. De pronto, es como si Tali tomara el mando. Baja mis bragas que ya están húmedas y me abre las piernas. Sus ojos se fijan en mi intimidad y se relame el labio inferior, en señal de que está ansiosa por probarme.

Mi cuerpo se sacude cuando sus labios llegan ahí abajo. Él me contiene, pero no se queda atrás, proporciona besos en la curvatura de mi cuello y sus manos acunan mis senos, los masajean, hunden y aprietan; mi sensibilidad se maximiza.

Pensé que no sería capaz de sentir tanto placer, pero lo hago. La sensación es tan satisfactoria y arrolladora, que creo que en algún punto dejaré de resistir. Ella lo hace demasiado bien. Mueve la lengua con destrezas y por momentos, se ayuda con los dedos.

Estoy empapada.

Desesperada, le acaricio el cabello con una mano, la otra se aferra a las sabanas con fuerza.

ImpurosWhere stories live. Discover now