capitulo 14

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DARA

Kellen abandona la cama y se pone de pie.

Tiene que bajar la vista para contemplarme, debido a la notable diferencia de altura. Imagino que desde ese ángulo es capaz de verlo todo. Se aproxima de a poco y mi cuerpo tiembla. Su mirada continúa amenazante, luce como un cazador a punto de capturar a su presa.

—Resultaste ser impredecible —murmura, al mismo tiempo que se detiene y en un rápido movimiento, se quita la camiseta. Mis ojos se deleitan con su torso cubierto de tatuajes, cada espacio de su piel está repleto. Quiero delinear con la punta de mis dedos cada una de las figuras y preguntarle por qué se los hizo—. Así que a Bambi le gusta jugar con fuego —continúa y mi respiración se entrecorta al recibir el roce de su cuerpo contra el mío.

Piel contra piel. La sensación cálida que me abraza es sumamente agradable.

—Mira cómo te pones —centra sus manos en mis pezones, que están duros y sobresalen bajo la fina tela del sostén. Suprimo un gemido cuando los atrapa entre sus dedos índice y pulgar dando un leve pellizco y tirando de ellos.

Soy tan frágil y sensible ante su toque. Nada en mí opone resistencia.

Sus manos bajan.

Una me sostiene por la cintura, controlando los temblores que da mi cuerpo. A la otra, la desliza hasta colocarla por encima de mis bragas. Sus dedos me acarician y sonríe satisfecho, deleitándose ante mi desesperada reacción.

—Apenas te toqué y ya estás mojada —pronuncia contra mí oído—. Me encanta.

Me besa el cuello, sus dedos todavía se pronuncian sobre mis bragas y me sostengo contra el borde del mueble, dejándome envolver por la poderosa sensación. Mis caderas se mueven exasperadas, buscan más, pero obtienen lo contrario. Distancia.

Kellen aparta la mano y lleva ambas hacia mi trasero, apretando y luego impulsándome hacia arriba, de manera que acabo entre sus brazos. En ese simple movimiento, mi humedad roza su erección y aquello me enciende aún más. Yo lo pongo así. Él me desea.

Sus labios me lo hacen saber mientras devoran los míos y se mueve, cargándome hasta la cama. Entonces, se inclina para depositarme en un espacio libre y caigo boca arriba. De pronto, me siento completamente expuesta y a su merced. Se despega de mí, pero su mirada me recorre de un extremo a otro y se siente como si estuviera tocándome con ella.

—Qué... ¿Qué vas a hacer? —menciono, afectada a causa de la exaltada respiración. Lo miro un poquito asustada y plagada de dudas. ¿Ahora qué sigue?

—Relájate —su voz continúa siendo grave y profunda, pero es suave al dirigirse hacia a mí. —¿Qué te dije cuando estábamos en el auto? —pregunta e interrumpe dejando un camino de besos que inicia en medio de mis pechos. Jadeo a causa del electrizante cosquilleo que provocan sus labios y su barbilla rozando mi piel—. Vamos ir de a poco —responde por mí. Llega a la parte baja de mi vientre y no se detiene. Arqueo la espalda invadida por la sensación. Sus pulgares se enganchan a los costados de mis bragas, pero cierro las piernas al darme cuenta de lo que hará.

ImpurosTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon