Ellos no se asustaron de los monstruos que habitan en mi interior. Él tomó su escudo y me protegió, ella cogió su arma y me salvó..
Son mis padres, mi familia.
𝙔𝙤 𝙨𝙤𝙮 𝘼𝙧𝙞𝙖𝙙𝙣𝙚 𝙍𝙤𝙜𝙚𝙧𝙨 𝙍𝙤𝙢𝙖𝙣𝙤𝙛𝙛 𝙮 𝙨𝙤𝙮 𝙨𝙪 𝙡𝙚𝙜𝙖𝙙𝙤.
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𝙀𝙡 𝙨𝙤𝙡𝙙𝙖𝙙𝙤 𝙫𝙪𝙚𝙡𝙫𝙚 a avanzar un poco más para tomar la mano de la pequeña y llevarla a su lado. Coloca el cuerpo de la niña detrás del suyo, y, sin dudarlo saca rápidamente un arma con silenciador disparando limpiamente en el centro de la frente del agente.
Ariadne Rogers quería salir de ahí, quería estar con sus padres, pero el terror que sentía se fue desvaneciendo poco a poco al sentir como su salvador giraba y la tomaba entre sus brazos escondiendo su pequeña cabeza entre el cuello y el hombro del anónimo. Ella por unos instantes supo lo que es sentirse protegida en otros brazos que no sean los de sus padres.
James Barnes está dispuesto a cumplir con su plan. Ambos salen de la represa para ir a un lugar seguro; durante todo el camino no se pronunció palabra alguna hasta medio camino cuando la niña muy sonrojada pidió ser bajada para usar un arbusto de baño.
Al volver al lado de su acompañante notó quien es en realidad. Su sorpresa no la dejo hablar al instante por lo que decidió caminar unos metros más antes de hablar.
