Ellos no se asustaron de los monstruos que habitan en mi interior. Él tomó su escudo y me protegió, ella cogió su arma y me salvó..
Son mis padres, mi familia.
𝙔𝙤 𝙨𝙤𝙮 𝘼𝙧𝙞𝙖𝙙𝙣𝙚 𝙍𝙤𝙜𝙚𝙧𝙨 𝙍𝙤𝙢𝙖𝙣𝙤𝙛𝙛 𝙮 𝙨𝙤𝙮 𝙨𝙪 𝙡𝙚𝙜𝙖𝙙𝙤.
⊛⊛⊛...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Un Eurocopter aterrizó a unos cuantos metros de ellos. La compuerta se abrió y por ella salieron las demás viudas a las que liberaron. Yelana se acercó a ellas.
-¿Volvieron por nosotras? -pregunto.
-No las dejaríamos -le respondió una de ellas, la morenita.
-Gracias.
Avanzó entre ellas, tomando sus manos por unos segundos.
-Oigan, quiero que se cuiden mucho, ¿ok? -les dijo Melina.
-Lo voy hacer enserio -contesto Nat.
-Ya dije que aún soy inmadura en impulsiva, no prometo mucho -informo la menor-. Pero lo intentaré.
-Lo sé.
Melina y Alexei fueron con las demás ex agentes de la habitación roja. Antonia fue con ellas. Alexa no dio rastro de seguir allí.
De pronto, un silbido que la rusa pelirroja conocía comenzó a sonar. Ella lo devolvió.
Rogers y Romanoff se alejaron de allí.
-Envié un mensaje a Mason -le informo a su madre-. Nos conseguirá algo.
-No sé lo que haría sin ti.
-Sobrevivir, eres una mujer fuerte y valiente mamá, estoy segura que podrías hacerlo.. pero si tú no estás, estoy cien por ciento segura que caería.
-Si yo muero -le dijo Natasha, tomando su mano-. Y eso en algún momento pasará, tú, seguirás aquí. Siendo una mujer fuerte y no me necesitarás.
-Creo que siempre te necesitaré.
La conversación fue interrumpida por por las sirenas de policías que fueron más cercanas.
⑅⑅⑅⑅⑅⑅⑅⑅⑅⑅⑅⑅⑅⑅⑅⑅⑅⑅⑅⑅⑅⑅⑅⑅⑅⑅⑅⑅⑅⑅⑅⑅⑅⑅
El escape fue exitoso. Pero el camino al quinjet fue atrasado. El efecto del spray desapareció. Ariadne podía resistir, su herida no era tan profunda y grave, pero su madre. Ella perdió mucha sangre.
Hicieron una parada de emergencia en un pueblito donde afortunadamente encontró un sanatorio y a una doctora estadounidense, Christine Palmer, es cirujana en el Hospital Metro General y estaba allí -en un pueblito ruso- prestando servicio voluntario. La cirujana dijo que las ayudaría y no diría nada de ellas, era su manera de agradecer el que los vengadores la salvarán en la invasión chitauri.
Natasha necesitaba una transfusión de sangre, Ariadne le dio de la suya al enterarse que el sanatorio no contaba con un banco de sangre. La rubia no sabía lo que su sangre provocaría en el sistema de su madre. El suero de súper soldado corría por sus venas, -eso sin contar los demás experimentos que hicieron en ella cuando fue retenía por Venal- su plasma y cadenas están alterados, y eso podía llevar efectos secundarios en el cuerpo y sistemas de Natasha Romanoff.
