Capítulo 4.

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– ¿Neta no vas a ir a la graduación?– preguntó el chico mayor a su mejor amigo.

– No, ya te lo he dicho cinco veces y no pienso cambiar de opinión.

– ¡Buh! ¡Aguafiestas!

– Créeme que lo último que quiero hacer es meterme en un traje de pingüino y sonreír falsamente para las fotos.

– Joy me dijo y cito: "voy a bailar como perra loca que estuvo amarrada todo el año en su graduación"– comentó tranquilo– Y que si no ibas te cortaría las bolas– añadió de igual manera poniéndole un collar a su perro con un dije grabado el cual tenía el nombre de "Juancho" por enfrente y "El perro más hermosillo de toda Sonora, si me pierdo devuélveme con Kim Myung-jun, el hombre más guapo del mundo" por la parte trasera; era increíble todo lo que se podía escribir en un collarín tan pequeño como ése.

El menor se cruzó de piernas cubriéndose con la mano "ahí" donde la chica había advertido con cortar.

– Sus amenazas no me intimidan– trató de sonar convincente... trató.

– Le pasaré tu recado entonces– tomó su teléfono pero el pelinegro se lo arrebató al instante, no podía ocultarlo, Joy era imponente.

– Creo que ya estoy cambiando de opinión.

– Okay, pero devuélveme mi teléfono.

– No es necesario, anda, vamos a darle un paseo a Juancho– se levantó de la banqueta y sacudió su pantalón, MJ hizo lo mismo.

▪•▪•▪•▪•▪•▪

– ¡Menea ese trasero, Nunuco!– animó Joy, a su mejor amigo desde la pista de baile.

– ¡Hasta abajo! ¡hasta abajo!– canturreó MJ para hacer que Eun Woo bailara, pero el joven seguía inerte y pensaba seguir así; nunca le gustaron los bailes, era pésimo en ello (a menos que sonara Up and Down de Exid, en esa situación se desconocía totalmente).

– ¡No me hagas ir allá y obligarte a bailar, Cha Eun Woo!– gritó su madre, quien estaba observándolo desde la mesa.

Al verse amenazado comenzó a contonearse de una manera un poco muy extraña, a cualquiera que lo volteara a ver le causaba un poco de pena ajena esta situación, excepto a sus acompañantes claro, a ellos les causaba gracia su movimiento extraño de caderas.

Al observar cómo se reían de él, caminó hasta su mesa y se sentó en una silla cubierta por un mantel blanco rodeado por un moño dorado.

– No es gracioso ser su payaso– aventó un popote a la cara de su mejor amigo.

– Tienes que disfrutarlo, es tu graduación, ¡gózalo, baby!– dijo Joy, dando palmaditas en la espalda del menor.

– Yo no quería venir y aún así me obligaron a hacerlo– se cruzó de brazos.

– Sólo piensa que este es el final de un ciclo, y que en dos días estarás sentado en el asiento de un avión directo a tu sueño– su madre le guiñó el ojo derecho para animarlo.

– Además, Ximena quiere bailar contigo y no le puedes decir que no– MJ señaló a la chica con su pulgar poniendo cara de inocencia, sabía que a Eun Woo le intimidaba su presencia.

Ximena, era una compañera de clases de los chicos, siempre estuvo enamorada de Eun Woo desde el primer día de clases. Era guapa, muy guapa; copa D en su bra, y nadie podía negar que tenía un gran trasero, sin mencionar su vientre plano y buenas piernas; pero... ¿Por qué Eun Woo nunca se fijó en ella?
Era una pregunta fácil de responder.

"Ximena" antes era Ricardo; sí, Ximena era transexual.

No tenía nada en contra de la comunidad LGBT, pero, ser acosado por un por alguien -sea quién sea- no era nada bonito.

A veces tenía actitudes muy extremas; podía ser la persona más amorosa y linda del mundo y al instante estar enojada con él y querer estrangularlo, ya que estaba pasando por un tratamiento de hormonas que le hacían cambiar de humor drásticamente.

Eun Woo movió rápidamente su cabeza de izquierda a derecha ante la petición de su amigo; bailar con Ximena no estaba en sus planes, con solo pensarlo se le hacía un nudo en el estómago.

– A una mujer no se le dice que no– intervino Joy a lo que MJ se echó a reír.

– No, pero, es que...– articuló como pudo pero cuando menos pensó, sus dos amigos lo tomaron de ambos brazos hasta llegar al medio de la pista donde se encontraba la susodicha.

– Ho-hola– tartamudeó al ver que se encontraban cara a cara.

– Hola, cariño, te estaba esperando– le dedicó una sonrisa perfecta con sus dientes blancos cual porcelana.

Ximena se acercó a él y corrió sus brazos alrededor del cuello del pelinegro. Eun Woo dudó unos instantes hasta que puso los suyos en su cintura.

– Con confianza, cariño, puedes tomar todo lo que quieras– dijo sin dejar de sonreír a lo que el menor se sonrojó.

La canción era calmada, pero el pelinegro irradiaba tensión por cada poro de su cuerpo.

– Qué buena letra la de esa canción, Eun, te la dedico– afirmó mientras ponía la cabeza en el hombro de su pareja de baile.

El chico ni siquiera había puesto atención de cuál canción se trataba, estaba demasiado concentrado en no pisar a su acompañante que eso era lo único que le ocupaba la mente.

I know there is no tomorrow
All I ask is
If this is my last night with you
Hold me like I'm more than just a friend
Give me a memory I can use
Take me by the hand while we do what lovers do
It matters how this ends
'Cause what if I never love again?– cantó en su oído causándole escalofríos.

¿Qué haría ahora?
Conocía la canción bastante bien, era una de sus favoritas y en cover con Bruno Mars era la gloria entera.

Pero qué se supone que haría ahora.
¿Correr tal vez? ¿Huir del lugar? ¿Hacerse pis en sus pantalones? ¿O acceder a las peticiones de la chica?

La última estaba descartada totalmente, no accedería a "amarse como sólo los amantes lo hacen". Eun Woo ni si quiera había tenido su primera vez, a menos que masturbarse contara como desvirginamiento, claro.

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando sintió un par de manos tibias en sus posaderas.

– Lo siento, cariño, pero si éste es el último día que te voy a mirar tengo que aprovecharlo, aparte lo quería hacer desde el primer día que te vi.

Estaba tan desconcertado que ni siquiera tuvo la oportunidad de negarse, sólo sintió el calor correr por todo su rostro, ésto definitivamente no lo tenía contemplado.

La canción acabó al igual que su integridad moral.

Lo que hizo después fue dedicarle un "Buenas noches, suerte en tu futuro" a Ximena y despedirse con un beso en la mejilla para después casi correr a un lado de su madre para rogarle que se fueran, con temor de que su enamorada se pudiera aproximar nuevamente.

MJ se burló de él, ya que los había mirado desde que dejó a Eun Woo en las manos de la curvilínea.
Joy le tiraba pequeños besitos soplados a su amigo y éste se ponía aún más colorado del enojo.

Yeo-jin, al notar lo incómodo que se encontraba su hijo accedió a irse sin decir nada.

Ya en su casa, Eun Woo cayó como tronco en su cama, no se molestó siquiera en quitarse el traje de gala que llevaba puesto, lo único que quería era dormir y despertar en Sudáfrica de una vez por todas.


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Gracias por leerme:)...

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Con amor, fer.

Mi África [Cha Eun Woo y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora