Mi África [Cha Eun Woo y tú]

Capítulo 7.

— ¿Si?— dijo Eun Woo, volteando su cabeza hacia atrás para encarar a quien había detenido su marcha.

La sonrisa de unos instantes se borró automáticamente al ver la cara de MJ. Tenía alrededor de 7 maletas por todo su cuerpo.

— ¿Pensabas irte sin mí?

— Sí— respondió sin pensarlo dos veces.

— ¿En serio todavía sigues enojado?

— Sí— su semblante era neutro, ni siquiera reflejaba enojo y eso preocupaba al mayor.

Ya había rayado antes su cara dibujándole el miembro viril en medio de la frente cuando Eun Woo se quedó dormido en clase; demasiado gráfico por cierto; pero no había reaccionado así.
Hasta empezaron a jugar a las tentadas y al que el pelinegro tocaba quedaba embarazado, porque sí, MJ también añadió una eyaculación muy grande en él. Tenía talento en el arte del dibujo, de eso no había duda.

— ¿Solo vas a decir "Sí"?— su amigo lo miró lacónico— Está bien, ya; perdón, ¿contento?

El menor siguió sin contestar y se fue caminando decidido, a la salida.

— ¡Recuerda que compartimos habitación en el hotel!— gritó antes de que cruzara las puertas de cristal.

Eun Woo paró en seco y maldijo entre dientes, pero era firme y no detendría su camino hasta tomar un taxi y decirle al chofer el nombre del hotel donde había hecho la reservación antes de llegar a Sudáfrica.

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El menor ya tenía un pie dentro de la bañera de su habitación.
Le había puesto unas sales de baño que regalaban generosamente en el hotel.
Iba a meter el otro cuando la puerta se abrió de golpe haciendo que Eun Woo volteara asustado.

— Cúbrete a tu compa, loco— dijo MJ mirando de reojo la entrepierna de su amigo.

— Ni que fuera la primera vez que me lo vieras, aparte tú eres el que entró cuando yo estaba en el baño.

— Sinvergüenza— afirmó y el desnudo se encogió de hombros sin pena alguna.

— Salte pues— ordenó señalando la puerta.

— Pero te apuras porque me vengo aguantando las ganas desde que me abandonaste en el aeropuerto.

— MJ...

— ¿Si?

— Saca tu culo de aquí.

— ¿Cuál?— dijo desentendido a lo que ambos rieron locamente.

Antes de salir tomó una toalla que se ubicaba sobre el lavabo, estaba doblada de tal forma que asemejaba la silueta de un cisne.

Eun Woo talló detenidamente cada parte de su cuerpo.

Por su mente pasaban cosas como:
"Estoy bañándome con agua de... África", "Estoy respirando aire de... África", "Estoy en un hotel de... África".

Aún no se hacía a la idea de que estaba en el lugar donde siempre había soñado.

Cuando terminó de restregarse la jerga, se quitó todo el jabón y salió de la bañera tomando la toalla que estaba cerca de él y secó su cuerpo dejando escurrir el agua de su cabello.

El menor no había terminado de salir completamente del baño cuando su rooming corrió más veloz que el Rayo McQueen para ir a sentarse en el retrete.

— ¡Cuchao we!— gritó mientras sonidos extraños emanaban del él.

<Asco> automáticamente pensó el menor, saliendo para ir a cambiarse.