Mi África [Cha Eun Woo y tú]

Capítulo 17

— ¿Te sientes bien?

— La verdad, no— respondió T/N al pelinegro dejando la cesta con lechugas en el suelo para poder sentarse.

Puso las palmas de sus manos en sus ojos y comenzó a tallarselos; los tenía muy hinchados como producto de haber llorado toda la noche anterior.

— ¿Puedo ayudar con algo?

— Sólo no me dejes sola, por favor— rogó mirándolo a los ojos y eso conmovió a EunWoo, nunca había experimentado ese sentimiento de querer proteger a alguien, tal vez porque nunca se había encontrado en una situación similar.

— No lo haré— afirmó, sentándose a un lado de ella para abrazarla.

Dudó unos segundo para corresponder al abrazo pero luego de un tiempo cedió, estrujándolo fuerte, como si tuviera miedo de que en algún momento dado él la fuera a abandonar.

El pelinegro comenzó a trazar círculos con su mano en la espalda de la chica susurrándole palabras al oído como 《todo va a estar bien》《tranquila》.

— Hay que seguir trabajando— demandó separándose de él, tallando su rostro con las mangas del suéter que llevaba puesto, le quedaba inmenso, Sanha se lo había prestado.

— Si quieres yo sigo alimentando a las avestruces,  tú quédate aquí, tranquila.

— No, quiero hacerlo, me ayudará a despejar la mente... o eso creo— se encogió de hombros y levantó la cesta del suelo.

Comenzaron a acercar las verduras a los grandes ovíparos y éstos los tomaban con el pico para comer.

— Siguen las jirafas, vamos— ordenó sin esperar respuesta y caminó rápido fuera del lugar.

EunWoo titubeó un momento por la orden tan repentina para luego seguir sus pasos.

— No tan rápido, por favor, que vengo cargado— rogó, casi arrastrando las bandejas con comida.

— Perdón— se detuvo a ayudarlo.

— ¡T/N!— gritó un tercero, el pelinegro volteó para averiguar de quién era esa voz, ella se tensó por unos instantes para volver a apresurar el paso— ¡T/N, te estoy hablando!— pero por más que él gritó, ella no detuvo el paso, de hecho, comenzó a correr.

— ¿T/N?— preguntó el menor cuando ella lo sujetó de la muñeca para jalarlo, dejando las bandejas en el suelo.

— Por favor, no cuestiones ahorita— estaba agitada por correr.

Llegaron a un frondoso árbol y se echaron en sus grandes raíces.

La chica tenía su rostro completamente rojo y una fina capa de sudor en la frente; estaba dispuesta a quitarse la sudadera pero recordó que solo tenía su sujetador debajo así que eliminó la idea al instante.

— ¿Qué pasa?— volvió a cuestionar el pelinegro.

— Ayer tuve problemas en casa, no quiero hablar con mi padre.

— Ahora entiendo porqué huímos de él.

— Dudaba en venir a la reserva porque sabía que ésto iba a pasar— atrajo las rodillas a su pecho y se abrazó a sí misma escondiendo si cabeza en el agujero que se formaba.

— ¿En la mañana no lo pudieron arreglar?

— Eun, me corrió de la casa— lo miró a los ojos e hizo un pequeño puchero en sus labios para empezar a llorar otra vez.

Él la atrajo hacia sí para abrazarla, ella sin pensarlo se acurrucó entre sus brazos y puso su cabeza en el pecho del muchacho, podía oír el acelardo latir de su corazón tranquilizándola un poco.

— ¿Quieres contar cómo pasó?— preguntó después de una pauta de tiempo, ella negó con su cabeza aún pegada al torso de su compañero— Lo entiendo, no hay presión, pero quiero que recuerdes que me tienes aquí para lo que necesites.

— Gracias— sorbió su naríz— Eres un gran amigo, Nunu, el mejor y único que he tenido de hecho.

Él se sentía bien ante esa revelación y trató de aparentarlo, pero, en el fondo, sabía que no quería ser solo su amigo, en verdad la quería llegar a ser algo más que eso, pero no podía expresar sus sentimientos justo ahora, ella se encontraba demasiado aflijida como para encima, acarrear con asuntos amorosos, así que decidió esperar a que el momento correcto llegara.

— Eres una persona muy especial y en estos meses me has demostrado lo grandiosa que eres; sé que eres fuerte y esto solo es un problema pasajero, verás que todo este rollo se va a solucionar pronto— consoló mientras acariciaba su rostro.

— Nunca habían llegado tan lejos las peleas, y en verdad, me siento mal.

— ¿Y tu mamá? ¿Y Rocky?

— Ellos no estaban cuando todo pasó, le hablé a Sanha porque fue el primero que se me vino a la mente y pasé la noche en su casa; acabo de llamar a mamá esta mañana y está muy molesta con mi padre al igual que Rocky— hablaba pausada, analizando cada palabra que salía de su boca, había más serenidad en su actuar— Me dijo que regresara a casa en cuanto saliera de aquí, pero en verdad no sé qué hacer, creo que si vuelvo volveré a discutir y no creo soportar otra pelea más...— hizo una pausa—  Pero tampoco quiero volver con tía Inha y Sanha, sería el primer lugar donde me buscarían, creo que ir a un hotel sería una idea más prudente.

— ¿Y si vas a mi departamento?— ofreció.

— Oh no, yo no podría, se miraría muy mal una chica sola con dos hombres.

— Al diablo lo que diga la gente; somos amigos—《a no ser que quieras ser otra cosa》pensó— Tómalo como si fuera un favor por lo bien que me has tratado desde que llegué, te ahorrarías el dinero que gastarías en el hotel, además, no creo que a MJ le disguste tu estadía. Piénsalo.

— Gracias, otra vez— lo volvió a abrazar y aspiró el delicioso perfume que emanaba de su cuerpo

— Mejor agradécemelo aceptando ir conmigo, estaría más tranquilo si sé que vas a estar bien.

— Lo haré.

Dicho esto, todo se quedó en un gran y tranquilo silencio, ya no era necesario decir más; sólo se quedaron allí, tumbados bajo el árbol, abrazándose el uno al otro.

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Perdón por desaparecerme pero son semanas de finales y la uni me trae loca, prometo terminar de actualizar en vacaciones...
Pero cuéntame, ¿les está gustando?

Gracias por leerme:)...

¿Me regalarías tu voto?

Con amor, fer:)