Epilogo

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     Terminaba de colocar todas las sillas en sus respectivos lugares, Rossie y el pequeño Jackson me esperaban en el auto; todos los chicos del grupo se habían retirado, exceptuando a uno que estaba parado observando la fotografía de mi boda, él se percató que le observaba. –Es realmente admirable lo que haces aquí. –Dijo el chico. –Tratar de ayudar a todas estas personas, sin siquiera pedir algo a cambio.
     –Bueno, si pidiera algo a cambio no contaría como ayudar. –El chico asintió con la cabeza.
     –Disculpa, sólo quería preguntar. ¿Qué te motiva a hacer todo esto?
Observé hacia el escenario, y me vi en todas esas ocasiones parado allí, diciendo algo por medio de la música, buscando una manera de llevar mis palabras al mundo, sabiendo que al menos una persona podría escucharlas. –Saber que de alguna manera puedo encender la luz del escenario de alguien más. –Me réferi simplemente al hecho de motivarles a seguir; era mi mayor motivación, saber que podía motivar a muchos más. El chico me observo y le di unas palmadas en el hombro. –Vamos, es hora de cerrar.
     Cerré la puerta del bar con llave y desde las vidrieras observé al escenario, por un instante reviví desde allí el momento en el que cantamos juntos Wonderwall, a pesar de que ya todo estaba oscuro era como si estuviera iluminado el escenario, con las personas aplaudiendo y Jackson dándonos ánimos desde la barra. –You're my Wonderwall. –Susurre. Me di la vuelta hacia el auto y observe a Rossie haciendo reír a Jackson, mientras caminaba hacia ellos, el sol calentaba mi piel y la brisa me rozaba la cara, como si de una delicada caricia se tratara, mire al cielo y observe el gran paisaje de nubes que había... Me sentía libre, libre de vivir sin culpa, libre de vivir sin peso sobres mis hombros, sentía que podía volar y las alas que llevaba a mis espaldas, me recordaban que una vez más... Me encontré a mí mismo.                               

Finding My SelfWhere stories live. Discover now