Capitulo 17

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Julio, 2000.

     Di un pequeño salto y un último rasgueo a las cuerdas para cerrar la canción. Christy estaba sentada en una de las sillas frente a nosotros sonriendo y dando unos ligeros aplausos.
     –¿Qué tal? –Pregunte por su opinión sobre como habíamos tocada la canción.
     –Estuvo bastante bien.
     –Hagámoslouna vez más, ¿de acuerdo? –Joe y Carlos estaban de acuerdo en practicar lacanción una vez más, era la primera canción que componía y que tocaría en algúnsitio, ya la habíamos ensayado durante varios días una gran cantidad de veces;Christy y Natalia nos dieron la idea de tocar en presentaciones canciones debandas conocidas y entre ellas tocar canciones que fueran nuestras y así llevarnuestra música al público. Practicamos la canción una vez más, era imposibleque nos quedara aún más perfecta, la guitarra, el bajo y la batería sonaba a laperfección y mi voz encajaba con el tono de la canción como si se tratase deuna pieza de rompecabezas hecha a la medida; no podía esperar para tocarla enpúblico.
     –¿No deberíamos ensayar algunas delas otras canciones que tocaremos el sábado? –Propuso Carlos, él era el bajistade la banda, lo conocía desde que éramos niños, él vivía al lado de mi casa.
     –No es mala idea. Deberíamos ensayarla presentación completa. –Respondí. Observe a Joe, no parecía que estuviera deacuerdo.
     –No lo sé amigó, se me está haciendoun poco tarde y debería ir a estudiar, mañana tengo un examen.
     –Bueno, no hay problema alguno,ensayaremos mañana. –Joe asintió con la cabeza, pero al día siguiente noasistió al ensayo.
     Llego el día de la presentación,tocaríamos en el bar nuevamente; tocamos las canciones que habíamos acordado yel público se veía complacido, solo faltaba una canción y era la que habíacompuesto. La tocábamos tal cual como lo hacíamos en los ensayos, no podíasalir más perfecta, a las personas le gustaba, pero en un momento empecé anotar como poco a poco la batería iba perdiendo el tiempo de la canción,algunas personas en el publico empezaban a notarlo y hacían el comentario;mientras cantaba mire a Joe y se le notaba un poco frustrado porque no lograbaentrar en el compás, luego se equivocó en el redoble del final, era imposibleque las personas del público no lo hubieran notado. Volví a observarle; el memiro e inclino la mirada. Bajamos del escenario recogimos nuestras cosas,Jackson nos felicitó, la canción le gusto, me dio un abrazo, tal vez hayanotado el descontento en mi rostro.
     –Estuvieron excelentes. –DijoChristy con una gran emoción, para luego saltar a mis brazos y abrazarme. No lerespondí, sólo sonreí de manera sarcástica y observé a Joe junto a Natalia.Christy coloco sus manos en mi rostro. –Oye, no pasa nada, eso no quita elhecho de que hayan tocado excelente.
     –Pudo ser mejor. –Incliné la miraday salí del bar para dirigirme hasta la camioneta de Carlos. Al estar losuficientemente cerca, arroje la guitarra en la parte trasera de la camioneta.El se asombró.
     –Tranquilo amigo, no hay presupuestopara instrumentos nuevos. –Bromeo.
     –Y si seguimos así no lo habránunca. –Reclame en un tono elevado. –Joevenia justo detrás de mí.
     –Oye, lo siento amigo. –Joe sedisculpó.
     –Un lo siento no basta, ¿Quésucedió?
     –No lo sé amigo, hay tantas cosas enmi cabeza por la universidad que solo me desconcentre. –Lleve mi mano a mirostro y respire hondo. –Yo...
     –¡La practicamos miles de veces y laocasión en la que tenía que salir bien lo arruinaste! –Le interrumpí. Todoquedo en un completo silencio, me pase la mano por el cabello. –¿Vez loimportante que son los ensayos? Si tan sólo hubieras ido nada de eso habríaocurrido.
     –Ya calmata, por favor. –Christy secolocó justo frente a mí. No le respondí y sólo entre en la camioneta. 

     Los días pasaron hasta llegar a otro en elque debíamos ensayar, Joe y Carlos llegaron juntos. Casi no le dirigí lapalabra a Joe, sólo lo hice cuando fue necesario, aun me sentía molesto por loocurrido el día de la presentación, había una gran tensión en el ambiente.  
     El ensayo termino y tomamos asiento.–Tocaremos el jueves en el bar de Jackson a las 10:30 –Les mencione a loschicos, había acordado con Jackson presentarnos ese día. Carlos se notó un pocodescontento.
     –Viejo, es jueves, debo ir a trabajarel viernes. ¿No crees que sería mejor dejarlo para otro día?
     –No se puede, Jackson dijo que puedeque vayan muchas personas, hará una especie de evento.
     –Harry, es complicado tanto paraCarlos como para mí, el viernes debo ir a la universidad; hay cosas importantesque tenemos que hacer aparte de esto. –Le observe clavando en él una mirada dedesprecio.
     –¿Y esto no lo es? ¿No es importanteque queramos llevar nuestra música al mundo entero? –Me coloque de pie, Joehizo lo mismo.
     –¿Llevar nuestra música al mundo? Yano se trata de eso, ya no somos unos niños con ese sueño, se trata de algo más...Carlos tiene un trabajo, yo una carrera universitaria y... –Le observe y se quedócallado.
     –Vamos, dilo. ¿Qué hay de mí? ¿Yoque tengo? ¿Por qué cosa luchare o en que me esforzare? ¡Esto es todo lo quetengo, es todo lo que quiero ser!
     –Amigo, seamos realistas, ¿Quéprobabilidad había de triunfar? ¿Cómo puedes creer que llegaríamos lejos?Cuando ni siquiera salimos de ese bar. Eso es sólo un sueño del pasado, debesdejarlo ir.
     –Cállate de una maldita vez. –Meenfureció que Joe intentara hacer que olvidara el sueño y la meta que me había planteadodesde pequeño. –¿Sabes qué? Si tanto te importa una mierda todo esto, lárgatede una maldita vez.
     –Cualquier mierda me importaría másque toda esta estupidez.
     –¡Largo! –Le di un pequeño empujón,el sólo se quedó parado observándome con un gran enojo acumulado, luego se diola vuelta y se marchó. Sentía como una gran rabia recorría mi cuerpo, tanto queera como si mi sangre hirviera y mi piel emanara vapor, estaba furioso.–Conseguiremos otro baterista.
     –Lo siento amigo. –Carlos se acercóa la puerta. Que Joe dijera cada una de esas palabras no sólo me enfurecía,también me dolía, era un gran amigo... Pero ver a Carlos a un paso de marcharsesiguiendo esas palabras, me dolía aún más. –También estoy fuera. –Salió por esapuerta y se marchó. Después de eso no volví a hablar con Joe, con Carlos lascosas cambiaron por completo, nos veíamos muy poco y hablábamos de vez encuando. Con el tiempo forme una nueva banda con la que logre llegar a la fama,recordé cuando Joe y Carlos se marcharon, así que decidí que era mi turno de hacerlo mismo y me fui del vecindario junto a Christy para no volver más.

Finding My SelfWhere stories live. Discover now