Capitulo 28

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Noviembre 2015.

     Estábamos sentados en el parque, Rossie pensó que tal vez sería buena idea salir un poco de la rutina del día a día en el bar, así que salimos a caminar, traía la guitarra conmigo, estaba en el césped justamente entre ambos. –¿Sabes? –Le dije a Rossie. –Antes solía venir mucho a este parque con Christy, cuando éramos unos niños. –Arranque un pequeño trozo de césped. –Usualmente en las noches, y simplemente nos sentábamos a hablar y a veces ella cantaba mientras yo tocaba, era bastante lindo.
     –No lo pongo en duda. –Dijo mientras observábamos a los niños lanzando la pelota más adelante.
     –¿Puedo preguntar el por qué? –Se rompió el silencio que se había creado por unos segundos.
     –¿A qué te refieres? –Estaba confundida.
     –Al: ¿Por qué creaste ese grupo? –La observe. –¿Qué te llevo a querer hacer eso?
     –¿Qué te hace pensar que hay un por que detrás de ello?
     –Supongo que todo sucede por algo, ¿no?
     –Estas en lo cierto. –Ella sonrió y respiro hondo. –Realmente es una etapa de mi vida de la que no me siento muy orgullosa. –En ese instante sólo me dedique a escucharla. –Sentía un gran resentimiento, odio, dolor, era una mezcla de todo. –Se encogió de hombros. –Creo que puedes conocer cómo debe sentirse eso. –Asentí con la cabeza. –Todo venía ligado a la muerte de papá, creo que nunca me había sentido tan sola. Lo odie por irse y dejarme sola, debo admitir que por un momento también tenía un cierto resentimiento hacia ti. –Sonrió.
     –Disculpa, ¿Por qué?
     –La pregunta del millón. –Respondió. –Veras, no puedo negar que mi padre fue un gran padre y gran persona, de eso no tengo ninguna duda, pero era como si no estuviera allí, sentía que él era como un fantasma, estaba muy poco en casa, eso creo una pequeña piedra en mi zapato... en mi adolescencia empecé a fumar a salir con chicos, etc. Pero era como si sólo quisiera llamar su atención, y siempre me enojaba porque nunca estaba allí, era la atención de Mamá la que llamaba, no era agradable. –Mostro una linda sonrisa. –Y yo sólo decía: "maldición no le importamos, sólo está al pendiente de su maldito bar" ... Pero creo que con el tiempo entendí que siempre al final del día él estaba allí, con los brazos abiertos, para en un segundo llenar todo el vacío que había dejado en el día, creo que ese era su poder, hacerte sentir que todo está bien y lo estará por siempre... –Froto sus ojos para limpiar un par de lágrimas. –Disculpa, me desvié un poco.  Y aquí es donde entras tú; desde mi adolescencia escuchaba las conversaciones de Papá con Mamá, no imaginas cuanto te adoraba, sólo decía "Wow, ese chico es un genio para la música" y cosas así, quise que se diera cuenta que yo existía así que, empecé a tocar la guitarra yo también, no funciono. No voy a negarlo, envidiaba que pasaras tu mucho más tiempo con Papá, creo que con el tiempo lo supere... Hasta que el cáncer llego, tiempo antes de morir él estaba en cama y decía tu nombre, una y otra y otra vez. –Inclino la mirada. –Dijo algo como que Lo demás dependía de ti, ir por ello era tu parte, no sé a qué se refería. –Volvió a observarme. –Luego de eso de una forma censurada le dije algo como que "Sólo pensaba en ti y no en quienes había a su alrededor en ese instante". –De cierta manera ese comentario me quebranto, me quebró saber que aun en sus últimos instantes él quiso estar para mí.
     –¿Y sin censura que fue lo que le dijiste? –Sonreí, ella soltó una carcajada.
     –¿Quieres saberlo?
     –Por supuesto.
     –Vale, fue algo como "¿En serio piensas en ese hijo de perra cuando ni siquiera se ha molestado en preguntar cómo estás? ¡Nosotros estamos aquí, el no!" –Titubeo por un momento. –O algo así era.
     –Bastante poético. –Sonreí, ella inclino la cabeza y también sonrió.
     –Lo siento... creo que no logre disculparte si no hasta después que Papá murió. –Volvió a mirarme, las lágrimas que empezaban a acumularse en sus ojos se reflejaban con la luz del sol. –Creo que no había entendido lo que era estar en tus zapatos, hasta que me toco a mi estar allí. –Frotó sus ojos para limpiar esas lágrimas. –Disculpa, me desvié bastante del tema.
     –Tranquila.
     –Veras, luego que Papá murió caí en el cigarrillo y eso fue sólo el principio, trate de explorar otras cosas, drogas, etc. No fue fácil llevar la muerte de Papá y necesitaba oír algunas cosas, pero no había nadie para decírmelo, no había nadie para decirme que no hiciera cada una de las cosas que hacía, pero logre seguir adelante, salí de ese agujero, me di cuenta que todo lo que hacía estaba mal. Con el tiempo sentía esa necesidad por ayudar a las personas, sabía lo difícil que es no tener a nadie que te diga algo que necesites, así que quise estar para personas que lo necesitaran, creo que básicamente eso fue lo que me motivo a crear ese grupo, ese gran sentimiento de querer ayudar a los demás. –Sonrió, por un momento me di cuenta de cuán grande era su corazón, cuan pura era su alma; estaba rota, pero logro tomar sus piezas y convertirlas en algo aún más grande, era una persona digna de admirar.
     –Realmente no sé qué decir, eres increíble Rossie. –Ambos sonreímos.
     –Lo sé, no tienes por qué recordármelo. –Dijo en un tono sarcástico mientras compartíamos una sonrisa. Ella se quedó observando la guitarra.
     –Deberías tocar algo, el otro día no pude apreciarlo bien. –Dudo por un momento, pero luego asintió y tomo la guitarra, nos situamos para quedar frente a frente.
     –¿Alguna canción en específico? –Preguntó.
     –Lo dejare a tu selección. –Miró el césped durante unos segundos, luego volvió a verme y sonrió. Coloco su mano en posición para un sol mayor y empezó a rasguear las cuerdas, se me hacía muy conocido el tono de la canción.
     –I know just how to whisper. –Por supuesto, Air Supply; pensé mientras sonreía. –And I know just how to cry, I know just where to find the answers, and I know just how to lie, I know just how to fake it, and I know just how to scheme, I know just when to face the truth, and then I know just when to dream, and I know just where to touch you, and I know just what to prove, I know when to pull you closer, and I know when to let you loose. –Tenía una linda voz y no lo hacía nada mal, puede que en alguno que otro momento desafinara, pero aun así se escuchaba excelente, se escuchaba a la perfección. –And I know the night is fading, and I know the time's gonna fly, and I'm never gonna tell you everything I've gotta tell you but I know I've gotta give it a try. –Mientras la escuchaba con una gran fascinación tarareaba la letra de la canción. –And I know the roads to riches, and I know the ways to fame, I know all the rules and then I know how to break 'em, and I always know the name of the game but I don't know how to leave you, and I'll never let you fall, and I don't know how you do it... –Hizo una pequeña pausa y con una mirada que se clavaba en mi alma, me regalo una linda y delicada sonrisa, una sonrisa que me regalaba cada palabra de la canción. –Making love... out of nothing at all. –Detuvo las cuerdas de la guitarra. –Lo siento, la canción me encanta, pero se me hace tedioso repetir "Making love" una y otra vez, así que eso es todo. –Ambos reímos con algunas carcajadas.
     –Estuvo bastante bien.
     –¿Y bien? ¿Lo suficiente como para dar un concierto? –Dijo de manera sarcástica.
     –Podría ser, sólo necesitas un lugar donde tocar o que algún músico famoso te invite al escenario.
     –¿Y vas a invitarme a un concierto? –Ella sonrió.
     –Bueno, digamos que no soy un músico famoso, si no uno que tiro su carrera por la borda, ¿Crees que sirva?
     –Oh, vamos Harry. No digas eso, sabes que has logrado mucho.
     Le regale una sonrisa. –Bueno, entonces puede que sirva.
     –Ya es un sí, sería una gran manera de empezar.
     –Tienes toda la razón. –Observaba a los niños jugando mas adelante y esa frase se repetía una y otra vez en mi mente.

     Después de un rato de compartir una charla en el parque, nos colocamos de pie y empezamos a caminar, nos topamos con una cafetería. –Vamos, quiero algo de tomar. –Dijo Rossie entusiasmada. No era cualquier cafetería, era la que solía visitar con Christy hace muchos años cuando aún vivíamos en el vecindario; me quede petrificado en la puerta, Rossie se volteo. –¿Qué sucede? Vamos. –Dijo con una gran sonrisa. Con un gran peso en mi cuerpo intente dar ese paso, ese paso tan difícil que me había costado, no el de entrar a la cafetería, si no aprender a vivir mi vida sin Christy. La brisa que intentaba colarse por la puerta, chocaba conmigo; por un momento sentí como si el viento me tomase por la mano y me hiciera entrar, di ese paso, ese gran paso y como una película frente a mí, todos los momentos que viví con ella en este lugar se reprodujeron, a medida que caminaba me veía sentado junto a Christy en una de las mesas. Recordé el momento en el que le pedí matrimonio, fue en una cafetería, claro que, en un lugar muy lindo y lujoso, durante una fecha muy especial para ambos; el anillo de bodas estaba detrás de una nota que le pedí al mesonero que colocara en nuestra bandeja a la hora de traer el pedido, ella quedo sorprendida y cuando vio el anillo fue como si hubiera visto un fantasma; fue algo muy sencillo, pero le encanto, después de todo eran las cosas simples las que ella amaba.
     –Ven, toma asiento. –Me llamo Rossie. La observé y asentí con la cabeza, fui hasta ella y me sente. Una chica se acercó a nosotros tomar nuestro pedido, yo no dejaba de observar a todos lados, Rossie lo notaba.
     –Buenos días, ¿Qué desean? –Dijo la chica con gran cordialidad.
     –Muy buenos días, uhm... –Ella titubeo por un momento. –Un Macaccino me parece bastante bien. –La observe, a veces sentía que todo era mucho más que una casualidad. –¿Tu que querrás Harry?
     Incline la cabeza y sonreí. –Un late de vainilla me parece bastante bien. –Rossie también sonrió. Después de unos minutos la chica volvió con nuestros cafés y los coloco en la mesa, tome el mío y con un toque de inseguridad le tome y le di un sorbo, tal vez el café ya no era tan amargo, tenía ese toque de azúcar que me otorgo la compañía de Rossie. La observe y ambos nos regalamos una sonrisa. Justo al otro lado pude observar a Christy mirándome, me mostraba una sonrisa y una mirada que reflejaba su felicidad, como si se sintiera orgullosa de que pudiera empezar de nuevo; por otro lado, yo me sentía bien, me sentía a gusto, pero en el fondo de mi corazón sentía que estaba mal.       

Finding My SelfWhere stories live. Discover now