Capitulo 15

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Octubre, 2015.

     Salí a caminar un poco y pensé en pasar a visitar a Joe, él fue el baterista de la primera banda que arme, solo éramos Joe, Carlos y yo; fuimos amigos durante la preparatoria y los tres compartíamos ese gusto por la música, tocábamos de vez en cuando en el bar, pero nunca fuimos más allá de ese lugar, luego nos separamos y conforme mi segundo grupo, con el que llegue a la fama. Hace un tiempo, antes de que Christy muriera, me encontré con Carlos, el menciono que Joe aún vivía en el vecindario, justamente frente a la casa de sus padres.
     Toque el timbre de su casa, no paso mucho tiempo y un niño abrió la puerta, era como ver una versión infantil de Joe, pero con el cabello claro, era un niño un poco gordito, justamente como lo era Joe cuando estábamos en la preparatoria. –Papá, hay un hombre en la puerta. –Dijo el niño con un tono muy inseguro.
     –Junior, ¿Cuántas veces debo decirte que preguntes primero quién es?
     –Tu padre tiene razón amiguito. –Era evidente que era el hijo de Joe. –Podría ser el loco cantante de una banda. –Joe se sorprendió tras verme.
     –¿Harry?
     –Hola amigo. –Hacía mucho tiempo que no nos veíamos, simplemente le di un abrazo acompañado de unas palmadas en la espalda. Respondió a mi abrazo con otro.
     –Viejo, cuanto tiempo. –Tenía razón, había pasado mucho tiempo, el seguía siendo ese chico un poco obeso, con anteojos y el cabello rizado, sólo que en su rostro se notaban un poco los años que habían pasado. El me invito a pasar a su casa, me ofreció algo de beber y nos sentamos a conversar sobre cómo nos habían tratado los años. El comento que se había casado con Natalia, una chica que estudio con nosotros y que traía loco a Joe en ese entonces, pero las cosas no resultaron bien y se divorciaron, tiempo después conoció a Andrea, se enamoraron y tuvieron un hijo, Junior, la versión miniatura de Joe. Él había estudiado medicina, cosa que me alegra porque fue lo que siempre quiso. En nuestra charla hubo un repentino momento de silencio.
     –Oye viejo, escuche lo de Christina hace un tiempo, ¿es cierto eso? –Sólo asentí con la cabeza, sabía que de un momento a otro esa pregunta llegaría, pero no estaba preparado; era el tema que más habían tocado las personas en las conversaciones que había llegado a tener en los últimos años, pero aún se sentía como si me atravesaran con un cuchillo en el pecho cuando lo mencionaban. –Perdona si soy imprudente. No ha sido fácil, ¿verdad? –Creo que en ese momento él pudo notar mi cambio de ánimo apenas menciono eso.
     –Ni un poco.
     –Te entiendo amigo, digo, no del todo, pero creo que si en parte. Yo también perdí a alguien a quien amaba; Natalia y yo nos divorciamos y yo aún estaba enamorado de ella, quería seguir intentándolo, pero ella no y la perdí; al principio fue difícil, pero con el tiempo pude superarlo. Entiendo que sea muy diferente, pero aún puedes seguir adelante viejo.
     –Eso quiero, sé que no he hecho nada más que castigarme a mí mismo, pero no quiero dejarla atrás, no quiero dejar a Christy en el pasado. –Creo que era algo que no le había dicho a nadie en los últimos años que pasaron.
     –No es necesario que la dejes atrás amigo.
     –Está listo el almuerzo. –Andrea interrumpió la conversación, era la hora de comer.
     –Bueno, creo que debería irme amigo. –Me coloque de pie. –Que tengan buen provecho.
     –¿No vas a comer? –Dijo Andrea.
     –Quédate viejo, come con nosotros. –No sabía si quedarme o no. –El espagueti que hace Andrea es algo que tienes que probar al menos una vez en tu vida. –Incliné un poco la cabeza hacia abajo y sonreí. Fui con ellos a la mesa, mientras comíamos Andrea pregunto a que me estaba dedicando, realmente no me dedicaba a nada actualmente así que simplemente le dije que no hacía nada. Le pregunte lo mismo a ella, menciono que era maestra en la escuela de Junior. Luego de comer camine hasta el frente de la casa con Joe, se sentía bastante agradable el encontrarse de nuevo con un viejo amigo, y aún más al tener la oportunidad de enmendar un error.
     –Oye, quería decir que siento mucho lo de hace un tiempo.
     –¿A qué te refieres?
     –Ese último día que ensayamos, fui un completo idiota y después de eso no volví a hablarte, ni siquiera un mensaje. –Llevo su mano hasta mi hombro y me dio una palmada.
     –Tranquilo viejo, no hay nada que disculpar. –Con su dedo índice empujo hacia arriba sus lentes para acomodarlos. –Aunque si deberías disculparte por estar aquí y no invitarme a una cerveza. –soltó una carcajada, yo hice lo mismo.
     –Me parece bien. –Chocamos los puños. –Viejo, quería preguntarte y no lo tomes a mal, pero es sólo curiosidad, ¿No te arrepientes por abandonar la banda y que luego llegara a la fama? –Él sonrió.
     –Para nada amigo.
     –Es sólo que, pudiste tener tanto, ser algo más; pudiste dejar tu huella en el mundo.
     –Seré sincero viejo, al principio me sentí mal, pero con el tiempo comprendí que ya era alguien, estaba trabajando en ser alguien y veras, para ellos soy alguien. –Miro a su casa refiriéndose a su familia. –Ya yo dejé la huella en el mundo... Mi mundo. –Comprendía perfectamente a lo que se refería, fue un momento en el que quise tener lo que él había logrado.

Finding My SelfWhere stories live. Discover now