Finding My Self

Capitulo 18

Octubre, 2015.

     Al día siguiente de ayudar a Rossie atendiendo el bar, estábamos limpiando, ella limpiaba algunas mesas y yo la barra, colocaba los vasos y bebidas en el orden que ella los colocaba.
     –Voy a prepararme algo de comer, ¿te apetece algo? –Pregunto Rossie. Realmente tenía algo de hambre, habíamos pasado lo que iba de la mañana limpiando y acomodando algunas cosas.       –Si, por favor.
     –¿Qué quieres comer? La jefa invita.–Sonrió, de igual manera yo lo hice.
     –Un sándwich me parece bien.
     –Copiado. –Apenas se dio la vuelta,volvió a mirarme. –Preparare café, ¿quieres? –Había muchas cosas que me recordaban a Christy, un café por la mañana eran una de ellas.
     –No, gracias. –El sabor era aún más amargo sin ella en mi vida.
     –Vale. –Ella noto que algo no iba bien, pero sólo volvió a darse la vuelta y siguió caminando. Luego de unos minutos de seguir limpiando y colocando algunas cosas en su lugar, encendí una de los televisores y empecé a pasar canal por canal, me topé con las noticias; tenían colocada una foto de mi tirado en la entrada de mi casa el día que me recogió Richard.
     –Y hablando de personas que han quedado en quiebra, pues tenemos a Harry Thompson. –Dijo el reportero. –Parece que se bebió toda su fortuna, y la cosa esta tan mal que los miembros de su banda se niegan a que vuelva y se vio obligado a conseguir un empleo para no morir de hambre. Observen este video. –Empezaron a correr un video de la noche anterior, alguna de las personas que llego al bar empezó a grabarme. –Y bueno, pueden verlo por ustedes mismos, Harry Thomps. –Rossie apago la televisión.
     –Son unos idiotas, manipulan la información a su conveniencia.
     –Al menos una pequeña parte no es mentira.
     –¿El alcohol? –Sólo asentí con la cabeza.
     –Entiendo. –Ella coloco en la mesa los sándwiches y tomo asiento. –Tengo una idea, deberías unirte a mi grupo mañana.
     –¿Tu grupo? –No entendí a qué se refería.
     –Digamos que es como una especie de grupo de rehabilitación, pero no son necesariamente personas que tengan alguna adicción, viene todo aquel que crea que necesita escuchar algo o quiera desahogarse de alguna manera o simplemente que tenga algo que compartir, opinión sobre alguna idea, lo que sea.
     –Entiendo.
     –¿Y qué dices? ¿Te unes?
     –Me parece bien. –Respondí. Me agrado la idea, la reunión era en el bar mañana a las 9:00 am. 

     Decidí salir a caminar un rato y luego de eso volví al bar para ayudar a Rossie de nuevo, de cierta manera era divertido y tenía algo que hacer; notaba como me miraban algunas personas, claramente sabían quién era, algunas sin embargo se acercaban a saludarme o a pedirme una foto, me daba una cierta satisfacción porque después de todo algunas personas aún me admiraban. Al igual que el día anterior me quede observando el escenario esperando que alguien subiera, pero nadie lo hacía. Rossie se acercó a la barra.
     –¿Qué tal todo por aquí? –Preguntó entusiasmada.
     –Bastante bien, sólo se han ido unas15 personas sin pagar. –Bromeé y luego sonreí.
     –Tonto. –Ella sonrió también.–¿Sabes qué? Es bueno verte sonreír de vez en cuando. –Ella levantó su puño para que los chocáramos, hice lo mismo, sonreímos y mire hacia el escenario.   
     –Oye, ¿nadie se anima a tocar algo de música en vivo?
     –No. –Ella negó con la cabeza mientras mirábamos el escenario. –hace un tiempo que nadie lo hace.
     –Entiendo. –Creo que algunas cosas cambian con el paso del tiempo. La noche paso y llego la hora de cerrar, limpiamos lo que pudimos, colocamos las sillas en sus sitios, luego de eso nos despedimos, Rossie se fue a casa y yo a la habitación en la que me estaba quedando. Me sentía exhausto y me dejé caer en la cama, caí al instante en un profundo sueño. 

     El sol salió, eran las 8:24 am; debía levantarme para alistarme, se supone que la reunión con "el grupo" de Rossie empezaría a las 9:00. Me alisté lo más rápido que pude y salí al bar, ella ya estaba acá.
     –Hola, buenos días. Te prepare algo de comer. –Dijo ella colocando un plato de comida en una de las mesas. –Pensé que te quedarías dormido por haber trabajado hasta tarde.
     –Buenos días. –Tome asiento.–Gracias. –Comí con un poco de prisa, a los minutos empezaron a llegar algunas personas. Tomaron algunas de las mesas y las juntaron en la pared, con las sillas hicieron un circulo. Cada una de las personas presentes tomo asiento.
     –Muy buenos días, ¿Cómo están? –Todos respondieron al saludo de Rossie. –Veo caras nuevas aquí, empecemos por ti.–Ella se refería a un chico sentado justo frente a ella, su nombre era Mario, era un chico de una mediana altura y un poco delgado; el comento que tenía un ligero problema con los cigarrillos, no paraba de fumar por muy poco a gusto que se sintiera haciéndolo, menciono que una vez encendía uno sólo se preguntaba: "¿Qué demonios hago? Este no soy yo"; pero por alguna razón tampoco quería dejar de hacerlo. Comento que todo comenzó cuando sus padres empezaron atener problemas matrimoniales y luego se separaron, sintió que ahogaba sus penas en el humo de los cigarrillos. –Entiendo, estoy segura que todos acá, alguna vez en nuestras vidas hemos sido adictos a algo que nos hace mal.–Rossie me miro. –Pero, ¿Por qué ser adictos a algo que creamos con la mente? Así es, nuestras adicciones las creamos nosotros mismos en nuestras mentes porque sentimos que es una forma de escapar, pero no es así; tenemos tu ejemplo. –Señalo a Mario. –Estoy segura que cada vez que te sientas a fumar un cigarrillo viene a tu mente una y otra vez el pensamiento de los problemas y la separación de tus padres, ¿o me equivoco? –El chico asintió con la cabeza.–Cuando creamos una adicción a partir de un problema ambas cosas quedan ligadas piensas en el problema y recurres a la adicción que creaste, recurres a la adicción y piensas en el problema; debemos empezar por aprender a llevar ese problema, a enfrentarlo y luego nos deshacemos de esa adicción. Debemos volvernos adictos a cosas que nos hagan bien, ¿Por qué no ser adicto a enfocarnos en nosotros mismos? Seamos adictos a amar, a hacer ejercicio talvez, a caminar por el parque algunos días, a leer o escuchar música, seamos adictos a cosas así y los problemas y las cosas que nos hacen daño desaparecerán.–Sentía como si todas y cada una de sus palabras fueran como un misil teledirigido que me tenía a mi como objetivo, no me hablaba directamente a mí, pero sentía que así era.
     Joseph era un chico del grupo, lucia en su cuerpo una variedad de tatuajes y algunas perforaciones, llevaba algunos mechones de su cabello pintados de rojo y unas gafas algo grandes. En principios asistía a las charlas debido a que le afecto la pérdida de su abuela; ahora venía a escuchar lo que tenían que decir las personas y también a compartir las cosas que hacía y sus ideas para así tener una opinión. Joseph sentía una gran pasión por el arte, comento que desde pequeño le encantaba dibujar, solía hacer algunas historietas en sus cuadernos de dibujo como si se tratase de un comic; con el tiempo fue desarrollando un gusto por los tatuajes y le llamo una gran atención el querer dibujar sobre la piel de las personas. Ya llevaba un tiempo en el mundo del tatuaje, y quería abrir su propio salón, pero quería hacer algo fuera de lo usual y compartió algunas ideas con el grupo, inclusive mostro algunos dibujos que hizo sobre cómo le gustaría que fuera el salón, se veía increíble en las ilustraciones; las paredes tenían dibujos en todos lados, tenía una especie de mostrador en el que las personas podían pedir algo de comer o tomar; la decoración que había dibujado lucia genial. –Me parece una idea brillante. –Dijo Rossie. –Espero que puedas llevar a cabo ese proyecto y estoy segura que con esfuerzo y dedicación lo lograras, así como cada uno de nosotros podríamos lograr todo lo que nos planteemos. –Era totalmente cierto, con esfuerzo y dedicación logre llegar a los escenarios, con esfuerzo y dedicación pude cumplir mi meta, el único problema fue que no trace ninguna otra. –Quiero presentarles a alguien que tal vez ya conocen. –Rossie se refería a mí. –Estoy segura que tiene mucho que compartir con nosotros. –Había tanto que quería decir, pero no sabía cómo.
     –Me llamo Ha... Harry Thompson. –Las palabras chocaban una con otra en mi boca. –Yo... Yo per... –Por un momento fue como si Christy estuviera parada justamente al otro lado, ella me sonreía. –Losiento. –Me coloque de pie y me retire. Rossie se mostró un poco confundida. No sabía si me sentía preparado para expresarme tan abiertamente con un grupo de personas. Salí del bar y caminé durante un rato, llevaba las manos en los bolsillos del abrigo y la mirada un poco baja. Sentía que dentro de mi llevaba acumulado todo lo que quería decir, pero simplemente no podía dejar salir todo eso, no me sentía preparado y no sabía cómo prepararme para hacerlo. Camine sin saber adonde quería dirigirme, camine sin un rumbo fijo, camine dejándome llevar por los pasos que daba. Al igual que hace un par de años, en mi mente sentía como caminaba hacia un abismo, un abismo que yo mismo hacia más profundo, pero de un momento a otro sentí ese jalón en mi brazo que evito que siguiera cayendo en ese abismo existencial.
     –Oye, ¿Estas bien? –Rossie se notaba un poco preocupada. –La idea de que te sucediera algo me empezaba a atormentar y tenía que asegurarme que estuvieras bien. –Que yo saliera de esa manera no era algo que ella esperara, ella sabía que quería decir algo, sólo que no pude.–¿Está todo bien? Sé que no es fácil la primera vez, usualmente muchas personas salen por esa puerta sin ni siquiera comenzar, pero estoy segura que puedes hacerlo, de una manera u otra, sé que podrás. –Asentí con la cabeza. –Puedes volver, no hay necesidad de que digas algo, simplemente puedes escuchar; talvez me precipite un poco al invitarte a hablar. –Volví con ella al bar, me senté justamente donde estaba sentado cuando inicio la reunión. Joseph, el chico de los tatuajes estaba a mi lado, el me dio unas palmadas en el hombro y me regalo una sonrisa, las otras personas empezaron a aplaudir y me sonreían, no entendía el por qué.