Capitulo 4

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Abril, 2000.

     Ella estaba justo frente a mí, aun no ordenábamos nada. Llevábamos sentados casi una hora hablando. –Solía venir todos los viernes a la cafetería con Papá, el siempre pedía un macacino con pie de limón; yo siempre pedía un late de vainilla con algunas galletas de chocolate. –Miró por la ventana, la luz del sol iluminaba su rostro. Detallándola me di cuenta que no era sólo su voz, Dios también le quito la belleza a sus ángeles y a los paisajes del cielo para hacerla a ella.
– ¿Qué sucede?
     –No es nada. –Sonreí.
     –Oye, no me juzgues. Sé que es monótono el hecho de que hacia esto todos los viernes con Papá, pero cuando algo es especial para ti y otra persona, así lo hagas todos los días, la monotonía no forma parte de ello. –Por mi mente paso el hecho de que no me molestaría para nada el hacer esto todos los días con ella.
     –Tranquila, no te juzgo. –Me coloque de pie para ir a hacer nuestro pedido, Christy me miro un poco extraño porque ni siquiera pregunte que quería, pero ya yo sabía que pediríamos. Volví a la mesa con un late de vainilla, galletas de chocolate, un macacino y una tarta de chocolate. Christy miro el pedido sobre la mesa un poco sorprendida, me observo y note como sus ojos se llenaron de lágrimas.
     –Odio el pie de limón, lo siento. –Era como si Christy no pudiera hablar. –Vendremos todos los martes a hacer esto. –Le sonreí. Yo haría por ella, lo que su padre hacía.
     –De verdadque no sé qué decir. –Sonrió y limpio las lágrimas de su rostro. –Pero, ¿Puedopreguntar por qué los martes? –Tome una porción de torta con el tenedor y me lalleve a la boca, mastique y trague. –Porque los viernes iremos por un par decervezas. –En su rostro se dibujó una linda sonrisa de oreja a oreja que medecía que tampoco le molestaría hacer esto todos los días.

Finding My SelfWhere stories live. Discover now