Transcripción.

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—Cuéntame, ¿qué es lo que sientes exactamente?

—Esa es una pregunta muy amplia.

—¿Qué sentiste durante la presentación?

—Ganas de vomitar. Como si estuviera fuera de mi mente, fuera de mi cuerpo. Como si fuera otra persona y ya no tuviera el control.

—¿Por qué?

Encogimiento de hombros.

—Porque... No lo sé, la verdad. No sé por qué soy como soy.

—Y para eso estoy yo, pero necesito que me expliques. Inténtalo. ¿Cuál era tu miedo en el momento?

—Es...tonto, si lo pienso ahora. Pero en el momento no lo era, lo juro. Ahora sí. Quizás no es nada... No, lo siento. que no es nada.

—No tengas miedo de decirlo, te parezca tonto o no.

—Sentía que...que todos me estaban juzgando. Que pensaban que mi voz era muy fea, o mi cara, o mi cuerpo. O mi manera de hablar. Y que lo que decía estaba mal. Que era tonta por no saber algo básico de la filosofía. Que...Dios, suena rarísimo. Pero que soy menos que ellos.

—¿Y por qué pensarían eso?

—Yo qué sé.

Risas de parte de ambas ante la brutalidad.

—Me parece, Olivia, que le estás asignando tus propias dudas al resto. Te estás proyectando en tus compañeros, y eso hace que se genere un círculo vicioso donde te sientes insegura por ellos, pero a la vez eso que supuestamente dicen los demás viene de tu mente.

—Tengo baja autoestima, entonces. ¿Pero quién no? No creo que todos los que tienen baja autoestima terminen vomitando por hablar en clase.

—No es solo baja autoestima. Cuéntame, ¿en qué otras situaciones de tu vida sientes este miedo?

Silencio por varios minutos.

—Supongo que...cuando estoy hablando con una persona y luego se acaba el tema de conversación y nos quedamos en silencio. Es muy incómodo. Siento que...que la otra persona piensa que soy una inútil por no saber de qué hablar, o que quizás se queda callada porque ya no quiere hablar conmigo y yo no había tomado la señal. También... Lo siento, he recordado otros momentos. ¿Los digo ahora o...después?

—Ahora está bien.

—Cuando cruzo la calle siento que todos desde sus autos están criticando mi manera de caminar, o que cruzo muy lento y los estoy molestando. Cuando entro a la escuela también siento que todos me están mirando, en especial cuando llego tarde. Oh, y... tengo otra cosa que supongo que no es normal. Cuando como frente a alguien que no conozco, me pongo muy nerviosa y a veces se me termina cayendo la comida. Siento que están juzgando si mastico muy despacio o muy rápido, o con demasiada fuerza, o si parezco una bebé que le caen migas en la ropa... Y tengo...tengo más cosas raras.

—Dímelas.

—No me gusta hablar por teléfono, siempre lo evito. Me pone muy nerviosa atender y luego hablar, porque... no puedo ver la cara de la otra persona. Durante los silencios de una llamada no sé qué está pasando del otro lado. Pero no es solo eso, porque también me ponen nerviosa las videollamadas... No lo sé. No sé cómo explicarlo. Y hay algo... No. No lo quiero admitir.

—Te haría bien hacerlo.

—Me da mucha vergüenza.

—Yo no estoy aquí para juzgarte; solo ayudarte.

Silencio prolongado.

Y luego, con bochorno:

—Siempre que voy al baño, tengo que hacer mis, eh, necesidades con el grifo abierto. Por si me puede escuchar alguien del otro lado. Me da mucha vergüenza y, si no lo hago, no puedo ir al baño.

El Manuscrito (#1)Where stories live. Discover now