Capítulo 26.

6.7K 525 543
                                    

UNA DE LAS COSAS EFÍMERAS EN LA VIDA ERA LA FELICIDAD, SOBRE TODO SI SE TRATABA DE MÍ.

Aunque en realidad nunca había alcanzado a sentirme feliz.

Mamá había recaído al punto de otra vez no salir de la cama ni por un segundo ni dirigirme la palabra. Ni ella ni mi abuela me habían querido decir qué había sucedido para que decayera, pero no hacía falta ser muy inteligente para conectar los puntos: mi padre y Mamá habían estado en el mismo lugar a la misma hora, incluso en el mismo pasillo, considerando que todas las oficinas importantes estaban en el mismo lado. Habría apostado todo lo que tenía a que se habían visto.

Por otro lado, Noah había desaparecido por completo de mi vida. Tal como le había pedido. Julian había vuelto a ocupar su gran lugar tanto en mis días como en mis pensamientos. Como ya no debía ver a Noah, había vuelto a tener todo el tiempo del mundo para ver a mi novio. Tal como debía ser.

Suponía que no todos los cambios eran malos. Como Quinn Holt, con quien había ocurrido lo contrario a lo que había supuesto. Nuestra relación mejoraba cada día más. Ya no éramos compañeras de Biología que ni siquiera se miraban, sino amigas casi íntimas. Las tardes con ella habían aumentado y, junto a Dita, habíamos pasado a conocer cada detalle de su vida; desde que la manera a su corazón era regalarle flores sofisticadas, a que su relación con sus padres estaba lejos de la perfección que mostraban al mundo. Incluso conocía toda su historia con Sofía Sasaki, la única chica que había logrado conquistar su corazón para luego destruirlo.

Mi cercanía a Quinn no significaba encuentros embarazosos con Noah o conversaciones sobre él. Aunque a veces tenía que hablar frente a él y viceversa, o Quinn cancelaba ciertas noches juntas para estar con su mejor amigo, no nos forzaba a hablarnos o mirarnos más de una vez siquiera. Como si fuéramos desconocidos.

Y después estaba el cambio que tenía nombre, apellido y personalidad muy poco compatible con la mía: Matt Talbi, mi compañero de proyecto de Latín. Lo más cómico era que nuestro comienzo de relación se había dado un mientras cumplía mi castigo de limpiar los vestuarios. Era tan vergonzoso que ni siquiera quería pensar en ello.

Dos semanas después de aquel viernes cuando le puse un final a mi extraña cosa con Noahaunque sólo habíamos sido pareja de concurso, sentía que nuestro odio y nuestros momentos juntos se merecían otro nombre, solo que no sabía cuál—, fue el cumpleaños de Julian. Una semana antes de que terminara julio. Así de rápido había pasado el mes.

Me encontraba en las escaleras fuera de la escuela, intentando divisar a Julian para al fin poder irme de allí, con Quinn y Dita a mi lado hablando sobre Dios sabía que—las veces que perdía el hilo de sus conversaciones eran incontables—, cuando alguien gritó mi nombre a mis espaldas. Cerré los ojos con fuerza por un segundo; me había encontrado.

Dita y Quinn se callaron y las tres giramos al mismo tiempo como si fuéramos muñecas endemoniadas. Matt Talbi sonrió y se apresuró a bajar los peldaños que nos separaban, empujando a quienes estaban en medio conversando. Cuando le quedaban solo dos escalones, se deslizó y cayó sobre su culo, así sin más.

Típico de Matt.

Mi carcajada fue ruidosa e inevitable, Quinn lo miró con indiferencia, y Dita, trabajando con obvio esfuerzo para no reír, se acercó a ayudarlo a levantarse. El castaño la apartó y se levantó por su cuenta, con una mueca de dolor cruzando su bonito rostro.

—Olivia, hola —dijo con su habitual tono divertido, a pesar del claro dolor en el que estaba—. He estado todo el día buscándote.

Conocía a Matt hacía cinco años, claro. Era el típico chico que se sentaba al fondo de las clases y no hacía más que bromas, además de desaprobar. Era algo molesto considerando que sus bromas no eran graciosas, pero al menos intentaba ponerle un poco de humor a la desgracia que era Magni Electi. Era amado por todos; no conocía a nadie que tuviera algo malo para decir sobre él.

El Manuscrito (#1)Where stories live. Discover now