Capítulo 20.

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NOAH:

—No la ignores —me advirtió Quinn apenas llegó Olivia.

Asentí casi imperceptiblemente y ella se fue. Me senté en la punta más alejada de donde estaban Olivia y Afrodita, donde apoyé la cabeza contra la pared y cerré los ojos.

Había arruinado todo. Definitivamente me había vuelto loco, y luego había arruinado absolutamente todo. ¿Por qué la había besado? Sólo necesitaba aguantar un rato más y todo habría terminado. Habría sobrevivido a mis deseos suicidas de besarla y luego la podría haber evitado hasta superarla. Pero no, la había cagado a último momento. Tantas veces había logrado contenerme para que mi furia se llevara el poco autocontrol que tenía cuando se trataba de Olivia Stacey.

Saber que estaba a unos metros, esperando a que nos dejaran pasar para comenzar la competencia, me dificultaba bastante el intentar despejar mi cabeza. Me daba curiosidad saber su reacción, si la había analizado tan bien como creía y acabaría ignorándome o insultándome. No había otra reacción posible.

Cuando alguien me tocó el hombro suavemente, pensé que se me saldría el corazón. Abrí los ojos y, para mi decepción y a la vez alivio, me encontré con Heather Collins.

—Sólo quería desearte buena suerte —dijo con una sonrisa falsa.

Mi cabeza empezó a doler al instante.

A pesar de no obtener respuesta, Heather se sentó a mi lado, dejándome el frente libre otra vez. Busqué a Olivia casi por costumbre. Estaba parada en la otra punta, de espaldas a mí. Afrodita, a su lado, volteó la cabeza como si tuviera un superpoder y clavó sus ojos entrecerrados en mí. Supuse que ya sabía la magnitud en que la había cagado, porque ni siquiera se molestó en ocultar su desagrado por mí. Me concentré en Heather para ignorar que Olivia estaba allí, hablando con otras personas. Respirando lejos.

—Podríamos celebrar juntos luego de clases, ¿no lo crees?

Recordaba haberle dejado bastante claro que quería que me dejara en paz, y una y otra vez seguía presionando, sin entenderlo

—No.

—Oh, vamos. —Me empujó ligeramente con su hombro—. No hace falta que te hagas el rudo. Sé que también lo quieres.

Volví a ver a Olivia, pensando que Heather tomaría la señal de que no podía importarme menos y se iría. Cuando volví a verla, me di cuenta de que ella también había seguido el camino de mis ojos hacia Olivia. La sonrisa de Heather cayó por completo.

Era interesante lo mucho que la odiaba, y lo desesperada que se volvía cuando Olivia estaba cerca.

—¿Sabías que hoy es mi cumpleaños? —siguió intentando, hablando más fuerte, todavía viendo a Olivia.

Era casi como si quisiera que Olivia mirara hacia nosotros.

—Intenta esto con alguien más —espeté—. Empieza a dar pena.

Se alejó de mí tan rápido como si se estuviera quemando. Cuando pasó corriendo por al lado de Afrodita, ella salió detrás de ella de inmediato. Olivia se quedó en su lugar. Poco después, las chicas con quienes había estado hablando se fueron, dejándola sola. Se sentó contra la otra pared, al fin dejándome ver su rostro. Cuando nuestros ojos se encontraron, sin embargo, volvió a levantarse y desapareció por donde se habían ido Afrodita y Heather.

Genial.

Volví a cerrar los ojos hasta que comenzaron a llamar por apellido para que fuéramos entrando a la sala donde se daría la competencia. Cuando el hombre que había estado gritando apellidos nombró el mío, me acerqué a la sala. Estaba a punto de entrar cuando me detuvo.

El Manuscrito (#1)Where stories live. Discover now